Xavier Castro, abogado de los hermanos Roberto y William Isaías, presentó ayer un escrito de nueve páginas en el que pidió a la Corte Nacional de Justicia (CNJ) que anulara lo actuado por los conjueces. A eso se sumó la recusación de los conjueces, solicitada por otros procesados. Estas acciones buscan impedir que el último fallo se ejecutoríe.
Por su parte el fiscal general del Estado, Washington Pesántez, aseguraba que en el caso no caben más recursos y que pedirá a la Corte que tramite la extradición de los Isaías con la Justicia de EE.UU.
“La extradición sigue. El Ministerio de RR.EE. pidió copias certificadas (de lo actuado) a la Corte para agilitar esto”, añadió el fiscal subrogante, Alfredo Alvear. En la Fiscalía solo se esperaba a que hoy entrara en vigencia la resolución de Morales, Santos y Durango. Con ello, se pedirá a la Corte que remita el proceso a EE.UU., a través de la Cancillería y traducido al inglés.
Castro no descartó que aquello ocurra, pese a las dos acciones presentadas. “Esta recusación tiene que resolverse, salvo que quieran hacer todo a la brava. El poder político lo que quiere es extraditar con ese papel que han firmado los conjueces. La Fiscalía y la Cancillería ya han pedido aquello y la voz del fiscal es la voz oficial, porque es amigo del presidente (Rafael Correa)”.
Si se ejecutoría la resolución de los conjueces ocasionales, el caso pasaría a la Segunda Sala Penal de la Corte Nacional para el juzgamiento. Hasta la tarde de ayer, allí no se conocía nada.
Castro también pidió al Consejo de la Judicatura (CJ) que, por concurso público, nombre a nuevos jueces. Pero el presidente del CJ, Benjamín Cevallos, calificó de “patadas de ahogado” el hecho de que se quiera revisar lo actuado por los tres conjueces.
“No cabe (el nombramiento de nuevos judiciales), el asunto (fallo de peculado) está resuelto. Para mí no cabe nada más, está bien”, señaló Cevallos.
El juicio se inició en junio del 2000. Filanbanco recibió en 1998 más de USD 600 millones del Banco Central. Según la Justicia, el dinero debía servir para préstamos de liquidez de los clientes, pero se usó para dar créditos vinculados a sus accionistas.
En marzo del 2003, el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Armando Bermeo, llamó a juicio a los hermanos Isaías por peculado. Ellos apelaron a ese fallo, pero la Primera Sala Penal de la Corte ratificó lo hecho por Bermeo en el 2009; hasta que el 15 de enero último los conjueces Walter Mazzini, Edwin Salazar y Mario Rodas cambiaron el delito a falsificación de balances.
El lunes, Morales, Santos y Durango declararon inexistente lo hecho el 15 de enero y ratificaron el presunto delito de peculado.
Por su parte el fiscal general del Estado, Washington Pesántez, aseguraba que en el caso no caben más recursos y que pedirá a la Corte que tramite la extradición de los Isaías con la Justicia de EE.UU.
“La extradición sigue. El Ministerio de RR.EE. pidió copias certificadas (de lo actuado) a la Corte para agilitar esto”, añadió el fiscal subrogante, Alfredo Alvear. En la Fiscalía solo se esperaba a que hoy entrara en vigencia la resolución de Morales, Santos y Durango. Con ello, se pedirá a la Corte que remita el proceso a EE.UU., a través de la Cancillería y traducido al inglés.
Castro no descartó que aquello ocurra, pese a las dos acciones presentadas. “Esta recusación tiene que resolverse, salvo que quieran hacer todo a la brava. El poder político lo que quiere es extraditar con ese papel que han firmado los conjueces. La Fiscalía y la Cancillería ya han pedido aquello y la voz del fiscal es la voz oficial, porque es amigo del presidente (Rafael Correa)”.
Si se ejecutoría la resolución de los conjueces ocasionales, el caso pasaría a la Segunda Sala Penal de la Corte Nacional para el juzgamiento. Hasta la tarde de ayer, allí no se conocía nada.
Castro también pidió al Consejo de la Judicatura (CJ) que, por concurso público, nombre a nuevos jueces. Pero el presidente del CJ, Benjamín Cevallos, calificó de “patadas de ahogado” el hecho de que se quiera revisar lo actuado por los tres conjueces.
“No cabe (el nombramiento de nuevos judiciales), el asunto (fallo de peculado) está resuelto. Para mí no cabe nada más, está bien”, señaló Cevallos.
El juicio se inició en junio del 2000. Filanbanco recibió en 1998 más de USD 600 millones del Banco Central. Según la Justicia, el dinero debía servir para préstamos de liquidez de los clientes, pero se usó para dar créditos vinculados a sus accionistas.
En marzo del 2003, el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Armando Bermeo, llamó a juicio a los hermanos Isaías por peculado. Ellos apelaron a ese fallo, pero la Primera Sala Penal de la Corte ratificó lo hecho por Bermeo en el 2009; hasta que el 15 de enero último los conjueces Walter Mazzini, Edwin Salazar y Mario Rodas cambiaron el delito a falsificación de balances.
El lunes, Morales, Santos y Durango declararon inexistente lo hecho el 15 de enero y ratificaron el presunto delito de peculado.