lunes, 29 de marzo de 2010

Domingo de Ramos se vivió con masiva presencia de fieles


Con la bendición de los ramos, la celebración de misas, confesiones y la promesa de participar en las procesiones del próximo viernes, cientos de católicos iniciaron, con el Domingo de Ramos, la Semana Santa.

A las siete de la mañana, Rosa Tutunangu, de 64 años, ya estaba en la iglesia del Cristo del Consuelo, en Lizardo García y la A. Ella no pudo evitar ceder a las lágrimas mientras agradecía a Dios por los milagros que ha obrado en su vida.

Aunque no puede mover con facilidad su pierna derecha, a causa de una caída que sufrió cuando tenía 5 años, asegura que cada año durante la Semana Mayor visita esta iglesia para agradecer por su vida y salud.

“Estamos viviendo en un mundo bastante duro, soy discapacitada, pero Dios nunca me ha dejado sola”, dice convencida Tutunangu, quien asegura que jamás le ha faltado el trabajo y atención médica. “Mis problemas cardiacos siempre han sido atendidos”.

Kyra Portugal, de 65 años, acudió a la Catedral acompañada de su hija Karin Simonds, de 34 años. Para Portugal era la oportunidad para agradecer por su hija.

Omar Baque, de 39 años, en cambio, aprovechó la celebración para confesarse porque dice que así estará mejor preparado para recibir a Jesucristo en su corazón. “A veces pedirle perdón a Dios por nuestras faltas no es fácil, pero hay que orar por su misericordia”, expresó.

En la iglesia Nuestra Señora de la Alborada, Miguel López se esforzaba por extender su ramo para que sea bendecido con unas gotas de agua que se repartía entre la multitud que asistió a la misa de las 10:00.

Dos horas antes una muchedumbre similar se concentró afuera del parqueadero del almacén Pycca, para recibir la bendición de los ramos y caminar cuatro cuadras hasta la iglesia de la Alborada para recordar no solo la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, sino su muerte y resurrección, así relató el feligrés Marcos Murillo.

Mientras en Sauces 8, en la parroquia María Rosa Mística, el párroco Yair Rodríguez celebró con cerca de 150 fieles una misa campal, pasadas las 10:00. Pese a que a esa hora del día ya el sol era intenso, eso no fue impedimento para que algunos fieles permanecieran de pie y otros se arrodillarán sobre el pavimento caliente.
Tony Montesinos, catequista de María Rosa Mística, dijo que la vida de Jesús y su sacrificio por la humanidad es un acto que no solo se debe recordar en estas fechas sino todo el año.

La misa de las 07:00 en la parroquia Espíritu Santo, en Leonidas Plaza y Azuay, congregó a decenas de fieles.

“Esta Semana Santa tiene que sacarnos a todos renovados porque nos corresponde revisar nuestra conciencia”, dijo el párroco José Enrique Aponte que invitó a los fieles a participar de la procesión del Cristo del Consuelo.

Zoila Herrera dijo que su ramo bendito lo colocará en su dormitorio como protección. “Estoy espiritualmente llena de alegría”, comentó.