Al igual que los vehículos, los cultivos pueden ser asegurados para evitar o minimizar las pérdidas en el sector agrícola.
De ahí que el Gobierno creó un subsidio para que los productores puedan contratar este tipo de seguro porque “son costosos”, explicó Sara Tobar, coordinadora de la Unidad de Seguro Agrícola del Ministerio de Agricultura.
El subsidio consiste en que el Estado paga el 60% del costo mientras que el productor paga el 40% restante.
En mayo de este año se registraron los primeros asegurados con el subsidio y hasta la fecha 848 personas lo han contratado. El total de cultivos asegurados asciende a 4.713 hectáreas, que al Estado le han costado 144 mil 678 dólares, pero el presupuesto para el subsidio es de 2 millones 700 mil dólares para este año.
¿Cómo funciona?
Tobar indicó que lo que se asegura es al cultivo, “por el momento sólo de tres tipos de productos (maíz duro, arroz, papa y trigo).
“Cubre los costos de producción que se generan durante la siembra de una hectárea. Todo lo que tiene que ver con preparación de terreno, insumos y mano de obra”, dijo la funcionaria.
Por ejemplo, se calcula cuánto cuesta cultivar una hectárea de papa y ese valor es el que la aseguradora deberá reembolsar al agricultor en caso de daños.
En este punto Tobar señaló que el seguro aplica en daños originados por sequías, inundaciones, exceso de humedad, vientos huracanados, incendios, heladas, granizadas, plagas y enfermedades no controlables.
Los costos del seguro se calculan de acuerdo al producto de cultivo, para lo cual se ha establecido una tabla con los promedios de costos de producción de cada producto.
“Si hay un siniestro (los daños), el seguro cubre el 100% de los costos de producción o el 85% cuando son daños parciales”, añadió María José Castillo, asesora del despacho de Agricultura.
Esta funcionaria agregó que el subsidio “está orientado a los pequeños y medianos productores porque los costos del seguro agrícola son altos” y porque “son los más afectados cuando hay problemas climáticos”.