El ex presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), José Pileggi, indica que para que la penetración telefónica sea efectiva en Guayaquil, esta debe alcanzar el 20%, pero solo llega al 16%.
El problema radica -según su criterio- a la falta de inversión por la empresa estatal. Reconoce, sin embargo, que la CNT tiene una ventaja sobre el resto de operadoras que ofrecen el mismo servicio: su infraestructura.
De acuerdo con Pileggi, la que posee no ha sido bien explotada. “Empresas como Telmex, Etapa y TV Cable, entre otras, teniendo menos, ofrecen un mejor servicio que la CNT a los guayaquileños, y en cuestión de horas”.
Deja claro, sin embargo, que la telefonía fija dejó de ser un negocio hace rato. Lo actual es ofrecer servicios complementarios como Internet, televisión por cable y, obviamente, telefonía.
De ello está consciente Laurido, de la unidad de Soporte y Activación de Servicios de la CNT, quien explica que para suplir la deficiencia de telefonía fija en la ciudad, la CNT viene instalando plataformas inalámbricas en varios puntos de Guayaquil.
Actualmente, existen 7 radiobases que proveen el servicio telefónico inalámbrico, sobre todo en zonas marginales.
Las empresas que operan en la vía a Daule, por ejemplo, se han beneficiado de este sistema que además les ha permitido evitar el robo de cables, que era muy común en el sector.
Algunas cooperativas del Guasmo, Isla Trinitaria, Bastión Popular y La Prosperina, entre otras, también se han servido del servicio, aunque no todos los abonados le “tienen fe”: prefieren el sistema tradicional.
El mismo funcionario de la Corporación hizo un anuncio para solucionar el déficit telefónico: la instalación de 73 nodos (concentrador de líneas telefónicas). ¿El objetivo? Reducir la cobertura de las centrales principales.
“Con los concentradores esperamos reducir la cantidad de cable de cobre -robado para venderlo en el exterior- a fin de tener más cerca el nodo a la casa del cliente y ofrecer un mejor servicio, como mayor velocidad de banda ancha.
El radio de cobertura del nodo será de 5 km, dice Laurido, tras señalar que este proyecto está contemplado dentro del Plan Nacional de Conectividad que entrará en operación durante el segundo semestre de 2010.
Respecto a las dificultades que existe en el Guasmo, reconoce que hay una sola central que abastece al populoso sector: “al instalar nodos intermedios acortaremos las distancias y el cliente obtendrá un mejor servicio”.
El ex vicepresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Litoral (Crieel), Eduardo Avellán, sostiene que para poner a Guayaquil al ritmo del mundo se necesita que el Estado realice una millonaria inversión, de lo contrario jamás alcanzaríamos los estándares internacionales (de 25 a 30 líneas por cada 100 habitantes).
Según Avellán, la empresa telefónica estatal (CNT) factura anualmente alrededor de 400 millones de dólares, “justamente lo que invierte Porta cada año. Imagínese usted”, exclama.
Para el ex vicepresidente del Crieel, los problemas de la CNT en la última década han sido la poca inversión y los pésimos administradores que han estado al frente de la entidad.
El problema radica -según su criterio- a la falta de inversión por la empresa estatal. Reconoce, sin embargo, que la CNT tiene una ventaja sobre el resto de operadoras que ofrecen el mismo servicio: su infraestructura.
De acuerdo con Pileggi, la que posee no ha sido bien explotada. “Empresas como Telmex, Etapa y TV Cable, entre otras, teniendo menos, ofrecen un mejor servicio que la CNT a los guayaquileños, y en cuestión de horas”.
Deja claro, sin embargo, que la telefonía fija dejó de ser un negocio hace rato. Lo actual es ofrecer servicios complementarios como Internet, televisión por cable y, obviamente, telefonía.
De ello está consciente Laurido, de la unidad de Soporte y Activación de Servicios de la CNT, quien explica que para suplir la deficiencia de telefonía fija en la ciudad, la CNT viene instalando plataformas inalámbricas en varios puntos de Guayaquil.
Actualmente, existen 7 radiobases que proveen el servicio telefónico inalámbrico, sobre todo en zonas marginales.
Las empresas que operan en la vía a Daule, por ejemplo, se han beneficiado de este sistema que además les ha permitido evitar el robo de cables, que era muy común en el sector.
Algunas cooperativas del Guasmo, Isla Trinitaria, Bastión Popular y La Prosperina, entre otras, también se han servido del servicio, aunque no todos los abonados le “tienen fe”: prefieren el sistema tradicional.
El mismo funcionario de la Corporación hizo un anuncio para solucionar el déficit telefónico: la instalación de 73 nodos (concentrador de líneas telefónicas). ¿El objetivo? Reducir la cobertura de las centrales principales.
“Con los concentradores esperamos reducir la cantidad de cable de cobre -robado para venderlo en el exterior- a fin de tener más cerca el nodo a la casa del cliente y ofrecer un mejor servicio, como mayor velocidad de banda ancha.
El radio de cobertura del nodo será de 5 km, dice Laurido, tras señalar que este proyecto está contemplado dentro del Plan Nacional de Conectividad que entrará en operación durante el segundo semestre de 2010.
Respecto a las dificultades que existe en el Guasmo, reconoce que hay una sola central que abastece al populoso sector: “al instalar nodos intermedios acortaremos las distancias y el cliente obtendrá un mejor servicio”.
El ex vicepresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Litoral (Crieel), Eduardo Avellán, sostiene que para poner a Guayaquil al ritmo del mundo se necesita que el Estado realice una millonaria inversión, de lo contrario jamás alcanzaríamos los estándares internacionales (de 25 a 30 líneas por cada 100 habitantes).
Según Avellán, la empresa telefónica estatal (CNT) factura anualmente alrededor de 400 millones de dólares, “justamente lo que invierte Porta cada año. Imagínese usted”, exclama.
Para el ex vicepresidente del Crieel, los problemas de la CNT en la última década han sido la poca inversión y los pésimos administradores que han estado al frente de la entidad.