Los países vecinos de Colombia tienen derecho a expresar sus opiniones ante el acuerdo que permite a tropas de Estados Unidos usar siete bases militares en la nación andina y Washington está obligado a "ofrecerles transparencia", dijo el martes el embajador estadounidense en Bogotá.
"Esos vecinos tienen derecho de opinión y de expresar sus opiniones. Algunos sí han expresado sus opiniones en voz bastante alta y tenemos la obligación de ofrecerles transparencia completa y total", dijo el embajador Willian Brownfield.
Durante un evento académico en el caribeño puerto de Barranquilla, el diplomático desvirtuó las críticas al acuerdo, especialmente de los gobiernos de Venezuela y Ecuador, y acusó a los mandatarios de estos países -sin nombrarlos- de criticar para tratar de sacar dividendos políticos.
"Los que buscan una ventaja política, filosófica o ideológica nunca van a escuchar (razones) y nunca van a cambiar sus posiciones", enfatizó el diplomático quien mantuvo tensas relaciones con el gobierno de Hugo Chávez cuando representó a su país en esa nación.
Brownfield negó que la firma del acuerdo vaya a disparar la cifra de militares estadounidenses en territorio colombiano. En "2007 llegamos a tener 580 hombres y en 2009 el número no supera los 280", concluyó el embajador.
El acuerdo que permite a Washington emplear las bases colombianas durante diez años provocó expresiones de rechazo y preocupación en la mayoría de los países de la región y será tratada este fin de semana en una cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Sudaméricanas (Unasur), en Bariloche (Argentina).
El viernes, Brasil propuso que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, participara en la reunión de Unasur, pero éste declinó la invitación.
"Esos vecinos tienen derecho de opinión y de expresar sus opiniones. Algunos sí han expresado sus opiniones en voz bastante alta y tenemos la obligación de ofrecerles transparencia completa y total", dijo el embajador Willian Brownfield.
Durante un evento académico en el caribeño puerto de Barranquilla, el diplomático desvirtuó las críticas al acuerdo, especialmente de los gobiernos de Venezuela y Ecuador, y acusó a los mandatarios de estos países -sin nombrarlos- de criticar para tratar de sacar dividendos políticos.
"Los que buscan una ventaja política, filosófica o ideológica nunca van a escuchar (razones) y nunca van a cambiar sus posiciones", enfatizó el diplomático quien mantuvo tensas relaciones con el gobierno de Hugo Chávez cuando representó a su país en esa nación.
Brownfield negó que la firma del acuerdo vaya a disparar la cifra de militares estadounidenses en territorio colombiano. En "2007 llegamos a tener 580 hombres y en 2009 el número no supera los 280", concluyó el embajador.
El acuerdo que permite a Washington emplear las bases colombianas durante diez años provocó expresiones de rechazo y preocupación en la mayoría de los países de la región y será tratada este fin de semana en una cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Sudaméricanas (Unasur), en Bariloche (Argentina).
El viernes, Brasil propuso que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, participara en la reunión de Unasur, pero éste declinó la invitación.