Bangkok, EFE. El Gobierno de Tailandia declaró ayer el toque de queda en determinadas áreas de la zona central de Bangkok en respuesta a la violencia desatada por los enfrentamientos entre manifestantes antigubernamentales y soldados, indicaron fuentes oficiales.
Los disturbios han causado al menos 30 muertos y unos 200 heridos desde que el Ejército emprendió el pasado jueves una amplia operación para cercar a los miles de camisas rojas que se atrincheran desde hace cinco semanas en el centro comercial de la capital.
En conferencia de prensa, el portavoz del Ejército dijo que "se anunciará el toque de queda necesario en algunas áreas y calles de Bangkok, y así los soldados y policías podrán diferenciar entre terroristas y ciudadanos".
Antes, en su segunda intervención televisada desde anoche, el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, insistió en que los llamados camisas rojas del frente antigubernamental tienen que poner fin de inmediato a las protestas.
"La mejor forma de prevenir pérdidas de vidas humanas es terminar con la protesta que supone una situación que lleva a la violencia, en particular cuando los manifestantes están provistos de armas de guerra", señaló el jefe del Ejecutivo.
Durante su discurso, también anunció que ha dado instrucciones al Ministerio de Educación para que aplace, por motivos de seguridad y hasta el próximo 24 de mayo, el inicio del nuevo curso escolar que estaba fijado para hoy.
"Los manifestantes tienen que regresar a sus casas y la gente debe mantenerse alejada (de la base roja)", dijo el gobernante.
Los francotiradores del Ejército tailandés abatieron ayer a dos manifestantes cuando varios cientos se concentraban en la inmediaciones de la zona central de Bangkok ocupada por los camisas rojas, dijeron testigos y fuentes médicas.
El Gobierno tailandés avisó ayer al frente de los llamados camisas rojas que tiene de plazo hasta el lunes (hoy) para disolver a sus manifestantes, a pesar de haber renunciado al plan de imponer el toque de queda en la zona central de Bangkok tras la violencia que ha causado al menos 30 muertos, en 4 días.
Los disturbios han causado al menos 30 muertos y unos 200 heridos desde que el Ejército emprendió el pasado jueves una amplia operación para cercar a los miles de camisas rojas que se atrincheran desde hace cinco semanas en el centro comercial de la capital.
En conferencia de prensa, el portavoz del Ejército dijo que "se anunciará el toque de queda necesario en algunas áreas y calles de Bangkok, y así los soldados y policías podrán diferenciar entre terroristas y ciudadanos".
Antes, en su segunda intervención televisada desde anoche, el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, insistió en que los llamados camisas rojas del frente antigubernamental tienen que poner fin de inmediato a las protestas.
"La mejor forma de prevenir pérdidas de vidas humanas es terminar con la protesta que supone una situación que lleva a la violencia, en particular cuando los manifestantes están provistos de armas de guerra", señaló el jefe del Ejecutivo.
Durante su discurso, también anunció que ha dado instrucciones al Ministerio de Educación para que aplace, por motivos de seguridad y hasta el próximo 24 de mayo, el inicio del nuevo curso escolar que estaba fijado para hoy.
"Los manifestantes tienen que regresar a sus casas y la gente debe mantenerse alejada (de la base roja)", dijo el gobernante.
Los francotiradores del Ejército tailandés abatieron ayer a dos manifestantes cuando varios cientos se concentraban en la inmediaciones de la zona central de Bangkok ocupada por los camisas rojas, dijeron testigos y fuentes médicas.
El Gobierno tailandés avisó ayer al frente de los llamados camisas rojas que tiene de plazo hasta el lunes (hoy) para disolver a sus manifestantes, a pesar de haber renunciado al plan de imponer el toque de queda en la zona central de Bangkok tras la violencia que ha causado al menos 30 muertos, en 4 días.