La Cumbre extraordinaria que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) celebrará hoy en Bariloche intentará superar la tensión generada en la región por el acuerdo militar entre Colombia y los Estados Unidos.
Y aunque no estaba prevista una reunión bilateral entre Ecuador y Colombia para superar el impasse diplomático que surgió a raíz del ataque colombiano contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano (Angostura), el 1º de marzo de 2008, se esperaba que la cumbre sea una oportunidad para que se produzca un nuevo acercamiento entre ambos países.
El primero ya se produjo el 19 de agosto en Lima, en el marco del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, donde los cancilleres de Ecuador, Fander Falconí, y de Colombia, Jaime Bermúdez, intercambiaron opiniones para restaurar las relaciones.
Una propuesta era designar un ente internacional para que medie en el conflicto diplomático. Entre las opciones se mencionaron el Centro Carter y la Organización de Estados Americanos (OEA). Hasta el momento no hay nada en concreto.
Presidentes de los 12 países de Unasur se reunirán en la ciudad argentina (situada unos 1 650 Km al sur de Buenos Aires), para intentar limar las discrepancias y conseguir del presidente colombiano Álvaro Uribe garantías sobre su acuerdo con Washington, que permite utilizar al ejército estadounidense hasta siete bases en territorio colombiano.
La tensión marcará la cita de Bariloche, precedida de una escalada de críticas y descalificaciones contra Uribe por parte del mandatario venezolano, Hugo Chávez, que ha adelantado que prepara la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia, congeladas desde julio.
Chávez, quien ha asegurado que presentará en la Cumbre un informe para desmontar "las mentiras" de Colombia sobre el acuerdo militar, considera que "esas siete bases son una declaración de guerra contra la revolución bolivariana".
Bogotá, por su parte, ha denunciado ante el Consejo Permanente de la OEA las "injerencias" del líder venezolano en asuntos internos.
Uribe quiere abordar otros asuntos espinosos, como la "carrera armamentista" de algunos de sus vecinos -con especial atención a Venezuela, los acuerdos de cooperación extra-regionales y el terrorismo.
Si estas parecen ser por estas horas cuestiones básicas que enmarcan la Cumbre, no es menos cierto que hay decisión, para el caso Chávez en concreto, de aplicar antídotos destinados a no permitirle que arruine el encuentro. Las Cancillerías de Argentina y Brasil, vienen trabajando sigilosamente para impedir que Unasur salga debilitada.
Próxima reunión.- Por su parte, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien ocupa la presidencia pro tempore del organismo regional, expresó ayer en Lima su disposición a convocar una próxima reunión de la Unasur. En ella se abordará la preocupación de Perú en torno a un supuesto "acuerdo bajo la mesa" entre Chile y Bolivia sobre las aspiraciones bolivianas de tener salida al mar. (Diario de Río Negro/EFE
Y aunque no estaba prevista una reunión bilateral entre Ecuador y Colombia para superar el impasse diplomático que surgió a raíz del ataque colombiano contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano (Angostura), el 1º de marzo de 2008, se esperaba que la cumbre sea una oportunidad para que se produzca un nuevo acercamiento entre ambos países.
El primero ya se produjo el 19 de agosto en Lima, en el marco del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, donde los cancilleres de Ecuador, Fander Falconí, y de Colombia, Jaime Bermúdez, intercambiaron opiniones para restaurar las relaciones.
Una propuesta era designar un ente internacional para que medie en el conflicto diplomático. Entre las opciones se mencionaron el Centro Carter y la Organización de Estados Americanos (OEA). Hasta el momento no hay nada en concreto.
Presidentes de los 12 países de Unasur se reunirán en la ciudad argentina (situada unos 1 650 Km al sur de Buenos Aires), para intentar limar las discrepancias y conseguir del presidente colombiano Álvaro Uribe garantías sobre su acuerdo con Washington, que permite utilizar al ejército estadounidense hasta siete bases en territorio colombiano.
La tensión marcará la cita de Bariloche, precedida de una escalada de críticas y descalificaciones contra Uribe por parte del mandatario venezolano, Hugo Chávez, que ha adelantado que prepara la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia, congeladas desde julio.
Chávez, quien ha asegurado que presentará en la Cumbre un informe para desmontar "las mentiras" de Colombia sobre el acuerdo militar, considera que "esas siete bases son una declaración de guerra contra la revolución bolivariana".
Bogotá, por su parte, ha denunciado ante el Consejo Permanente de la OEA las "injerencias" del líder venezolano en asuntos internos.
Uribe quiere abordar otros asuntos espinosos, como la "carrera armamentista" de algunos de sus vecinos -con especial atención a Venezuela, los acuerdos de cooperación extra-regionales y el terrorismo.
Si estas parecen ser por estas horas cuestiones básicas que enmarcan la Cumbre, no es menos cierto que hay decisión, para el caso Chávez en concreto, de aplicar antídotos destinados a no permitirle que arruine el encuentro. Las Cancillerías de Argentina y Brasil, vienen trabajando sigilosamente para impedir que Unasur salga debilitada.
Próxima reunión.- Por su parte, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien ocupa la presidencia pro tempore del organismo regional, expresó ayer en Lima su disposición a convocar una próxima reunión de la Unasur. En ella se abordará la preocupación de Perú en torno a un supuesto "acuerdo bajo la mesa" entre Chile y Bolivia sobre las aspiraciones bolivianas de tener salida al mar. (Diario de Río Negro/EFE