El Gobierno ecuatoriano llamó hoy a los indígenas a dialogar sobre un proyecto de ley para el manejo del agua, pero advirtió que no cederá a presiones luego de que los indígenas sitiaran el Congreso y se enfrentarán con la Policía para exigir cambios en la iniciativa.
El Gobierno "defiende los intereses de todos y no solo de un sector de la sociedad. Por eso llama al diálogo a los representantes de las organizaciones indígenas para que debatan con argumentos sus inquietudes en torno al proyecto", señaló el Ejecutivo en una cadena de radio y televisión.
Empero, subrayó que no transigirá ante acciones violentas ni manipulaciones, negando nuevamente que la iniciativa busque privatizar el recurso hídrico.
"No podemos ceder a medidas de presión basados en hechos de violencia ni dejarnos manipular por aquellos que quieren tener el control del agua en contra de los intereses de la comunidad", advirtió.
El levantamiento de la sesión la noche del martes degeneró en choques entre los manifestantes indígenas, unos 3 000, muchos de ellos armados con palos, y la Policía, que logró desalojarlos empleando gas lacrimógeno. Varias personas resultaron heridas, entre ellas 15 policías.
Las discusiones se reanudarán este jueves, según anticipó el titular de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, así como las protestas, según dirigentes indígenas.
De momento, sin embargo, no había signos de protestas.
El proyecto de ley contempla que el manejo de las políticas públicas del agua recaiga en una autoridad controlada exclusivamente por el Gobierno.
Los indígenas, un 35% de la población de 14,2 millones, exigen la creación de una autoridad colegiada para normar el uso del agua y un "mínimo vital gratis".
El movimiento indígena participó en el derrocamiento de dos presidentes: Abdalá Bucaram en 1997 y Jamil Mahuad en 2000.(AFP)
El Gobierno "defiende los intereses de todos y no solo de un sector de la sociedad. Por eso llama al diálogo a los representantes de las organizaciones indígenas para que debatan con argumentos sus inquietudes en torno al proyecto", señaló el Ejecutivo en una cadena de radio y televisión.
Empero, subrayó que no transigirá ante acciones violentas ni manipulaciones, negando nuevamente que la iniciativa busque privatizar el recurso hídrico.
"No podemos ceder a medidas de presión basados en hechos de violencia ni dejarnos manipular por aquellos que quieren tener el control del agua en contra de los intereses de la comunidad", advirtió.
El levantamiento de la sesión la noche del martes degeneró en choques entre los manifestantes indígenas, unos 3 000, muchos de ellos armados con palos, y la Policía, que logró desalojarlos empleando gas lacrimógeno. Varias personas resultaron heridas, entre ellas 15 policías.
Las discusiones se reanudarán este jueves, según anticipó el titular de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, así como las protestas, según dirigentes indígenas.
De momento, sin embargo, no había signos de protestas.
El proyecto de ley contempla que el manejo de las políticas públicas del agua recaiga en una autoridad controlada exclusivamente por el Gobierno.
Los indígenas, un 35% de la población de 14,2 millones, exigen la creación de una autoridad colegiada para normar el uso del agua y un "mínimo vital gratis".
El movimiento indígena participó en el derrocamiento de dos presidentes: Abdalá Bucaram en 1997 y Jamil Mahuad en 2000.(AFP)