Cuatro meses después de pedir recursos al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ecuador recibió unos 349 millones de dólares en papeles.
Los recursos están representados en documentos denominados Derechos Especiales de Giro (DEG), que constituyen una moneda virtual del organismo. Esa es la representación de los recursos que mantienen los países miembros del FMI, en el organismo.
El multilateral distribuyó 250 mil millones de dólares entre sus miembros. Así atendió un pedido del G20, el grupo que reúne a los 20 países más poderosos del mundo, realizado en abril anterior.
Ese mismo mes, el ministro de Política Económica del Ecuador, Diego Borja, participó en la Asamblea del FMI. Aquella ocasión solicitó que se amplíe la emisión de los DEG a favor de los países afectados por la crisis financiera internacional.
Borja también solicitó que se flexibilicen las líneas de créditos, se eliminen los condicionamientos establecidos por el FMI, y que una parte de los DEG sean entregados a las naciones en desarrollo a través de organismos como la ONU.
Los pedidos fueron más allá, pero por el momento se cumplió con una de las aspiraciones del Gobierno ecuatoriano: entrega de un mayor número de DEG.
Los DEG a la venta
El Fondo también prevé que algunos países quieran hacerse de recursos efectivos. Por ello, la resolución va acompañada de la posibilidad de vender los DEG a otros países miembros del FMI.
Lo pueden hacer “en forma parcial o total, a cambio de monedas fuertes –por ejemplo, para cubrir necesidades relativas a la balanza de pagos”, señala el comunicado de prensa emitido por el organismo.
Es decir, que cada país tiene la opción de mantener los DEG o venderlos. En caso de comercializarlo cada Gobierno contará con recursos que ingresen a su país para equilibrar la balanza de pagos.
La balanza es el registro contable de un país, en el que constan los ingresos y egresos. En caso de haber más egresos que ingresos se genera un déficit que debe cubrirse rápidamente. El excedente es el dinero que circula en el interior de un país.
Nueva asignación
El FMI prepara una nueva asignación de DEG a sus miembros para el 9 de septiembre próximo. La intención es incrementar la participación de cada país.
Eso significará una emisión adicional de DEG por 21 mil 500 millones, es decir 33 mil millones de dólares. Los certificados se respaldan con monedas efectivas que son entregados por los miembros o se obtienen con las inversiones realizadas por el FMI.
En total, el Fondo entregará DEG por 204 mil millones, unos 316 mil millones de dólares. “La asignación de DEG es una parte esencial de las medidas adoptadas por el FMI ante la crisis mundial, que brinda un apoyo significativo a sus miembros en estos tiempos difíciles”, señaló Dominique Strauss-Kahn, Director Gerente del FMI.
Los recursos están representados en documentos denominados Derechos Especiales de Giro (DEG), que constituyen una moneda virtual del organismo. Esa es la representación de los recursos que mantienen los países miembros del FMI, en el organismo.
El multilateral distribuyó 250 mil millones de dólares entre sus miembros. Así atendió un pedido del G20, el grupo que reúne a los 20 países más poderosos del mundo, realizado en abril anterior.
Ese mismo mes, el ministro de Política Económica del Ecuador, Diego Borja, participó en la Asamblea del FMI. Aquella ocasión solicitó que se amplíe la emisión de los DEG a favor de los países afectados por la crisis financiera internacional.
Borja también solicitó que se flexibilicen las líneas de créditos, se eliminen los condicionamientos establecidos por el FMI, y que una parte de los DEG sean entregados a las naciones en desarrollo a través de organismos como la ONU.
Los pedidos fueron más allá, pero por el momento se cumplió con una de las aspiraciones del Gobierno ecuatoriano: entrega de un mayor número de DEG.
Los DEG a la venta
El Fondo también prevé que algunos países quieran hacerse de recursos efectivos. Por ello, la resolución va acompañada de la posibilidad de vender los DEG a otros países miembros del FMI.
Lo pueden hacer “en forma parcial o total, a cambio de monedas fuertes –por ejemplo, para cubrir necesidades relativas a la balanza de pagos”, señala el comunicado de prensa emitido por el organismo.
Es decir, que cada país tiene la opción de mantener los DEG o venderlos. En caso de comercializarlo cada Gobierno contará con recursos que ingresen a su país para equilibrar la balanza de pagos.
La balanza es el registro contable de un país, en el que constan los ingresos y egresos. En caso de haber más egresos que ingresos se genera un déficit que debe cubrirse rápidamente. El excedente es el dinero que circula en el interior de un país.
Nueva asignación
El FMI prepara una nueva asignación de DEG a sus miembros para el 9 de septiembre próximo. La intención es incrementar la participación de cada país.
Eso significará una emisión adicional de DEG por 21 mil 500 millones, es decir 33 mil millones de dólares. Los certificados se respaldan con monedas efectivas que son entregados por los miembros o se obtienen con las inversiones realizadas por el FMI.
En total, el Fondo entregará DEG por 204 mil millones, unos 316 mil millones de dólares. “La asignación de DEG es una parte esencial de las medidas adoptadas por el FMI ante la crisis mundial, que brinda un apoyo significativo a sus miembros en estos tiempos difíciles”, señaló Dominique Strauss-Kahn, Director Gerente del FMI.