El Ministerio de Salud confirmó que el virus mató a una persona en Cuenca y a otra en Ambato. Habitantes de zonas rurales se quejan por falta de médicos y dispensarios
El país reporta oficialmente las dos primeras muertes a causa de la gripe AH1N1, según confirmó ayer la ministra de Salud, Caroline Chang.
El primer caso es una paciente identificada como Soledad, de 28 años, habitante de una comunidad de la parroquia Parcaloma, en el cantón Cuenca (Azuay), quien, el 23 de junio, se atendió con un médico privado y, pese a recibir tratamiento, el 29 de junio fue ingresada a una clínica con el diagnóstico de neumonía, hasta que, el 3 de julio, como no había mejoría, se notificó a la Dirección de Salud de la sospecha de que tenía el virus de la AH1N1. Días después falleció, pese a que sus parientes, según contaron, gastaron $2 200 en el tratamiento.
Ayer, unas 40 personas se sorprendieron cuando los periodistas empezaron a llegar al lugar donde vivía Soledad para averiguar del caso. "No queremos nada de fotografías. Aquí no ha pasado nada", dijo uno de ellos.
La vivienda de Soledad se ubica en la montaña, a más de 300 metros del camino principal de dicha comunidad. En el pequeño patio de la casa, a pesar del frío, varias personas preparaban cuyes, pollos y hasta mataron una res para dar de comer a quienes asistieron al velorio y entierro.
Las caras de sorpresa e indignación fueron cuando se enteraron que el ministerio había hecho público que la mujer murió por causa de la gripe AH1N1. "Nosotros no sabemos nada. Nadie nos ha dicho nada", indicó Hilda, prima de la fallecida.
"Aquí estamos bien y, véanos, no tenemos nada", decía en cambio la madre de la víctima, quien dijo que pasó varios días junto a Soledad y que no tiene ni siquiera un estornudo.
El director de Salud del Azuay, Julio Molina, manifestó que se hace un seguimiento a todas las personas de Parcoloma. "Es un caso atípico", resaltó. No obstante, "aquí no ha llegado ni un solo médico. Aquí ni siquiera tenemos un buen centro de salud", denunciaron habitantes.
Según Molina, una semana antes de que Soledad cayera enferma, llegaron al sector personas provenientes de España, quienes compartieron una fiesta familiar.
LA OTRA VÍCTIMA. El segundo caso es un paciente en Tungurahua, quien fue atendido primero en Riobamba (Chimborazo) por un médico particular con un cuadro de gripe y que, luego, el 4 de julio, fue transferido al Hospital del IESS de Ambato con diagnóstico de neumonía. Allí se decidió su traslado a la unidad de cuidados intensivos, pero falleció 36 horas después.
Esas muertes ocurren casi tres meses después de detectarse, en Guayaquil, el primer caso de contagiados con el virus en el país y justamente cuando el Ministerio de Salud decidió intensificar la vigilancia epidemiológica en los puntos de entrada al país para evitar la expansión de la gripe.
Existen 218 casos confirmados de AH1N1 en Ecuador.
El país reporta oficialmente las dos primeras muertes a causa de la gripe AH1N1, según confirmó ayer la ministra de Salud, Caroline Chang.
El primer caso es una paciente identificada como Soledad, de 28 años, habitante de una comunidad de la parroquia Parcaloma, en el cantón Cuenca (Azuay), quien, el 23 de junio, se atendió con un médico privado y, pese a recibir tratamiento, el 29 de junio fue ingresada a una clínica con el diagnóstico de neumonía, hasta que, el 3 de julio, como no había mejoría, se notificó a la Dirección de Salud de la sospecha de que tenía el virus de la AH1N1. Días después falleció, pese a que sus parientes, según contaron, gastaron $2 200 en el tratamiento.
Ayer, unas 40 personas se sorprendieron cuando los periodistas empezaron a llegar al lugar donde vivía Soledad para averiguar del caso. "No queremos nada de fotografías. Aquí no ha pasado nada", dijo uno de ellos.
La vivienda de Soledad se ubica en la montaña, a más de 300 metros del camino principal de dicha comunidad. En el pequeño patio de la casa, a pesar del frío, varias personas preparaban cuyes, pollos y hasta mataron una res para dar de comer a quienes asistieron al velorio y entierro.
Las caras de sorpresa e indignación fueron cuando se enteraron que el ministerio había hecho público que la mujer murió por causa de la gripe AH1N1. "Nosotros no sabemos nada. Nadie nos ha dicho nada", indicó Hilda, prima de la fallecida.
"Aquí estamos bien y, véanos, no tenemos nada", decía en cambio la madre de la víctima, quien dijo que pasó varios días junto a Soledad y que no tiene ni siquiera un estornudo.
El director de Salud del Azuay, Julio Molina, manifestó que se hace un seguimiento a todas las personas de Parcoloma. "Es un caso atípico", resaltó. No obstante, "aquí no ha llegado ni un solo médico. Aquí ni siquiera tenemos un buen centro de salud", denunciaron habitantes.
Según Molina, una semana antes de que Soledad cayera enferma, llegaron al sector personas provenientes de España, quienes compartieron una fiesta familiar.
LA OTRA VÍCTIMA. El segundo caso es un paciente en Tungurahua, quien fue atendido primero en Riobamba (Chimborazo) por un médico particular con un cuadro de gripe y que, luego, el 4 de julio, fue transferido al Hospital del IESS de Ambato con diagnóstico de neumonía. Allí se decidió su traslado a la unidad de cuidados intensivos, pero falleció 36 horas después.
Esas muertes ocurren casi tres meses después de detectarse, en Guayaquil, el primer caso de contagiados con el virus en el país y justamente cuando el Ministerio de Salud decidió intensificar la vigilancia epidemiológica en los puntos de entrada al país para evitar la expansión de la gripe.
Existen 218 casos confirmados de AH1N1 en Ecuador.