lunes, 24 de mayo de 2010

El 24 de Mayo, día de fervor patrio en Ecuador


La campaña de Pichincha en 1822 fue fundamental para las aspiraciones de libertad americana. Por esta razón, Bolívar quiso dirigirla personalmente, pero no pudo hacerlo por ocuparse de los movimientos realistas acantonados en Perú, Quito y Pasto.

Mas, el Libertador emprendió su lucha encargando a Sucre, quien con intrepidez e inteligencia guerrera planificó su estrategia desde Cuenca, Riobamba y Latacunga (2 de mayo) organizando sus tropas. Él supo que los ejércitos de Aymerich se ubicaron en Triopullo y Machachi cubriendo los pasos de Jalupana y Viudita.

De inmediato el mariscal Sucre planteó la ofensiva por los ríos Cutuche y Limpiopungo en las faldas del Cotopaxi y los ríos Pedregal–Pita, Guabal, Sangolquí, Puengasí, Turubamba, Chillogallo y Quito.

Desde las alturas del Rumiñahui engañó a los realistas y continuó por el Valle de los Chillos, con los batallones Dragones y Yaguachi; en cambio Aymerich decidió entrar a Quito ubicándose en El Panecillo.

Sucre superó gran parte de la geografía occidental hostigando a los realistas con sus ejércitos hasta ocupar las alturas del Pichincha y el 24 de mayo por la mañana se rompen los fuegos produciéndose bajas de los dos bandos.
El Mariscal, a pesar de la falta de municiones, sorprende al enemigo con sus fuerzas y cerca del mediodía los patriotas desde las alturas derrotan a los realistas que salen en desbandada, alcanzándose la victoria.

Inmediatamente Sucre exigió la capitulación, se firmó el Acta que reafirmaba la independencia, adhiriéndose Quito a la Gran Colombia. Bolívar sabedor del triunfo, consolida nuestra nacionalidad y luego la ciudad siente júbilo por su llegada a Quito y Guayaquil, hechos importantes para la libertad americana y acontecimientos posteriores del Perú.

En este día la Patria se congrega para celebrar su independencia con actos cívicos, militares, educativos y sociales, a fin de demostrar que hemos compensado con creces las lecciones y principios que nos legaron nuestros héroes. Es decir, debemos alimentarnos de libertad y justicia todos los días pensando en el sacrificio de los mártires y en el alumbramiento de la paz y dignidad ciudadanas. (La hora)