La Asamblea Nacional legislativa rechazó la noche de ayer la posibilidad de que se instalen tropas estadounidenses en bases militares colombianas y solicitó a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que emita unas medidas de confianza para aplicarlas en la región.
La Asamblea aprobó una resolución, en la que rechazó "la decisión del Gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de permitir un importante incremento de la presencia militar estadounidense en su territorio".
El legislativo ecuatoriano consideró que la eventual ampliación de los acuerdos militares entre Colombia y EE.UU. socavan, "seriamente, los esfuerzos de integración y de construcción de una paz efectiva y real en América del Sur".
Sostuvo que dicho acuerdo "parecería estar destinado a sabotear el proceso de formación de la Unasur, así como de otras iniciativas para lograr la autonomía de nuestros pueblos".
Exhortó al Parlamento Latinoamericano y a la Unasur "a reunirse para que emitan un pronunciamiento respecto a la instalación de bases militares estadounidenses en Colombia".
Instó a la región a mantener un apego "irrestricto" a la Carta de las Naciones Unidas, específicamente a "la prohibición del uso de la amenaza de la fuerza, al arreglo pacífico de las controversias, la no intervención" y que se privilegie "la convivencia en paz".
En ese sentido, convocó a los países de Unasur a elaborar "un acuerdo general de medidas de confianza mutua y de seguridad, indispensables para que, desde una relación transparente, se evite el escalamiento de los conflictos, se superen diferencias y temores que ensombrecen la relación de los gobiernos y ponen en riesgo la integración".
Sobre la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Colombia, así como la posibilidad de que ambos países inicien un diálogo para superar sus diferencias, el Legislativo ecuatoriano apoyó las iniciativas que se dirijan a ese objetivo.
La Asamblea remarcó en la "necesidad de que Colombia atienda favorablemente las condiciones planteadas por el Gobierno de Ecuador", en torno al ataque militar colombiano del 1 de marzo de 2008 contra un campamento de la guerrilla de las FARC instalado, clandestinamente, en la selva ecuatoriana.
Asimismo, el Legislativo ecuatoriano hizo "hincapié en la necesidad de que Colombia renuncie a la repudiable e ilegal doctrina del ataque preventivo extraterritorial, así como a toda política que atente contra la soberanía de sus vecinos".
La resolución legislativa señala que Ecuador hace votos para que, "una vez superada la actual situación diplomática con Colombia, las dos naciones y sus gobiernos pueda avanzar decididamente en la profundización de su amistad, de su integración y de su cooperación" en todos los campos.
Finalmente, la Asamblea ecuatoriana reiteró "los más profundos sentimientos de amistad y fraternidad con el pueblo colombiano", así como el deseo de que ese país, "más pronto que tarde", goce de "la deseada paz".
La Asamblea aprobó una resolución, en la que rechazó "la decisión del Gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de permitir un importante incremento de la presencia militar estadounidense en su territorio".
El legislativo ecuatoriano consideró que la eventual ampliación de los acuerdos militares entre Colombia y EE.UU. socavan, "seriamente, los esfuerzos de integración y de construcción de una paz efectiva y real en América del Sur".
Sostuvo que dicho acuerdo "parecería estar destinado a sabotear el proceso de formación de la Unasur, así como de otras iniciativas para lograr la autonomía de nuestros pueblos".
Exhortó al Parlamento Latinoamericano y a la Unasur "a reunirse para que emitan un pronunciamiento respecto a la instalación de bases militares estadounidenses en Colombia".
Instó a la región a mantener un apego "irrestricto" a la Carta de las Naciones Unidas, específicamente a "la prohibición del uso de la amenaza de la fuerza, al arreglo pacífico de las controversias, la no intervención" y que se privilegie "la convivencia en paz".
En ese sentido, convocó a los países de Unasur a elaborar "un acuerdo general de medidas de confianza mutua y de seguridad, indispensables para que, desde una relación transparente, se evite el escalamiento de los conflictos, se superen diferencias y temores que ensombrecen la relación de los gobiernos y ponen en riesgo la integración".
Sobre la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Colombia, así como la posibilidad de que ambos países inicien un diálogo para superar sus diferencias, el Legislativo ecuatoriano apoyó las iniciativas que se dirijan a ese objetivo.
La Asamblea remarcó en la "necesidad de que Colombia atienda favorablemente las condiciones planteadas por el Gobierno de Ecuador", en torno al ataque militar colombiano del 1 de marzo de 2008 contra un campamento de la guerrilla de las FARC instalado, clandestinamente, en la selva ecuatoriana.
Asimismo, el Legislativo ecuatoriano hizo "hincapié en la necesidad de que Colombia renuncie a la repudiable e ilegal doctrina del ataque preventivo extraterritorial, así como a toda política que atente contra la soberanía de sus vecinos".
La resolución legislativa señala que Ecuador hace votos para que, "una vez superada la actual situación diplomática con Colombia, las dos naciones y sus gobiernos pueda avanzar decididamente en la profundización de su amistad, de su integración y de su cooperación" en todos los campos.
Finalmente, la Asamblea ecuatoriana reiteró "los más profundos sentimientos de amistad y fraternidad con el pueblo colombiano", así como el deseo de que ese país, "más pronto que tarde", goce de "la deseada paz".