El chupacabras, ese monstruo misterioso que surgió hace más de una década en Puerto Rico y otros países, estaría en nuestro país.
Por lo menos así lo afirman los habitantes de Gullanhapa en Cuenca, quienes juran haber sido visitados por este extraño ser que dejó sin una gota de sangre a unos sesenta borregos a los cuales, además, despedazó. Tanto el desangre, como el descuartizamiento, son características típicas de este extraño ser del que no se sabe si es paranormal o rezago de alguna raza prehistórica de depredadores.
El poblado donde ocurrió el hecho lo conforman unas mil quinientas personas, la mayoría dedicada a la producción de leche y a la agricultura, situado a una hora de Cuenca, donde el terror reina entre los comuneros.
"Yo pude verle una noche cuando pasó corriendo cerca de mi terreno, los perros aullaban sin cesar, y hasta hubo un viento frío, me dio mucho miedo y no pude ni siquiera gritar", señala Elsa Criollo agregando que "desde hace un mes han comenzado a aparecer los cuerpos de borregos destrozados y sin sangre".
El más reciente hallazgo de borregos muertos con estas características se registró hace cuatro días en la propiedad de Alejandro Criollo, donde dos de ocho animales amanecieron sin vísceras y en medio de un charco de sangre.
"Era macabro, los cuerpos tenían marcas de haber sido devorados con saña por un ser de colmillos grandes que les dejó mordidas profundas", dice Elsa Criollo.
"No sabemos qué esté pasando en el pueblo, nadie nos ayuda, esa noche los perros aullaban y algunos aterrados hicieron disparos al aire, pero nadie vio nada", afirma Elsa con temor y preguntándose "si esa cosa será peligrosa para los seres humanos".
Unos tres mil metros más arriba, en el techo de una vivienda cuelgan los cueros ensangrentados de unos cuantos borregos. Es la casa de María Fernández, en pleno centro del pueblo.
Ella perdió cuatro de los cinco borregos, uno se salvó, pero perdió la oreja del lado derecho.
"Esa noche no se escuchó nada, cuando fui en la mañana a la parte de atrás de la casa, ya no encontré a mis animales, y fue una vecina quien horrorizada me avisó que unos restos sangrantes estaban desperdigados entre los sembríos, a 200 metros de donde los dejé, y solo uno había quedado medio muerto. No sé qué está pasando, mi suegro me dice que más arriba, en Parcoloma, había visto pasar un animal parecido a un leopardo, de color café y que esa sería la bestia que está matando a nuestros borreguitos", afirma María Fernández.
Sin embargo, en la zona no existe rastro alguno de huellas de la existencia de algún felino, lo que desmiente la versión de un leopardo, puma o tigrillo. Además, los borregos quedan sin sangre y las huellas de los dientes son mucho más profundas.
Los testimonios son variados, los sentimientos también, y los humildes campesinos azuayos solo dicen "estamos armados de valor para descubrir por nuestra propia cuenta qué está ocurriendo".
El hecho es similar a otro sucedido hace un año y medio en el sector de Tutupali, donde hubo evidencias de la presencia de lo que se pensó eran felinos, pero nunca pudieron identificarlos ni mucho menos cazarlos.
Por todo esto, y luego de consultar en Internet, surgió la hipótesis del mítico "chupacabras" por los antecedentes ocurridos en otros países como en Puerto Rico, donde este ser dejó centenares de vacas y ovejas -también perros y gatos- sin gota de sangre succionada a través de unos largos colmillos por la yugular.
La lista de personas perjudicadas en el Azuay por la muerte de los carneros supera a los sesenta y aparte de la pérdida la gente siente terror de que este ser siga matando. Parece que todo esto fuera una película de terror, pero es la realidad. Las evidencias están ahí para quién quiera comprobarlas.
La ciencia no ha podido probar físicamente la existencia de este extraño ser que ha sido visto por muchas personas, pero no fotografiado. Solo existen identiks elaborados de acuerdo a las versiones que han dado las personas que lo han podido ver.
