martes, 23 de marzo de 2010

El Gabinete entregó sus cargos a Correa

El pedido de renuncia del presidente Rafael Correa a su Gabinete movilizó a varios de sus ministros hasta el Palacio de Carondelet.

Entre la mañana y tarde llegaron con sus cartas de disponibilidad. Pocos lo hicieron por la puerta principal; la mayoría prefirió la cochera.

El ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, y el comandante general de la Policía, Freddy Martínez, también dimitieron mientras en las Fuerzas Armadas se analizaba cómo proceder ante la solicitud.

En la Presidencia todo se manejó con total hermetismo; la agenda presidencial mencionaba actividades de despacho.

Janeth Sánchez, ministra coordinadora de Desarrollo Social, explicó que “todos los ministros hemos renunciado. Me parece que es normal, necesario. Han sido tres años intensos, entonces lo vemos con buenos ojos. Los que tengamos que salir seguiremos apoyando desde cualquier espacio. Es prudente siempre hacer una oxigenación, es legítimo del Presidente”, dijo.

Rememoró los tres primeros años de Gobierno de los que ella ha sido protagonista, al asegurar que el mayor énfasis fue en educación y salud. Respecto a esta última área, a la que el Mandatario ha pedido mayor celeridad, Sánchez defendió que está por consolidarse la red integrada de salud pública que movilizará hospitales públicos, centros de salud y espacios de los Institutos de Seguridad Social (IESS) y de Fuerzas Armadas (ISSFA).

Al mediodía se sumó el ministro de Defensa, y fue llamada también de urgencia la ministra de la Política, Doris Soliz. Más tarde, por la calle Chile, abandonaban la Presidencia el ministro de Áreas Estratégicas, Galo Borja, y su similar de Salud, Caroline Chang. Con un semblante serio, Borja ratificó su renuncia. “Es un acto de lealtad y consideración al Presidente que puede tomar medidas”. También defendió la capacidad de su ministerio en el cumplimiento de las metas del Gobierno.

Ayer se analizó la contratación de mega proyectos, como el caso del eje Manta-Manaos, la Troncal Amazónica, cuencas hidrográficas, entre otros.

Chang evitó referirse a las recomendaciones del Jefe de Estado a la gestión en salud.

La Ministra, quien lucía una chaqueta negra elegante y un cuidadoso peinado, priorizó el almuerzo junto a los integrantes de la Fundación Jóvenes con Cáncer. Ahí se volvió a reencontrar con su colega Ángela Viteri, quien recibió el primer implante de hígado.

“Nosotros hemos trabajado y tenemos la satisfacción de haber hecho una recuperación de la salud pública, de haber impulsado una revolución”, dijo Chang mientras a prisa buscaba su auto estacionado a pocos metros. El más contento al salir de Carondelet fue el canciller Ricardo Patiño. “No sé nada”, dijo entre sonrisas al afirmar que todavía no ha entregado la renuncia al Ejecutivo.

A su criterio, la idea de oxigenar el Gabinete es retomar los temas relacionados con la revolución ciudadana. “A veces los propios ministros podemos meternos en la inercia. El Presidente ha dicho (que) hace falta cómo darle un nuevo impulso al proceso de la revolución. Hay alguna gente que se está quedando un poquito”.