lunes, 24 de mayo de 2010

Quishpe fue juzgado en Lacocha


La tensión en el ambiente se sentía, la Asamblea General de Cabildos decidió purificar a Orlando Quishpe, acusado del asesinato de Marco Olivo, como sus costumbres ancestrales establecen.

Desde temprano los habitantes de la comuna La Cocha de la parroquia Zumbahua (Cotopaxi), realizaban los preparativos necesarios para llevar a efecto el ajusticiamiento de Quishpe.

A las 10:00 como estaba previsto los habitantes de Guantopolo, La Cocha y otras comunidades acudieron al lugar donde sería ajusticiado Quishpe. Inicialmente los pobladores de las comunas intentaron evitar que los medios de comunicación reportaran el suceso que concitó la atención del país.

Luego de una reunión entre las autoridades indígenas y por petición de la familia del fallecido, el acceso a la prensa fue permitido, los dirigentes de las comunas en una rueda de prensa explicaron el procedimiento que tomaría con Quishpe.

Comentaron que la práctica de la justicia indígena no tiene nada de barbarie, ya que, cada paso tiene un valor ancestral para purificar el alma de quienes han cometido errores, es decir la ortiga y el agua son para purificar el espíritu, alejar a las malas energías y permitir que el alma sea renovada.

El látigo es utilizado para fortalecer el espíritu y ayudar a formar hombres de bien, también en este proceso existe el consejo ancestral dado a los detenidos por los dirigentes indígenas y en algunos casos por los más sabios de la comunidades.

A las 16:00 de ayer Orlando Quishpe tuvo que cargar un saco de arena, recorrió el sitio destinado para su castigo, pidió perdón a los comuneros y dijo que él no había asesinado a nadie.

Luego fue sentado sobre ortiga y posteriormente bañado en agua fría y ortigado nuevamente, los gritos de dolor y desesperación se hacían sentir, luego le pasaron el látigo con el que se selló el ajusticiamiento.

De acuerdo con la decisión de la Asamblea General de Cabildos, Orlando Quishpe tendrá que cumplir cinco años de trabajo comunitario, luego del castigo ejercido bajo estricta vigilancia de la comunidad.

Con ello los pobladores esperan que Quishpe cambie su rumbo y no cometa más errores que puedan conllevarle otro castigo similar.

Jaime Olivo, hermano de la victima, dijo que respetan la decisión de las autoridades indígenas y por ello están concientes de que el problema ha finalizado por el bien de las comunidades.

Expuso que nada podrá calmar el dolor de haber perdido a un hermano, pero esperan que con ello Quishpe se arrepienta y en un futuro sea un gran líder indígena.

Pero el fin de semana el Presidente de la República, Rafael Correa, advirtió al Ministro de Justicia que investigue lo sucedido y a los responsables de lo que él llamó secuestro de un ciudadano, para ajusticiarlo por meno propia, lo cual está prohibído. Y además porque en el país no hay pena de muerte.