La espera será larga y eso lo ratificó ayer el presidente Sebastián Piñera, tras participar en una misa por los mineros en el Patio de Los Cañones del Palacio La Moneda, donde se instalaron 33 banderas y una imagen de San Lorenzo, patrono de los mineros. “Los mineros (...) van a estar con nosotros en la Navidad y el año nuevo”, expresó el Mandatario.
Mientras tanto, los camiones que trasladaron la sonda que hará la perforación final fueron recibidos ayer con aplausos en el campamento de la mina San José (región de Atacama).
El jefe del operativo, André Sougarret, explicó que el fin de semana se iniciaría la perforación, porque el armado del artefacto demora entre tres y cuatro días.
La operación de rescate comprende la construcción de un ducto de 66 cm de diámetro, por donde saldrán los mineros que están a 700 metros de profundidad, por lo que los rescatistas trabajaban desde ayer haciendo la topografía del terreno donde la sonda deberá perforar el hoyo.
Los mineros comenzaron, además, a recibir mensajes de sus familiares, con lo cual se les quiere brindar un apoyo importante, especialmente porque no se les ha dicho todavía cuánto durará el operativo.
“La etapa que hemos llamado de soporte sicológico incluye la información a ellos y no se les ha transmitido todavía a ellos el tiempo que estimamos de rescate”, explicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Las cartas de las familias son enviadas al fondo de la mina dentro de un tubo de plástico, que se desliza por el mismo ducto por donde la sonda los contactó.
“Te quisimos mandar una pelota pero no pasa por la sonda”, le escribió Carolina a su padre Franklin Lobos, ex futbolista, uno de los atrapados en la mina San José.
Ya el lunes durante la primera comunicación con ellos, los rescatistas se dieron cuenta de que el estado de ánimo era mejor, cuando el ministro de Minería, Laurence Golborne, habló con ellos a través de un citófono introducido por el pequeño ducto.
“Ministro, estamos bien; esperando que nos rescaten”, manifestó el minero Luis Urzúa a Golborne, cuando preguntó cómo estaban.
En el hecho más emotivo, Urzúa le dijo: “Ministro, nosotros teníamos unos compañeros que iban saliendo hacia afuera (el 5 de agosto, día del derrumbe). No sabemos si salieron o no salieron”.
“Salieron todos ilesos. No hay ninguna fatalidad que lamentar”, respondió Golborne y se escuchaban aplausos, gritos de alegría en el fondo de la mina y los mineros cantaron el himno nacional.AFP / EFE / AP