La producción nacional de petróleo, que incluye la extracción que realizan las compañías públicas y privadas, no ha logrado despuntar en los últimos tres años.
Contrario a ese objetivo, la producción de crudo se ha mantenido en constante descenso, según estadísticas del Ministerio de Recursos Naturales no Renovables y del Banco Central.
Según sus cifras, entre enero y abril pasados, el país extrajo un promedio de 461.317 barriles diarios de crudo, 7,45% menos que los 498.500 barriles diarios producidos en igual periodo del año anterior. Ayer, incluso, la extracción estuvo en 369.340 barriles, debido a problemas operativos reportados por algunas petroleras.
El descenso, sin embargo, no fue tan marcado si se compara con el primer cuatrimestre del 2008. Frente a ese año, la producción de enero y abril pasado fue del 10,3%; eso, debido a que el país produjo en ese entonces 514.250 barriles diarios.
Pero en relación con enero y abril del 2007, la caída fue del 8%. En ese lapso hubo una extracción de 502.000 barriles.
Analistas consultados coincidieron en que ese derrumbe obedece a dos factores: la incertidumbre y la improvisación en el manejo del sector que, a su vez, desemboca en otras causas como la falta de inversión.
Henry Llanes, conocedor petrolero, señaló que la mayor injerencia es la actitud del presidente de la República, Rafael Correa. “Cambia de criterio de un momento a otro y eso genera incertidumbre”, dijo.
Ejemplo de ello, sostuvo, fue el accionar con respecto al reparto de los excedentes, que en un inicio estuvo en el 50%, luego pasó al 99% y ahora se ubica en 70%.
Con esas señales, manifestó Llanes, las compañías reducen sus inversiones y esto trae como consecuencia una baja en la producción.
Fausto Patiño, profesional de la consultora Multienlace, de su parte, consideró que el factor más importante es la inexistencia de inversiones en perforación, que es el resultado de la ausencia de contratos petroleros a largo plazo.
“Cuando el precio del petróleo está alto, se escucha la renegociación de los contratos y cuando está bajo, no existe el mismo ruido”, afirmó.
Y según los tres expertos, el Fisco no ha aprovechado por completo el ingreso extra por los altos precios del petróleo, que en los últimos cuatro meses ha sobrepasado los $ 70.
Ana Cristina Mena, también del Multienlace, estimó que no es fácil calcular cuánto el país debería estar produciendo en realidad si existiese la inversión adecuada, pero aseguró que el retroceso es evidente.
Las inversiones petroleras estatales históricamente no han sido adecuadas y en caso de haberlas no han sido correctamente ejecutadas o direccionadas y eso pesa en el resultado: no cosechar un aumento de producción, según Mena.
Algo similar ocurre con las compañías privadas, que al culminar la vigencia de sus contratos y al no encontrar un escenario propicio para quedarse, no dejan más que un quemimportismo en la actividad, refirió Llanes.
Contrario a ese objetivo, la producción de crudo se ha mantenido en constante descenso, según estadísticas del Ministerio de Recursos Naturales no Renovables y del Banco Central.
Según sus cifras, entre enero y abril pasados, el país extrajo un promedio de 461.317 barriles diarios de crudo, 7,45% menos que los 498.500 barriles diarios producidos en igual periodo del año anterior. Ayer, incluso, la extracción estuvo en 369.340 barriles, debido a problemas operativos reportados por algunas petroleras.
El descenso, sin embargo, no fue tan marcado si se compara con el primer cuatrimestre del 2008. Frente a ese año, la producción de enero y abril pasado fue del 10,3%; eso, debido a que el país produjo en ese entonces 514.250 barriles diarios.
Pero en relación con enero y abril del 2007, la caída fue del 8%. En ese lapso hubo una extracción de 502.000 barriles.
Analistas consultados coincidieron en que ese derrumbe obedece a dos factores: la incertidumbre y la improvisación en el manejo del sector que, a su vez, desemboca en otras causas como la falta de inversión.
Henry Llanes, conocedor petrolero, señaló que la mayor injerencia es la actitud del presidente de la República, Rafael Correa. “Cambia de criterio de un momento a otro y eso genera incertidumbre”, dijo.
Ejemplo de ello, sostuvo, fue el accionar con respecto al reparto de los excedentes, que en un inicio estuvo en el 50%, luego pasó al 99% y ahora se ubica en 70%.
Con esas señales, manifestó Llanes, las compañías reducen sus inversiones y esto trae como consecuencia una baja en la producción.
Fausto Patiño, profesional de la consultora Multienlace, de su parte, consideró que el factor más importante es la inexistencia de inversiones en perforación, que es el resultado de la ausencia de contratos petroleros a largo plazo.
“Cuando el precio del petróleo está alto, se escucha la renegociación de los contratos y cuando está bajo, no existe el mismo ruido”, afirmó.
Y según los tres expertos, el Fisco no ha aprovechado por completo el ingreso extra por los altos precios del petróleo, que en los últimos cuatro meses ha sobrepasado los $ 70.
Ana Cristina Mena, también del Multienlace, estimó que no es fácil calcular cuánto el país debería estar produciendo en realidad si existiese la inversión adecuada, pero aseguró que el retroceso es evidente.
Las inversiones petroleras estatales históricamente no han sido adecuadas y en caso de haberlas no han sido correctamente ejecutadas o direccionadas y eso pesa en el resultado: no cosechar un aumento de producción, según Mena.
Algo similar ocurre con las compañías privadas, que al culminar la vigencia de sus contratos y al no encontrar un escenario propicio para quedarse, no dejan más que un quemimportismo en la actividad, refirió Llanes.