Varias son las versiones del chupacabras que se barajan. Se dice que podría ser una nueva especie emparentada con las panteras. Los más imaginativos manifiestan que se trataría de un ente extraterrestre. Según ellos habría llegado a la tierra a través de un portal abierto a otra dimensión que estaría situado entre Puerto Rico y Sudamérica. Una variante de esta curiosa teoría es que el chupacabras proviene de una nave espacial alienígena cuyos tripulantes lo llevarían como mascota o bien como algún espécimen sometido a estudio. De algún modo, debido a algún tipo de avería en la nave o accidente, el chupacabras habría escapado, quedando atrapado en la Tierra. Otros que lo han visto piensan que se trata de un "demonio del infierno".
Algunos testigos afirman que es como un gorila de tamaño menor con dientes muy pronunciados y capaz incluso de volar o dar saltos impresionantes y silenciosos.
Otros relatos lo describen como un animal pequeño con forma de diablillo, mitad cabra, mitad monstruo, mientras que otras personas lo describen como una especie de murciélago mediano. Algunos dicen que tiene la apariencia de un perro, lobo o coyote.
En el libro de Isaías (en la parte apocalíptica misma) se menciona a un monstruo femenino llamado Lilith, que en algunas versiones de la Biblia se ha traducido como chotacabras (muy similar al chupacabras). En efecto Isaías describe el fin del viejo orden y la llegada de un mundo nuevo e ideal. En Isaías 34.11 se dice:
"Se adueñaron de ella (de la Tierra) el pelícano y el erizo, la lechuza (Lilith o el chotacabras) y el cuervo morarán en ella; y se extenderá en ella un cordel de destrucción".
Curiosamente en la Bíblia también Jesús indica que "en la sangre está el alma de todo ser", así que se podría decir que el chupacabras se alimenta del alma de los animales.
El mito se originó en la isla de Puerto Rico, en América Central y América del Sur, en países como Argentina, Perú, Puerto Rico, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Chile, República Dominicana, México, etc; y en algunas zonas del sur de Estados Unidos y ahora en Ecuador.
Pese a ello solo existen diferentes identikits del ente elaborados a través de los testimonios de personas que aseveran haberlo visto con ojos rojos sin párpados, rabo largo, peludo, cuerpo de canguro, espinas en la espalda, colmillos y garras. (Extra)
Por lo menos así lo afirman los habitantes de Gullanhapa en Cuenca, quienes juran haber sido visitados por este extraño ser que dejó sin una gota de sangre a unos sesenta borregos a los cuales, además, despedazó. Tanto el desangre, como el descuartizamiento, son características típicas de este extraño ser del que no se sabe si es paranormal o rezago de alguna raza prehistórica de depredadores.
El poblado donde ocurrió el hecho lo conforman unas mil quinientas personas, la mayoría dedicada a la producción de leche y a la agricultura, situado a una hora de Cuenca, donde el terror reina entre los comuneros.
"Yo pude verle una noche cuando pasó corriendo cerca de mi terreno, los perros aullaban sin cesar, y hasta hubo un viento frío, me dio mucho miedo y no pude ni siquiera gritar", señala Elsa Criollo agregando que "desde hace un mes han comenzado a aparecer los cuerpos de borregos destrozados y sin sangre".
El más reciente hallazgo de borregos muertos con estas características se registró hace cuatro días en la propiedad de Alejandro Criollo, donde dos de ocho animales amanecieron sin vísceras y en medio de un charco de sangre.
"Era macabro, los cuerpos tenían marcas de haber sido devorados con saña por un ser de colmillos grandes que les dejó mordidas profundas", dice Elsa Criollo.
"No sabemos qué esté pasando en el pueblo, nadie nos ayuda, esa noche los perros aullaban y algunos aterrados hicieron disparos al aire, pero nadie vio nada", afirma Elsa con temor y preguntándose "si esa cosa será peligrosa para los seres humanos".
Unos tres mil metros más arriba, en el techo de una vivienda cuelgan los cueros ensangrentados de unos cuantos borregos. Es la casa de María Fernández, en pleno centro del pueblo.
Ella perdió cuatro de los cinco borregos, uno se salvó, pero perdió la oreja del lado derecho.
