jueves, 18 de marzo de 2010

El Coca-Codo Sinclair sin recursos


La declaración de ayer del hermano del presidente Rafael Corea, Fabricio, es una muestra de lo que actualmente sucede en los proyectos donde el Gobierno emprende y no concreta.

“Lo que se ve es que ponen las primeras piedras en Coca-Codo Sinclair, y no hay ni diseños de ese proyecto. Se puso la primera piedra en el Aromo y no hay ni aroma de la refinería. Y de Puná no salió ningún pedito. Además, se han contratado los estudios a precios de escándalo”.

USD 2 000 millones
esperaba atraer el Gobierno por el financiamiento de la central hidroeléctrica.

Primero fue la caída de las negociaciones de la Iniciativa ITT-Yasuní. El pasado 12 de enero, el entonces canciller, Fander Falconí, renunció por las divergencias con el Mandatario en este tema. “La Iniciativa ITT-Yasuní merece un compromiso mucho más explícito que la fijación de un plazo perentorio de seis meses para acopiar los recursos financieros requeridos”.

Una nueva comisión se hizo cargo de vender la idea de sumar apoyo internacional para dejar bajo tierra alrededor de 800 millones de barriles de petróleo en la región megadiversa de la Amazonía ecuatoriana.

El vicepresidente, Lenín Moreno, informará mañana al Presidente y al Gabinete, en Mira, Carchi, los resultados de su misión por Irán, Emiratos Árabes, Turquía, países en los que presentó los lineamientos de la Iniciativa.

El segundo proyecto que ha quedado en el aire y que fue lanzado con bombos y platillos en su momento es el de la Central Hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair. Ayer, la ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, finalmente informó la suspensión de las negociaciones con el Eximbank de China para financiar la obra.

Hasta el último segundo, y después de un año de conversaciones, la Ministra daba por hecho que los chinos pondrían alrededor de USD 1 700 millones para la edificación. “Nos han pedido condiciones que nunca al país se le habían pedido. No cederemos en nuestra soberanía y no vamos a ceder ante el maltrato chino”, señaló a la agencia estatal de noticias Andes.

Galo Borja, ministro coordinador de los Sectores Estratégicos, inmediatamente salió a informar, también a Andes, que se iniciará rápidamente un nuevo proceso licitatorio que incluya aspectos técnicos y financieros.

“Este proceso podría demorar entre cuatro y seis meses. La meta es no retrasar la obra. Ya se han pronunciado algunos interesados provenientes de Corea, Inglaterra, España, Rusia e Irán”.

El financiamiento de la obra era vital para la ministra Viteri, que contaba con esos recursos para tratar de financiar el Presupuesto General del Estado de este año, cuyo déficit asciende a USD 4 124 millones.

Por otro lado, las relaciones con los llamados “países amigos” tampoco son del todo claras. Eso se vio reflejado con la decisión de la petrolera estatal venezolana Pdvsa de suspender sus operaciones en la isla Puná. La razón, según el presidente saliente de Petroecuador, Luis Jaramillo, se debió a que no se encontró gas en un primer intento porque faltaron estudios técnicos. “Salen, pero momentáneamente, al no tener éxito en la perforación”.

Desde el 26 de junio del 2009, Pdvsa inició la perforación. El lugar donde operaba tiene una extensión de 300 000 hectáreas y, en ese sitio, fueron perforados tres pozos, entre 1942 y 1970, en los que se evidenció la presencia de petróleo y gas.

El 7 de octubre, en la visita del presidente Correa a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, en Caracas, ambos coordinaban con optimismo el avance de las obras e incluso señalaban que en dos meses tendrían “una idea más precisa de las posibilidades de extraer gas natural y crudo”.