Ni un solo día, desde que la Refinería Estatal de Esmeraldas (REE) inició sus operaciones ha trabajado a su máxima capacidad. Las paralizaciones de los equipos y las unidades técnicas obligan a detener la producción de combustibles.
Incluso, en estos días que la operatividad de la Refinería, la más grande del país, está en su mejor momento, el procesamiento alcanza un poco más de 105 mil barriles de crudo diarios. Su capacidad es de 110 mil barriles diarios.
El problema es que los equipos, las plantas y las unidades técnicas se paralizan continuamente. Las razones: mantenimiento, daños de la maquinaria, cortes de energía eléctrica.
El hecho es que solo en 2006, la refinería se detuvo 175 ocasiones. En 2007, las paralizaciones sumaron 110. Según constan en los informes anuales de Petroindustrial.
Los reportes periodísticos señalan que entre enero y agosto de 2008 se contabilizaron 13.
Y en este año se cuentan, al menos, tres. Uno de ellos, el 7 de enero pasado, tras registrarse un corte de energía la Refinería se paralizó.
Todo esto se traduce en una caída de la producción nacional de combustibles. Eso obliga al Gobierno a importar una mayor cantidad de gasolinas, diésel y más, con lo cual se atiende la demanda interna.
Los paros
En febrero de este año las operaciones de las unidades que producen gasolina y diésel premium se paralizaron durante 34 días. En ocasiones como esas coinciden el incremento de importaciones o los desabastecimientos de combustibles.
Los titulares de Petroindustrial se negaron a proporcionar información del tema. Este Diario solicitó, por dos ocasiones, entrevistas al titular de la filial de Petroecuador, Edmundo Lértora. También se solicitó información a través de la Ley de Acceso, pero tampoco hubo una respuesta positiva.
Sin embargo, la paralización de las unidades técnicas está vinculada directamente con el abastecimiento de combustibles. Los primeros días de agosto una de las plantas de la Unidad de Craqueamiento Catalítico Fluido, que transforma el crudo en gasolinas, se paralizó por tres días.
El paro no programado afectó los despachos y eso ocasionó un déficit, reconoció el dirigente sindical de la Refinería, Baldemar Valverde.
Los recursos
¿Cuánto han costado estas frecuentes paralizaciones y rehabilitaciones? Petroindustrial no proporciona esa información. Pero las sumas son altas, por ejemplo solo en febrero de 2007, para arreglar la Unidad de Fluido Craqueo Catalítico se gastó unos tres millones 500 mil dólares.
Pero eso solo es una parte de la inversión realizada. En 2007, Petroecuador destinó 18 millones 613 mil 947 dólares, en la Refinería. En 2008, el monto subió a un poco más de 100 millones. Y para este año se estima un presupuesto de 86 millones 557 mil 424 dólares, de los cuales ya se ejecutaron, es decir que se pagó el 98,1% de esos recursos por obras.
Es decir que solo en tres años se destinó unos 200 millones de dólares para rehabilitación, incluida la última contratada con SK. Los recursos podrían alimentar la construcción de la refinería del Pacífico, un programa del Gobierno que impulsa desde el año pasado. Su construcción se estima en 13 mil millones de dólares.
Opera desde 1977
La Refinería Estatal de Esmeraldas (REE) –el más grande complejo refinador de petróleos del Ecuador- ubicada al sur de esta ciudad se mantiene ‘viva’ por la serie de mantenimientos que se le hacen.
La empresa japonesa ‘Sumitomo Chiyoda’ la construyó entre 1975 y 1977 para procesar 55 mil 600 barriles de petróleo por día. Su primera ampliación a 90 mil barriles diarios fue en 1987 y finalmente llegó a 110 mil en 1999.
Se empezó a producir combustibles para atender la demanda de gasolina súper y extra, el diésel para las actividades terrestres, marinas, eléctrico, gas de uso doméstico, el fuel oil abastece al sector industrial eléctrico y marino.
También se produce la demanda de asfalto para el sector vial. Y el de jet fuel que se utiliza en el mercado de la aviación.
La Armada
Problemas críticos de producción y operatividad aparecieron en noviembre de 2008 cuando la Armada del Ecuador decide administrar la empresa por orden del gobierno del presidente Rafael Correa Delgado, según el dirigente petrolero ante el Directorio de Petroindustrial, Miller Quiñónez Sosa.
La administración de la Refinería de Esmeraldas la asume Nelson Chulde Ruano, de manos del ex superintendente Wilfrido Sierra, operando al 96% con 105 mil 600 barriles diarios de producción.
En marzo de 2007, la Refinería fue declarada en emergencia. De esa forma se esperaba escoger a una empresa para que trabaje en la rehabilitación de la planta. Finalmente, la coreana SK se hizo del contrato.
Cambio de equipos
Informes del 21 de febrero pasado dan cuenta que de los 105 mil 600 barriles diarios que debió procesarse en ese mes, sólo pasaron 45 mil 523 barriles la carga con la que trabajó, es decir, el 41%. La unidad Crudo 2, que abastece de petróleo para el procesamiento, presentó problemas, por eso la baja.
De acuerdo con la Superintendencia de la Refinería de Esmeraldas se requiere cambiar equipos estacionarios, cañerías, tuberías y válvulas que por su estado de deterioro ameritan reemplazos en forma urgentes.
“Los equipos tienen su periodo de vida útil; una vez que se los interviene se los repotencia y cumplen con su función, es decir, vuelven a su condición operativa normal”, refirió René Arroyo, hace unos meses, cuando aún era superintendente de la Refinería.
