China superó ya a Japón y se convirtió en la segunda economía del mundo, solo superada por Estados Unidos. Esto ocurre justamente cuando el canciller Ricardo Patiño anuncia que las relaciones entre Ecuador y el “tigre asiático” viven su mejor momento.
Y como prueba está la financiación del proyecto hidroeléctrico Coca Codo-Sinclair, la inversión más grande registrada en el país. Esta asciende a 3.600 millones de dólares.
El subsecretario de Relaciones Bilaterales, Leonardo Arízaga, explica que “existe la voluntad política de ambos países para el relanzamiento de las relaciones en todos los niveles. Antes del inicio de la gestión del actual gobierno, la relación con China había sido meramente formal y no profunda”.
Y añadió que Ecuador ha planteado la negociación de un acuerdo comercial para el desarrollo, petición que está siendo estudiada por Pekín.
Son varias las metas fijadas por el país en esta relación bilateral. Se busca promover el turismo, reforzar la imagen de Ecuador en China, aumentar las exportaciones y las inversiones.
El embajador chino en Ecuador, Cai Runguo, también cree que las relaciones son excelentes. “En los últimos años, las relaciones políticas, y comerciales han registrado un estrechamiento. Se ha notado mucho el intercambio y la cooperación”, afirma el diplomático. Y asegura que “Ecuador y China tienen economías muy complementarias; nosotros contamos con recursos financieros y tecnología y aquí hay necesidades de muchos proyectos”.
Justamente es esta la causa del acercamiento, opina el experto en relaciones diplomáticas Guillaume Long, que dice: “China, al ser una potencia emergente, necesita de grandes cantidades de materias primas, las cuales tiene Ecuador, un país que necesita de inversión para financiar proyectos de desarrollo”.
Además resalta que China está expandiendo su influencia, por lo que toda Latinoamérica se ha acercado al gigante asiático.
Pero al mismo tiempo, el subsecretario Arízaga aclara que esta relación no implica que el país descuide sus mercados tradicionales