Así, cuando el pasado 16 de agosto, el precio del barril de crudo WTI, se ubicaba en los $75,80 en la Bolsa de Nueva York, bajó al día siguiente, y para el día 18 se recuperó en ¢18; pero a partir del 19 se ha registrado una constante baja, hasta el pasado miércoles que experimentó un leve crecimiento de ¢90, llegando a los $72,52. Al cierre de esta edición, el precio del barril se ubicó en los $73,30.
El descenso en los precios internacionales del hidrocarburo afectan, de igual manera, al petróleo ecuatoriano, pues toma como base del costo unitario del barril al crudo WTI, del que se le restan $8, que es el castigo del crudo producido en el país, ya que no es de óptima calidad.
De esta manera, el petróleo ecuatoriano alcanzó su precio más bajo el pasado 24 de agosto, cuando llegó a costar $63,44 cada barril en los mercados internacionales.
A criterio de René Ortiz, ex secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y ex ministro de Energía y Minas, esto obedece principalmente a que las condiciones actuales de la oferta y la demanda del hidrocarburo no justifican un aumento en el precio del barril.
"Hay una sobrecapacidad y una sobreoferta de petróleo", indicó el experto, al atribuir el primer hecho a los 4 millones de barriles de petróleo que fueron retirados del mercado por la OPEP, en noviembre de 2008, con el fin de frenar la caída de los precios del hidrocarburo que en ese momento llegaron a los $30. Ese volumen no ha podido ser colocado en el mercado.
Asimismo, el ex funcionario explicó que existe una sobreoferta de petróleo, puesto que, a escala internacional, se consumen alrededor de 84 millones de barriles por día. Sin embargo, en el mercado, existen 86 millones de barriles, lo que deja a 2 millones sin ser utilizados.
"Si sumamos la sobrecapacidad y la sobreoferta tenemos 6 millones de barriles que no están siendo consumidos, por lo que no hay demanda de petróleo y el precio del barril tiende a bajar; esto permite avizorar que podría darse una nueva burbuja petrolera similar a la de 2008", indicó Ortiz, a lo que añadió que el crecimiento del consumo del hidrocarburo podría cerrar 2010 en el 1%, "lo cual no es nada".
El especialista concluyó que en el futuro inmediato, tanto en los Estados Unidos, como en Europa y Japón, la demanda de petróleo no crecerá. Sin embargo, son los mercados emergentes, como la China, el Brasil, la India y Sudáfrica, quienes tendrán mayores requerimientos de petróleo.
En todo caso, ante la cercanía de la temporada invernal en el hemisferio norte, los combustibles para calefacción no han presentado un incremento en su demanda, por lo que también han registrado un descenso de los precios en Wall Street.
El precio de la gasolina para entrega en septiembre se redujo en ¢4, la semana anterior, y finalizó en $1,84 el galón, al tiempo que los de gasóleo de calefacción perdieron ¢2, para cerrar la semana a $1,92 por galón.
Las perspectivas del precio del crudo, según la web de la Bolsa de Nueva York, se presentan al alza para esta semana, luego de que se divulgara que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo bajó en los Estados Unidos en 31 mil y quedó la semana pasada en 473 mil, siendo la primera disminución en un mes.