La nueva emisión de bonos del Estado ya es un hecho. Ayer, las bolsas de valores inscribieron USD 1 515,3 millones y hoy está previsto que arranque la negociación.
Con esta emisión, que fue aprobada por el Ministerio de Finanzas el 5 de este mes, se cubrirá parcialmente el plan de inversión para el período 2010-2011.
Esta es la segunda vez que este Gobierno emite papeles para financiar sus necesidades fiscales.
Al igual que en la emisión anterior, de USD 1249 millones del 2008 y 2009, estos bonos se negociarán en tres tramos, pero el plazo se extendió de siete a 12 años, es decir, se pagarán hasta el 2022.
Los rendimientos de estos USD 1 515,3 millones provendrán de una tasa de interés fija, que oscilará entre 4% y 7%, según el plazo (ver cuadro adjunto).
El principal comprador de estos papeles estatales sigue siendo el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el cual maneja un portafolio de inversiones de USD 6 506 millones.
Pero de acuerdo con el plan de inversiones del 2010, aprobado por el Consejo Directivo del IESS, solo se comprometieron USD 1 095 millones para compra de bonos.
Sin embargo, en este momento una posible adquisición de papeles estatales ha generado una serie de reacciones contrapuestas.
Esto debido a que Finanzas adeuda al IESS el 40% del pago de las pensiones jubilares de 15 meses y atenciones médicas.
Según Fernando Guijarro, director del Seguro, la deuda asciende a USD 817,5 millones por 15 meses, del 2008 al 2009.
Gabriel Riera, presidente de la Asociación de Jubilados Batalla de Tarqui, explica que esta falta de pago puso a jubilados y a afiliados frente a dos posiciones: la primera es que no es posible invertir en alguien que no honra sus deudas; y la segunda es que se debe invertir, pues el Estado ecuatoriano es el que garantiza el pago.
En el caso de esta asociación, Riera señala que defienden la segunda tesis, pero con tres condiciones indispensables. Estas son: que la inversión en el sector público no supere el 50%, que se negocie en el mercado de valores y no se compren bonos a menos del 6,5%. Así cree que se asegurarán buenos rendimientos para el alza de las pensiones jubilares.
El rendimiento que maneja el IESS en el sector público oscila entre el 6% y el 7%.
Abdón Logroño, presidente de la Asociación de Jubilados de Pichincha, en cambio, defiende la posición más radical. Esto es que el Seguro primero cancele las deudas pendientes y que Ramiro González, presidente del Consejo Directivo del IESS, transparente y socialice la forma cómo se invierte en el sector público.
Logroño cree que no es posible que se compren bonos de una forma subjetiva, sin tener un sustento técnico y peor aún que se invierta al 4%, cuando esto representaría una pérdida.
“No paga el dinero que debe pagar y encima hay que premiarle colocando los recursos del Seguro, cuando es un mal pagador”, dijo indignado este dirigente que representa a 90 000 jubilados.
Ayer, en el foro por la defensa del IESS, organizado por afiliados y jubilados, solicitaron la destitución de González.
Y exigieron el pago inmediato de las deudas pendientes, entre las que también consta el compromiso de cancelar el déficit actuarial de la entidad.
Para la académica María Belén Freire, lo que más preocupa es bajo qué criterios técnicos el Gobierno y el IESS definieron las características de esta emisión.
Según dice, eso puede derivar en una inseguridad de que el Estado cumpla con los pagos de los bonos y el problema que se viene, si no cumple, se dará en el corto plazo. “Más que la rentabilidad, el problema es cómo el IESS garantizará el cobro, sabiendo que históricamente existió un incumplimiento”, puntualiza Freire.
Con esta emisión, que fue aprobada por el Ministerio de Finanzas el 5 de este mes, se cubrirá parcialmente el plan de inversión para el período 2010-2011.
Esta es la segunda vez que este Gobierno emite papeles para financiar sus necesidades fiscales.
Al igual que en la emisión anterior, de USD 1249 millones del 2008 y 2009, estos bonos se negociarán en tres tramos, pero el plazo se extendió de siete a 12 años, es decir, se pagarán hasta el 2022.
Los rendimientos de estos USD 1 515,3 millones provendrán de una tasa de interés fija, que oscilará entre 4% y 7%, según el plazo (ver cuadro adjunto).
El principal comprador de estos papeles estatales sigue siendo el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el cual maneja un portafolio de inversiones de USD 6 506 millones.
Pero de acuerdo con el plan de inversiones del 2010, aprobado por el Consejo Directivo del IESS, solo se comprometieron USD 1 095 millones para compra de bonos.
Sin embargo, en este momento una posible adquisición de papeles estatales ha generado una serie de reacciones contrapuestas.
Esto debido a que Finanzas adeuda al IESS el 40% del pago de las pensiones jubilares de 15 meses y atenciones médicas.
Según Fernando Guijarro, director del Seguro, la deuda asciende a USD 817,5 millones por 15 meses, del 2008 al 2009.
Gabriel Riera, presidente de la Asociación de Jubilados Batalla de Tarqui, explica que esta falta de pago puso a jubilados y a afiliados frente a dos posiciones: la primera es que no es posible invertir en alguien que no honra sus deudas; y la segunda es que se debe invertir, pues el Estado ecuatoriano es el que garantiza el pago.
En el caso de esta asociación, Riera señala que defienden la segunda tesis, pero con tres condiciones indispensables. Estas son: que la inversión en el sector público no supere el 50%, que se negocie en el mercado de valores y no se compren bonos a menos del 6,5%. Así cree que se asegurarán buenos rendimientos para el alza de las pensiones jubilares.
El rendimiento que maneja el IESS en el sector público oscila entre el 6% y el 7%.
Abdón Logroño, presidente de la Asociación de Jubilados de Pichincha, en cambio, defiende la posición más radical. Esto es que el Seguro primero cancele las deudas pendientes y que Ramiro González, presidente del Consejo Directivo del IESS, transparente y socialice la forma cómo se invierte en el sector público.
Logroño cree que no es posible que se compren bonos de una forma subjetiva, sin tener un sustento técnico y peor aún que se invierta al 4%, cuando esto representaría una pérdida.
“No paga el dinero que debe pagar y encima hay que premiarle colocando los recursos del Seguro, cuando es un mal pagador”, dijo indignado este dirigente que representa a 90 000 jubilados.
Ayer, en el foro por la defensa del IESS, organizado por afiliados y jubilados, solicitaron la destitución de González.
Y exigieron el pago inmediato de las deudas pendientes, entre las que también consta el compromiso de cancelar el déficit actuarial de la entidad.
Para la académica María Belén Freire, lo que más preocupa es bajo qué criterios técnicos el Gobierno y el IESS definieron las características de esta emisión.
Según dice, eso puede derivar en una inseguridad de que el Estado cumpla con los pagos de los bonos y el problema que se viene, si no cumple, se dará en el corto plazo. “Más que la rentabilidad, el problema es cómo el IESS garantizará el cobro, sabiendo que históricamente existió un incumplimiento”, puntualiza Freire.