lunes, 23 de agosto de 2010

Principales periódicos de Argentina denuncian ofensiva del Gobierno

BUENOS AIRES. Clarín y La Nación, los principales periódicos de Argentina, denunciaron una ofensiva del Gobierno de Cristina Fernández para anular su participación en la mayor fabricante de papel para diarios del país suramericano.

El Gobierno argentino presentará el próximo martes un informe, de 400 páginas, que, según adelantaron funcionarios del propio Ejecutivo, revelará las supuestas conexiones entre estos dos diarios y el entonces régimen de facto para adueñarse en 1976 de la empresa Papel Prensa.

Según publicó hoy La Nación, el Gobierno analiza disponer la nulidad de la operación de compra de las acciones de Papel Prensa en aquel entonces, medida que daría lugar a un complejo proceso judicial.

"El Gobierno pretende adueñarse de los activos y controlar la empresa, manejar la producción de papel nacional para la impresión de diarios y someter así al periodismo independiente hasta llevarlo a una convivencia dócil con el poder", dijo, por su parte, hoy Clarín en un editorial.

Fundada en 1972, Papel Prensa, que abastece a unos 170 diarios de todo el país, está en manos de Clarín -el mayor grupo de medios del país y enfrentado con el Gobierno argentino-, con una cuota del 49 por ciento, del Estado (27,46% en forma directa y 0,62% propiedad de la agencia oficial de noticias Télam) y de La Nación (22,49%), mientras que el 0,43 por ciento corresponde a terceros.

El informe "Papel Prensa: la verdad" será presentado el próximo martes en un acto en la sede del Ejecutivo, al que fueron invitados gobernadores, parlamentarios, embajadores y también empresarios.

Según La Nación, el informe contendrá una denuncia contra directivos de ese diario, de Clarín y del diario La Razón -accionista hasta 2000- por supuestos apremios ilegales, delitos de lesa humanidad y coacción para la compra de Papel Prensa.

El informe incluiría un testimonio de Lidia Papaleo, viuda del banquero David Graiver, accionista de Papel Prensa y vinculado con la agrupación guerrillera Montoneros, quien asegura haber sido forzada a vender sus acciones en 1976 bajo torturas y amenazas de muerte de parte del director de Clarín, Héctor Magnetto, y de la dictadura militar (1976-1983).

"Tengo las mejores expectativas de una reparación histórica después de 34 años. Siento que es un gran paso para los argentinos y estoy agradecida que haya sido una mujer presidenta la que saldará esta deuda de la sociedad en su conjunto", dijo la viuda de Gravier en declaraciones publicadas hoy por el diario Perfil.

Según La Nación, "siempre quedó en claro" que los Gravier "estaban libres al momento de la venta", el 2 de noviembre de 1976, "y que a esa fecha no habían sido objeto de torturas y amenazas del gobierno militar".

"La verdad histórica es que las acciones fueron compradas al Grupo Graiver en noviembre de 1976 por los diarios Clarín, La Nación y La Razón, cuando dicho Grupo enfrentaba problemas financieros y societarios, con la quiebra de al menos dos de sus bancos en el exterior, y cuando el Grupo no podía continuar con el proyecto de construcción de la planta", afirmó Clarín en su editorial.

Según el periódico, "en ese momento todos sus integrantes estaban en libertad y no se encontraban bajo amenaza de la dictadura", mientras que "en el momento de la transferencia accionaria no se conocía la conexión del grupo Graiver con la organización armada Montoneros, vínculo que en 1977 desencadenó el repudiable secuestro de varios miembros del Grupo Graiver por la administración militar".

"Los miembros de la familia Graiver fueron ilegalmente detenidos más de cinco meses después de la venta del paquete accionario de Papel Prensa, cuando salió a la luz la relación financiera de David Graiver con Montoneros. David Graiver era acusado de haber recibido una suma millonaria del grupo armado Montoneros para administrarla e invertirla", añadió Clarín.

El informe "Papel Prensa: la verdad" también contendría denuncias sobre supuestas irregularidades administrativas y prácticas de competencia desleal por parte del directorio de Papel Prensa, controlado por los accionistas privados.

"La apropiación de Papel Prensa, aunque se disfrace con el ropaje de los derechos humanos, sólo procura la subordinación incondicional de la palabra escrita, como parte central de un proceso de dominación social impropio de los sistemas democráticos", sostuvo Clarín. (EFE)