Incluso, en estos días que la operatividad de la Refinería, la más grande del país, está en su mejor momento, el procesamiento alcanza un poco más de 105 mil barriles de crudo diarios. Su capacidad es de 110 mil barriles diarios.
El problema es que los equipos, las plantas y las unidades técnicas se paralizan continuamente. Las razones: mantenimiento, daños de la maquinaria, cortes de energía eléctrica.
El hecho es que solo en 2006, la refinería se detuvo 175 ocasiones. En 2007, las paralizaciones sumaron 110. Según constan en los informes anuales de Petroindustrial.
Los reportes periodísticos señalan que entre enero y agosto de 2008 se contabilizaron 13.
Y en este año se cuentan, al menos, tres. Uno de ellos, el 7 de enero pasado, tras registrarse un corte de energía la Refinería se paralizó.
Todo esto se traduce en una caída de la producción nacional de combustibles. Eso obliga al Gobierno a importar una mayor cantidad de gasolinas, diésel y más, con lo cual se atiende la demanda interna.
Los paros
En febrero de este año las operaciones de las unidades que producen gasolina y diésel premium se paralizaron durante 34 días. En ocasiones como esas coinciden el incremento de importaciones o los desabastecimientos de combustibles.
Los titulares de Petroindustrial se negaron a proporcionar información del tema. Este Diario solicitó, por dos ocasiones, entrevistas al titular de la filial de Petroecuador, Edmundo Lértora. También se solicitó información a través de la Ley de Acceso, pero tampoco hubo una respuesta positiva.
Sin embargo, la paralización de las unidades técnicas está vinculada directamente con el abastecimiento de combustibles. Los primeros días de agosto una de las plantas de la Unidad de Craqueamiento Catalítico Fluido, que transforma el crudo en gasolinas, se paralizó por tres días.
El paro no programado afectó los despachos y eso ocasionó un déficit, reconoció el dirigente sindical de la Refinería, Baldemar Valverde.
Los recursos
¿Cuánto han costado estas frecuentes paralizaciones y rehabilitaciones? Petroindustrial no proporciona esa información. Pero las sumas son altas, por ejemplo solo en febrero de 2007, para arreglar la Unidad de Fluido Craqueo Catalítico se gastó unos tres millones 500 mil dólares.
Pero eso solo es una parte de la inversión realizada. En 2007, Petroecuador destinó 18 millones 613 mil 947 dólares, en la Refinería. En 2008, el monto subió a un poco más de 100 millones. Y para este año se estima un presupuesto de 86 millones 557 mil 424 dólares, de los cuales ya se ejecutaron, es decir que se pagó el 98,1% de esos recursos por obras.
Es decir que solo en tres años se destinó unos 200 millones de dólares para rehabilitación, incluida la última contratada con SK. Los recursos podrían alimentar la construcción de la refinería del Pacífico, un programa del Gobierno que impulsa desde el año pasado. Su construcción se estima en 13 mil millones de dólares.
Opera desde 1977
La Refinería Estatal de Esmeraldas (REE) –el más grande complejo refinador de petróleos del Ecuador- ubicada al sur de esta ciudad se mantiene ‘viva’ por la serie de mantenimientos que se le hacen.
La empresa japonesa ‘Sumitomo Chiyoda’ la construyó entre 1975 y 1977 para procesar 55 mil 600 barriles de petróleo por día. Su primera ampliación a 90 mil barriles diarios fue en 1987 y finalmente llegó a 110 mil en 1999.
Se empezó a producir combustibles para atender la demanda de gasolina súper y extra, el diésel para las actividades terrestres, marinas, eléctrico, gas de uso doméstico, el fuel oil abastece al sector industrial eléctrico y marino.
También se produce la demanda de asfalto para el sector vial. Y el de jet fuel que se utiliza en el mercado de la aviación.
La Armada
Problemas críticos de producción y operatividad aparecieron en noviembre de 2008 cuando la Armada del Ecuador decide administrar la empresa por orden del gobierno del presidente Rafael Correa Delgado, según el dirigente petrolero ante el Directorio de Petroindustrial, Miller Quiñónez Sosa.
La administración de la Refinería de Esmeraldas la asume Nelson Chulde Ruano, de manos del ex superintendente Wilfrido Sierra, operando al 96% con 105 mil 600 barriles diarios de producción.
En marzo de 2007, la Refinería fue declarada en emergencia. De esa forma se esperaba escoger a una empresa para que trabaje en la rehabilitación de la planta. Finalmente, la coreana SK se hizo del contrato.
Cambio de equipos
Informes del 21 de febrero pasado dan cuenta que de los 105 mil 600 barriles diarios que debió procesarse en ese mes, sólo pasaron 45 mil 523 barriles la carga con la que trabajó, es decir, el 41%. La unidad Crudo 2, que abastece de petróleo para el procesamiento, presentó problemas, por eso la baja.
De acuerdo con la Superintendencia de la Refinería de Esmeraldas se requiere cambiar equipos estacionarios, cañerías, tuberías y válvulas que por su estado de deterioro ameritan reemplazos en forma urgentes.
“Los equipos tienen su periodo de vida útil; una vez que se los interviene se los repotencia y cumplen con su función, es decir, vuelven a su condición operativa normal”, refirió René Arroyo, hace unos meses, cuando aún era superintendente de la Refinería.