"Esa noche no se escuchó nada, cuando fui en la mañana a la parte de atrás de la casa, ya no encontré a mis animales, y fue una vecina quien horrorizada me avisó que unos restos sangrantes estaban desperdigados entre los sembríos, a 200 metros de donde los dejé, y solo uno había quedado medio muerto. No sé qué está pasando, mi suegro me dice que más arriba, en Parcoloma, había visto pasar un animal parecido a un leopardo, de color café y que esa sería la bestia que está matando a nuestros borreguitos", afirma María Fernández.
Sin embargo, en la zona no existe rastro alguno de huellas de la existencia de algún felino, lo que desmiente la versión de un leopardo, puma o tigrillo. Además, los borregos quedan sin sangre y las huellas de los dientes son mucho más profundas.
Los testimonios son variados, los sentimientos también, y los humildes campesinos azuayos solo dicen "estamos armados de valor para descubrir por nuestra propia cuenta qué está ocurriendo".
El hecho es similar a otro sucedido hace un año y medio en el sector de Tutupali, donde hubo evidencias de la presencia de lo que se pensó eran felinos, pero nunca pudieron identificarlos ni mucho menos cazarlos.
Por todo esto, y luego de consultar en Internet, surgió la hipótesis del mítico "chupacabras" por los antecedentes ocurridos en otros países como en Puerto Rico, donde este ser dejó centenares de vacas y ovejas -también perros y gatos- sin gota de sangre succionada a través de unos largos colmillos por la yugular.
La lista de personas perjudicadas en el Azuay por la muerte de los carneros supera a los sesenta y aparte de la pérdida la gente siente terror de que este ser siga matando. Parece que todo esto fuera una película de terror, pero es la realidad. Las evidencias están ahí para quién quiera comprobarlas.
La ciencia no ha podido probar físicamente la existencia de este extraño ser que ha sido visto por muchas personas, pero no fotografiado. Solo existen identiks elaborados de acuerdo a las versiones que han dado las personas que lo han podido ver.
Varias son las versiones del chupacabras que se barajan. Se dice que podría ser una nueva especie emparentada con las panteras. Los más imaginativos manifiestan que se trataría de un ente extraterrestre. Según ellos habría llegado a la tierra a través de un portal abierto a otra dimensión que estaría situado entre Puerto Rico y Sudamérica. Una variante de esta curiosa teoría es que el chupacabras proviene de una nave espacial alienígena cuyos tripulantes lo llevarían como mascota o bien como algún espécimen sometido a estudio. De algún modo, debido a algún tipo de avería en la nave o accidente, el chupacabras habría escapado, quedando atrapado en la Tierra. Otros que lo han visto piensan que se trata de un "demonio del infierno".
Algunos testigos afirman que es como un gorila de tamaño menor con dientes muy pronunciados y capaz incluso de volar o dar saltos impresionantes y silenciosos.
Otros relatos lo describen como un animal pequeño con forma de diablillo, mitad cabra, mitad monstruo, mientras que otras personas lo describen como una especie de murciélago mediano. Algunos dicen que tiene la apariencia de un perro, lobo o coyote.
En el libro de Isaías (en la parte apocalíptica misma) se menciona a un monstruo femenino llamado Lilith, que en algunas versiones de la Biblia se ha traducido como chotacabras (muy similar al chupacabras). En efecto Isaías describe el fin del viejo orden y la llegada de un mundo nuevo e ideal. En Isaías 34.11 se dice:
"Se adueñaron de ella (de la Tierra) el pelícano y el erizo, la lechuza (Lilith o el chotacabras) y el cuervo morarán en ella; y se extenderá en ella un cordel de destrucción".
Curiosamente en la Bíblia también Jesús indica que "en la sangre está el alma de todo ser", así que se podría decir que el chupacabras se alimenta del alma de los animales.
El mito se originó en la isla de Puerto Rico, en América Central y América del Sur, en países como Argentina, Perú, Puerto Rico, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Chile, República Dominicana, México, etc; y en algunas zonas del sur de Estados Unidos y ahora en Ecuador.
Pese a ello solo existen diferentes identikits del ente elaborados a través de los testimonios de personas que aseveran haberlo visto con ojos rojos sin párpados, rabo largo, peludo, cuerpo de canguro, espinas en la espalda, colmillos y garras. (Extra)