SANTIAGO, AFP-EFE. Piñera recibirá hoy la banda presidencial de la socialista Michelle Bachelet, quien auguró que la reconstrucción de Chile puede durar prácticamente los cuatro años que gobernará su sucesor.
La Concertación, una coalición de cuatro partidos de centro e izquierda que ha gobernado Chile por 20 años desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet, deja el poder este jueves y enfrenta el desafío de convertirse por primera vez en oposición.
El bloque nació hacia el final de la dictadura de Pinochet, para hacer oposición a un régimen que buscaba eternizarse en el poder. Por medio de un plebiscito, la alianza -que originalmente reunió a 17 partidos políticos-, logró imponer la opción 'No' (56%) contra la continuidad del dictador.
Un año más tarde, se desarrollaron elecciones generales y el 11 de marzo de 1990 asumió el poder el demócrata cristiano (DC) Patricio Aylwin, el primero de los cuatro gobernantes consecutivos de la Concertación, hoy integrada por la DC, el Partido Socialista, el Radical Social Demócrata y el Partido por la Democracia.
Desde esa fecha el bloque ganó todas las elecciones locales y logró posicionar a Chile como uno de los países de la región más estables política y económicamente.
Pero después de 20 años, la Concertación comenzó a dar muestras de desgaste, con una fuerte división al interior de sus cuatro partidos y la salida de históricas figuras, como los senadores Adolfo Zaldívar o Fernando Flores, quienes formaron sus propios partidos políticos.
Eso rompió el equilibrio de un sistema político donde la centro-izquierda y la derecha están prácticamente empatadas en el Congreso.
El desgaste terminó por pasarle electoralmente la cuenta al conglomerado en las últimas elecciones, cuando pese a más de un 80% de respaldo a la presidenta Michelle Bachelet, los votantes optaron por dar un giro a la derecha, de la mano del empresario Sebastián Piñera.
El desafío de ser oposición es visto por el bloque como una oportunidad para retomar temas aplazados, especialmente en los que atañen a la protección de los derechos de la clase media.
"El pueblo nos eligió para ser oposición y vamos a cumplir ese mandato", estimó el diputado del Partido por la Democracia, Patricio Hales.
Sin embargo, para el politólogo Mauricio Morales "el futuro de la Concertación está amenazado, porque no está acostumbrada a ser oposición". 84% de popularidad al final de un mandato tiene la presidenta Michelle Bachelet.
Piñera, el presidente de la reconstrucción
Sebastián Piñera, el primer presidente de derecha elegido en Chile en medio siglo, quería llegar a La Moneda para aplicar "una nueva forma de gobernar", pero el terremoto del 27 de febrero le obligará a cambiar de planes para dedicarse a la reconstrucción de un maltrecho país.
El presidente electo ya anunció que el suyo será un cambio de mando "austero", que dará paso a un gobierno marcado de antemano por el terremoto que ha causado hasta el momento 497 muertos y más de dos millones de damnificados.
Sólo un día después de la catástrofe, Piñera afirmó que destinará el 2 por ciento del presupuesto del Estado a la reconstrucción de las zonas afectadas.
La Concertación, una coalición de cuatro partidos de centro e izquierda que ha gobernado Chile por 20 años desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet, deja el poder este jueves y enfrenta el desafío de convertirse por primera vez en oposición.
El bloque nació hacia el final de la dictadura de Pinochet, para hacer oposición a un régimen que buscaba eternizarse en el poder. Por medio de un plebiscito, la alianza -que originalmente reunió a 17 partidos políticos-, logró imponer la opción 'No' (56%) contra la continuidad del dictador.
Un año más tarde, se desarrollaron elecciones generales y el 11 de marzo de 1990 asumió el poder el demócrata cristiano (DC) Patricio Aylwin, el primero de los cuatro gobernantes consecutivos de la Concertación, hoy integrada por la DC, el Partido Socialista, el Radical Social Demócrata y el Partido por la Democracia.
Desde esa fecha el bloque ganó todas las elecciones locales y logró posicionar a Chile como uno de los países de la región más estables política y económicamente.
Pero después de 20 años, la Concertación comenzó a dar muestras de desgaste, con una fuerte división al interior de sus cuatro partidos y la salida de históricas figuras, como los senadores Adolfo Zaldívar o Fernando Flores, quienes formaron sus propios partidos políticos.
Eso rompió el equilibrio de un sistema político donde la centro-izquierda y la derecha están prácticamente empatadas en el Congreso.
El desgaste terminó por pasarle electoralmente la cuenta al conglomerado en las últimas elecciones, cuando pese a más de un 80% de respaldo a la presidenta Michelle Bachelet, los votantes optaron por dar un giro a la derecha, de la mano del empresario Sebastián Piñera.
El desafío de ser oposición es visto por el bloque como una oportunidad para retomar temas aplazados, especialmente en los que atañen a la protección de los derechos de la clase media.
"El pueblo nos eligió para ser oposición y vamos a cumplir ese mandato", estimó el diputado del Partido por la Democracia, Patricio Hales.
Sin embargo, para el politólogo Mauricio Morales "el futuro de la Concertación está amenazado, porque no está acostumbrada a ser oposición". 84% de popularidad al final de un mandato tiene la presidenta Michelle Bachelet.
Piñera, el presidente de la reconstrucción
Sebastián Piñera, el primer presidente de derecha elegido en Chile en medio siglo, quería llegar a La Moneda para aplicar "una nueva forma de gobernar", pero el terremoto del 27 de febrero le obligará a cambiar de planes para dedicarse a la reconstrucción de un maltrecho país.
El presidente electo ya anunció que el suyo será un cambio de mando "austero", que dará paso a un gobierno marcado de antemano por el terremoto que ha causado hasta el momento 497 muertos y más de dos millones de damnificados.
Sólo un día después de la catástrofe, Piñera afirmó que destinará el 2 por ciento del presupuesto del Estado a la reconstrucción de las zonas afectadas.