lunes, 24 de agosto de 2009

El río Zarumilla mueve los hitos


El cambio de curso que tomó el río Zarumilla, en la frontera con Perú, por sus continuos desbordamientos, causa molestias entre los agricultores de la zona de Arenillas, en el sur de El Oro. La ribera hace de límite natural entre Ecuador y Perú, en un extenso tramo de su recorrido por el cantón Arenillas.

Los agricultores ubicados en el cordón fronterizo esperan ser indemnizados por sus tierras con un valor justo. En la zona se cultivan principalmente cítricos, maíz, yuca y plátano.
Los campesinos de Rancho Chico se oponen a la construcción de un dique en el río Zarumilla. El muelle busca aprovechar las aguas del afluente.
Perú levantaba el año pasado muros en su margen del río, frente al poblado ecuatoriano de Carcabón, para evitar desbordamientos. La obra se detuvo por pedido de Ecuador.
La semana pasada, autoridades de ambos países se reunieron para discutir el manejo de la cuenca hidrográfica del río.
Los agricultores que poseen sus pequeñas chacras y cultivos de ciclo corto a lo largo de la margen ecuatoriana del río se muestran preocupados por el desvío de las aguas del Zarumilla. El río cambió su cauce a lo largo de caseríos como Guabillo, Rancho Chico y Carcabón, del cantón Arenillas, frente a territorio peruano.

Iván Pintado, campesino de Guabillo, una comuna de 300 habitantes, dice que el río se desbordó hace dos años y se introdujo en las chacras de los agricultores, arrebatándoles tierras sembradas. “Cuando las aguas bajaron, el río formó islotes donde antes estaban las plantaciones. Ahora no sabemos si están en nuestro territorio o del lado peruano”.

Pintado dice que suelen producirse disputas entre los campesinos de ambos márgenes del río por la posesión de esos islotes.
El río Zarumilla agravó el problema debido a que en sus frecuentes desbordamientos destruyó muchos de los hitos que delimitaban el cordón fronterizo.

Hernán Camacho, presidente del Comité pro mejoras de Rancho Chico, una pequeña comuna agrícola, afirma que como a muchos hitos se los llevó el agua, ahora se están quedando sin tierras.

Camacho posee 14 hectáreas sembradas con limoneros en la margen ecuatoriana del río. En su propiedad había un hito, pero el río se lo llevó años atrás.

Técnicos del Instituto Nacional de Riego (Inar) estuvieron la semana pasada realizando mediciones en la zona para determinar la ubicación de los nuevos hitos. “Ya colocaron postes más pequeños, sin embargo no están donde quedaban los anteriores”, cuestiona Camacho.

El Inar comenzó desde junio pasado un proceso de información entre los pobladores de esa zona de la frontera sobre la instalación de nuevos hitos.
Según el organismo, la desaparición de algunos de los hitos causa problemas entre los campesinos de la frontera común.

Además se contrató la construcción de un dique en el río pero la obra está retrasada por la oposición de agricultores que temen por sus cultivos. Esta tiene un costo total de USD 1 383 605.

La Comisión Mixta de Fronteras Ecuador-Perú es la encargada de colocar las nuevas marcas delimitantes. En su tarea, el organismo tiene el apoyo del Instituto Nacional de Desarrollo Agrario y de la Secretaría Nacional del Agua.

De acuerdo con el Inar, la socialización del proceso de colocación de hitos ya se hizo en las comunas Quebrada Seca, Chacras y La Isla. “A lo largo del tiempo, el río ha variado su cauce, pero los límites convenidos en el Protocolo de Río de Janeiro no han cambiado”, indicó Jorge Torres, técnico del Inar de El Oro, durante su visita a los campesinos del sector.

El delegado del Inda, Gabriel Rodríguez, manifestó que el organismo se encargará de indemnizar a los campesinos a los que se deba reubicar en otros terrenos. Esto, después del proceso de delimitación de las áreas donde se perdieron los hitos.

Ni el Inar de El Oro ni la Cancillería ecuatoriana han precisado cuántos hitos serán cambiados en el cordón fronterizo con Perú.

En Rancho Chico, mientras tanto, los moradores afirman que hasta la semana pasada ya se habían colocado 30 hitos.(El Comercio)