miércoles, 31 de marzo de 2010

Fin a cadenas de 12 años de las FARC


El sargento Pablo Emilio Moncayo fue liberado ayer tras doce años en poder de las FARC en un exitoso operativo humanitario que también permitió el domingo la entrega del soldado Josué Daniel Calvo, los últimos que la guerrilla deja libres unilateralmente ya que ahora anunció que solo aceptará un canje por rebeldes presos.

Tras una accidentada jornada por las fuertes lluvias en la zona donde las FARC habían citado a la misión humanitaria, liderada por la senadora Piedad Córdoba, Moncayo fue trasladado a la ciudad de Florencia, en el selvático sur de Colombia.

El sargento Moncayo llegó así como un hombre libre en un helicóptero militar de Brasil y después se fundió en abrazos con sus padres, Gustavo Moncayo, profesor recordado por sus arduas caminatas de miles de kilómetros para lograr la liberación de su hijo, y María Estela Cabrera, para luego tomar en los brazos a su hermana de cinco años que no conocía, pues nació durante su secuestro.

En una rueda de prensa posterior, el ya ex rehén retiró a su padre las cadenas que ha llevado estos últimos años alrededor de su cuello y muñecas, en señal de protesta por el drama del secuestro e iguales a las que portan los cautivos en las selvas.

Moncayo, que fue secuestrado cuando tenía 19 años mientras cumplía el servicio militar, en diciembre de 1997, era uno de los dos rehenes más antiguos de Colombia. Ayer confesó que los doce años de cautiverio le han servido para meditar.

Esta emotiva liberación será, sin embargo, la última que realizarán de forma unilateral FARC, que aseguraron que ahora solo entregarán secuestrados a cambio de guerrilleros presos, incluidos rebeldes extraditados a Estados Unidos.

En un comunicado distribuido a través de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), las FARC señalaron que con las recientes entregas se debe dar paso a un acuerdo humanitario “inmediato porque el camino queda desbrozado”.

El sargento liberado fue trasladado a un hospital de Bogotá para someterse a exámenes médicos.

El gobierno ecuatoriano saludó la liberación de Moncayo. “Nuestro gobierno siempre saludará que puedan llegar a buen término actos humanitarios como esta liberación de rehenes y ojalá aquello contribuya a la liberación de otras personas en cautiverio que mantienen los grupos irregulares colombianos”, dijo el ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal.

El régimen también condena los secuestros de las FARC “porque es un acto absolutamente inhumano, reñido con todo principio de derechos humanos”, añadió el funcionario.

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, celebró la liberación y agradeció a Brasil por su papel de facilitador. “Damos la bienvenida al sargento Moncayo. Nos alegramos por su familia. Colombia recibe con los brazos abiertos a quienes regresan del cautiverio y rechaza con firmeza a los secuestradores”, señaló Uribe desde Cúcuta, fronteriza con Venezuela.

Uribe no mencionó a la ONG Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), que lidera la senadora opositora Córdoba.

Aunque la guerrilla incumplió su palabra de entregar los restos del oficial de la policía Julián Ernesto Guevara, quien murió en cautiverio, suministró a Córdoba las coordenadas del lugar en donde está sepultado para que coordine con la Cruz Roja y la Iglesia católica la operación para recuperarlos.