martes, 2 de marzo de 2010

ITT: apoyo de Egipto solo es moral


Bajo el lema: Yasuní, el primer paso a un Ecuador post-petrolero, cientos de personas se dieron cita el domingo en la Plaza del Teatro, centro de Quito, para pedir que no se explote el petróleo de esta región.

Música, teatro y danza matizaron este encuentro que contó con la presencia de personalidades cercanas a los movimientos ambientales, como el ex presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, y el presidente de la Conaie, Marlon Santi.

Los activistas explicaron la inmensa biodiversidad existente en el Parque Nacional Yasuní y los impactos que acarrearía iniciar la extracción de crudo.

Para Ximena Sánchez, de 14 años, es necesario que el mundo entero apoye la iniciativa. "Yo sabía sobre las plantas y animales del Yasuní, pero no imaginaba la dimensión de esa reserva que da vida a todo el planeta" explicó.

Por su parte, Gunnar Christensen, de nacionalidad noruega, hizo un llamado a las autoridades de su país "para que se unan a esta propuesta generada en una nación pequeña pero con buenas ideas".

En tanto, el embajador de Egipto en Ecuador, Hicham Marzouk, en un diálogo con HOY, ratificó el apoyo de su país a la iniciativa Yasuní-ITT, tal como fue anunciado por el Ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores. Sin embargo, el diplomático manifestó que este apoyo es moral y no contempla la entrega de recursos a la propuesta, porque la nación africana también atraviesa problemas económicos.

El proyecto prevé evitar la producción de unos 410 millones de toneladas de dióxido de carbono por la no explotación del petróleo y por lo cual el Ecuador pide a la comunidad internacional una compensación económica.

La idea es dejar bajo tierra alrededor de 850 millones de barriles de crudo en el sector de la Amazonía ecuatoriana, en donde se encuentra el Yasuní.

Según los expertos, esta zona es la cuenca más biodiversa de la Amazonía y es el hogar de dos pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario: los Tagaeri y Taromenane.