QUITO.Mutualista Benalcázar, una de las entidades que no ha sido liquidada y que más le adeuda a sus depositantes.
A $ 2.129,4 millones asciende el hueco patrimonial de los 33 bancos y entidades financieras cerrados, informó la veeduría ciudadana encargada de vigilar el cierre de esas entidades.
De esta cifra, el 59,7% (eso es $ 1.272,6 millones) es el hueco patrimonial de los cinco bancos que no lograron cerrar aún sus procesos liquidatorios: Filanbanco, Progreso, Tecfinsa, Los Andes y Mutualista Benalcázar. Esas entidades tienen plazo hasta este 31 de marzo para realizar el cierre formal y transferir activos y pasivos al Banco Central.
Los 33 bancos dejan varias cuentas pendientes en el pasivo, que deberá resolverlas el Central. Entre ellas, tienen una deuda de $ 201,5 millones con el público en general y obligaciones financieras por $ 297,1 millones. Entre tanto, las cuentas por pagar ascienden a $ 2.012,4 millones.
Cuatro son las entidades que deben montos altos a sus depositantes: se trata del Banco de Préstamos con $ 76,1 millones; Mutualista Benalcázar ($ 61,6 millones); Filanbanco ($ 28,4 millones) y Banco de Los Andes ($ 11,9 millones).
De acuerdo a lo que han anunciado las autoridades de Gobierno, para cubrir el hueco patrimonial se buscará que sean los ex accionistas de los bancos quienes devuelvan con sus bienes todo lo adeudado.
Roberto Salazar, consultor económico de Hexagon, opinó que el hueco patrimonial, generado tras la quiebra financiera de 1999, debía haber sido cubierto por algún seguro, pero al no existir tal seguro, se creó la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) que debió vender los activos de los bancos para minimizar las pérdidas.
Sin embargo, haciendo un balance, tras diez años de existencia de la AGD, los mayores bienes no se vendieron y más bien el Estado ocupa los edificios que pudieron ser comercializados: en el Banco Popular está el Ministerio de Educación; en el Banco del Progreso se halla lo que fue el Gobierno del Litoral, y en otro edificio de ese mismo banco está la Comandancia de Policía, comentó.
Sobre el proceso de cierre, Gastón Bolaños, veedor del cierre bancario, se había mostrado preocupado debido a que muchos de los problemas que presentaban estos bancos hace tres meses seguían vigentes.
Adicionalmente, se conoció que Mutualista Benalcázar no se cerrará en el plazo previsto, pues la Superintendencia de Bancos permitió que continúen las negociaciones con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social para que este último adquiera los proyectos inmobiliarios de la entidad.
Bolaños explicó que Filanbanco Internacional, que se encontraba en proceso de transferir sus bienes a Filanbanco en liquidación, ya terminó este proceso, lo cual ayuda a que se agilite el cierre de este banco.
Activos versus pasivos
Los activos de las entidades financieras que cerraron tras la crisis bancaria de 1999 ascienden a $ 474,9 millones, mientras que sus pasivos alcanzan los $ 2.604,4 millones.
Informe final
Hoy la veeduría ciudadana sobre el proceso entregará el informe final del cierre bancario a la Secretaría de Pueblos, organismo que conformó el ente de vigilancia.
A $ 2.129,4 millones asciende el hueco patrimonial de los 33 bancos y entidades financieras cerrados, informó la veeduría ciudadana encargada de vigilar el cierre de esas entidades.
De esta cifra, el 59,7% (eso es $ 1.272,6 millones) es el hueco patrimonial de los cinco bancos que no lograron cerrar aún sus procesos liquidatorios: Filanbanco, Progreso, Tecfinsa, Los Andes y Mutualista Benalcázar. Esas entidades tienen plazo hasta este 31 de marzo para realizar el cierre formal y transferir activos y pasivos al Banco Central.
Los 33 bancos dejan varias cuentas pendientes en el pasivo, que deberá resolverlas el Central. Entre ellas, tienen una deuda de $ 201,5 millones con el público en general y obligaciones financieras por $ 297,1 millones. Entre tanto, las cuentas por pagar ascienden a $ 2.012,4 millones.
Cuatro son las entidades que deben montos altos a sus depositantes: se trata del Banco de Préstamos con $ 76,1 millones; Mutualista Benalcázar ($ 61,6 millones); Filanbanco ($ 28,4 millones) y Banco de Los Andes ($ 11,9 millones).
De acuerdo a lo que han anunciado las autoridades de Gobierno, para cubrir el hueco patrimonial se buscará que sean los ex accionistas de los bancos quienes devuelvan con sus bienes todo lo adeudado.
Roberto Salazar, consultor económico de Hexagon, opinó que el hueco patrimonial, generado tras la quiebra financiera de 1999, debía haber sido cubierto por algún seguro, pero al no existir tal seguro, se creó la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) que debió vender los activos de los bancos para minimizar las pérdidas.
Sin embargo, haciendo un balance, tras diez años de existencia de la AGD, los mayores bienes no se vendieron y más bien el Estado ocupa los edificios que pudieron ser comercializados: en el Banco Popular está el Ministerio de Educación; en el Banco del Progreso se halla lo que fue el Gobierno del Litoral, y en otro edificio de ese mismo banco está la Comandancia de Policía, comentó.
Sobre el proceso de cierre, Gastón Bolaños, veedor del cierre bancario, se había mostrado preocupado debido a que muchos de los problemas que presentaban estos bancos hace tres meses seguían vigentes.
Adicionalmente, se conoció que Mutualista Benalcázar no se cerrará en el plazo previsto, pues la Superintendencia de Bancos permitió que continúen las negociaciones con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social para que este último adquiera los proyectos inmobiliarios de la entidad.
Bolaños explicó que Filanbanco Internacional, que se encontraba en proceso de transferir sus bienes a Filanbanco en liquidación, ya terminó este proceso, lo cual ayuda a que se agilite el cierre de este banco.
Activos versus pasivos
Los activos de las entidades financieras que cerraron tras la crisis bancaria de 1999 ascienden a $ 474,9 millones, mientras que sus pasivos alcanzan los $ 2.604,4 millones.
Informe final
Hoy la veeduría ciudadana sobre el proceso entregará el informe final del cierre bancario a la Secretaría de Pueblos, organismo que conformó el ente de vigilancia.