domingo, 2 de mayo de 2010

Conflicto de tierra deja 25 personas sin casa


Desde el aire, la imagen que proyecta el sector de Kutukachi, donde se asentaban las 12 casas en las que vivían 25 personas de la comunidad, resulta desolador.

El espacio abierto en medio de una exuberante vegetación está ahora poblado de ceniza y ni siquiera existen rastros de vida humana.

Es que luego del enfrentamiento armado entre moradores de esa comunidad con gente de Sarayaku, que exigen el desalojo de ese sitio que está dentro de su territorio parroquial, se desplazaron hacia Moretecocha.

Debieron caminar durante siete horas con las pocas cosas que rescataron y con sus tiernos hijos para ir hacia esa otra población, ubicada a orillas del río Conambo. "Nos quedamos sin nada. A las 7:00 comenzaron a quemar nuestras casas con las cositas que teníamos. Incluso, les dispararon a las aves y a los perros", comentó Fanny Gualinga, en su lengua originaria.

Jairo Cuji, a quien se le señala como uno líder de la defensa del asentamiento de Kutukachi, dijo que es una "herencia ancestral que le pertenece a la familia Gualinga". "En este sector, y durante algo más de cien años, vivió y murió Basilio Gualinga, heredero de estas tierras", agregó Cuji.

Jairo relató el enfrentamiento a tiros con la gente de Sarayaku.

Dijo que fue Oswaldo Gualinga quien, cuando iba de pesca al río Runtuno, cercano a la comunidad, avistó a 12 indígenas sarayakus que se acercaban a Kutukachi, por lo que regresó a dar aviso a sus habitantes.

Decidieron, luego, ir a su encuentro. Fue ahí cuando se produjo la refriega que duró alrededor de media hora. Cuji agregó que como defensa utilizaron carabinas de perdigones y también lanzaron tacos de dinamita que utilizan para pescar "porque ellos eran más personas y tenían armas de grueso calibre".

Esa noche, durmieron en medio de la selva. Dijo que se él acostó tras de un árbol caído para protegerse de los disparos.

Al día siguiente, los moradores de Sarayaku se tomaron el pueblo y se dio el incendio de las casas. La gente de Kutukachi, por su parte, emprendió el camino a Moretecocha pero sostiene que regresará al lugar del asentamiento "para defender la herencia que dejaron sus abuelos".

En Moretecocha, sus habitantes, también indígenas, están de acuerdo en recibirles en sus casas, aseguró su presidente Felipe Illanes. Incluso sus hombres fueron de cacería para tener algo de carne para alimentar a los desplazados. (EF)