Tres buques atuneros, que eran propiedad del grupo Isaías, llegaron al país, al puerto de Posorja (Guayas), después de dos años de ser incautados por la desaparecida Agencia de Garantía de Depósitos (AGD).
Se trata de los barcos Andrea, Patricia y Mariela, que eran propiedad de las empresas Bredrok, Daridy y Afgan, de los ex banqueros.
Cuando la AGD emitió la resolución de incautación las naves fueron llevadas a El Callao, en Perú. Por esa razón, el Estado nunca pudo tomar posesión de ellas.
Empleados de los Isaías interpusieron acciones legales ante juzgados peruanos para evitar la repatriación. Todas estas demandas fueron desechadas. Finalmente los buques pudieron regresar el fin de semana pasado.
El asesor presidencial Pedro Delgado denunció que trabajadores de los Isaías se atrincheron durante meses en los barcos y los destruyeron.
“Estos buques estaban equipados con pangas, redes de pesca y lanchas rápidad. Además el equipo electrónico fue dañado”, informó. El funcionario calcula que los destrozos ascienden a los ocho millones de dólares.
Por esta razón los barcos no pueden navegar. Fueron arrastrados por otros buques desde El Callao.
Adrián Herrera, subsecretario de Gestión de Transparencia, visitó las naves para cerciorarse de su estado.
Delgado indicó que personal especializado del fideicomiso “AGD-CFN No más impunidad”, que administra los bienes de la banca cerrada, iniciará la evaluación de los barcos para determinar sus costos. Luego de este proceso se emprenderá la venta.
El Mariela está considerado como uno de los buques atuneros más grandes de la flota ecuatoriana. Tiene una capacidad para almacenar hasta 1.000 toneladas de pescado. Además tiene un helipuerto.
Se trata de los barcos Andrea, Patricia y Mariela, que eran propiedad de las empresas Bredrok, Daridy y Afgan, de los ex banqueros.
Cuando la AGD emitió la resolución de incautación las naves fueron llevadas a El Callao, en Perú. Por esa razón, el Estado nunca pudo tomar posesión de ellas.
Empleados de los Isaías interpusieron acciones legales ante juzgados peruanos para evitar la repatriación. Todas estas demandas fueron desechadas. Finalmente los buques pudieron regresar el fin de semana pasado.
El asesor presidencial Pedro Delgado denunció que trabajadores de los Isaías se atrincheron durante meses en los barcos y los destruyeron.
“Estos buques estaban equipados con pangas, redes de pesca y lanchas rápidad. Además el equipo electrónico fue dañado”, informó. El funcionario calcula que los destrozos ascienden a los ocho millones de dólares.
Por esta razón los barcos no pueden navegar. Fueron arrastrados por otros buques desde El Callao.
Adrián Herrera, subsecretario de Gestión de Transparencia, visitó las naves para cerciorarse de su estado.
Delgado indicó que personal especializado del fideicomiso “AGD-CFN No más impunidad”, que administra los bienes de la banca cerrada, iniciará la evaluación de los barcos para determinar sus costos. Luego de este proceso se emprenderá la venta.
El Mariela está considerado como uno de los buques atuneros más grandes de la flota ecuatoriana. Tiene una capacidad para almacenar hasta 1.000 toneladas de pescado. Además tiene un helipuerto.