El vicepresidente de la República Oriental del Uruguay, Rodolfo Nin Noboa, durante una entrevista con El Ciudadano Tv, manifestó que su país mira a Ecuador “con una gran satisfacción porque vemos que está en un proceso ininterrumpido de democracia estable” luego de un periodo en el que varios gobernantes no pudieron concluir sus mandatos por diversas circunstancias.
“Lo que nos entusiasma verdaderamente es que la democracia ecuatoriana con la conducción del Presidente Rafael Correa se está afianzando”, subrayó. Al insistir que eso es muy bueno, no solo para Ecuador y aún más para América Latina.
Destacó que el proceso de cambio que se desarrolla en el país forma parte de una corriente en la que están inmersos diferentes países de la región.
Esa política busca dejar atrás aquellas viejas recetas neoliberales basadas en el Consenso de Washington “y hoy tenemos políticas que apuntan al crecimiento y a la distribución concomitante”, sostuvo.
El Segundo Mandatario uruguayo aseguró que en su país el gobierno del presidente Tavaré Vásquez ha podido demostrar que se puede crecer y distribuir la riqueza a la vez. Al recordar que el paradigma neoliberal era: “primero hay que crecer y después de eso, por un sistema de derrame, aquellos que tienen más capacidad de ahorro van a distribuir hacia abajo”.
Nin Noboa enfatizó que eso en general nunca sucedía, tanto es así, que un país tan homogéneo como Uruguay llegó, a principios del año 2000 después de una gran crisis, a un estado de pobreza muy alto para lo que era la condición de vida de esa nación.
Precisó que, si bien existen matices que responden a la idiosincrasia de cada pueblo, la región está viviendo un proceso de cambio que tiene el objetivo de instaurar en sus sociedades un nuevo estado de bienestar que se base en la equidad que no es lo mismo que la igualdad.
Durante la entrevista puntualizó que “hay que ir hacia la equidad, ese es el desafío que tenemos los gobiernos. Ver qué posibilidades tiene una niña de una familia que nazca en el medio rural de ser una ingeniera, médica, abogada, gerenta de una compañía o dueña de su propia empresa, para eso hay que trabajar, sobre todo, en los procesos educativos”, subrayó.
Al ser consultado sobre el golpe militar que removió del poder al presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya, el mandatario señaló que su país siempre ha tenido una vocación democrática basada en un sentido institucional muy fuerte, por ello llamó a respetar los procesos democráticos puesto que “no puede haber ninguna actitud mesiánica que en nombre de algunos, pocos o muchos, diga que el proceso que llevó adelante un país no es válido y que por lo tanto encuentran razones aparentemente suficientes como para interrumpir ese proceso”.
Subrayó que su gobierno repudia ese tipo de actitudes y –dijo- que es el pueblo hondureño el que tiene decir si el presidente Zelaya es bueno, regular o malo y no quienes asumen una representación que no la tiene.
“Lo que nos entusiasma verdaderamente es que la democracia ecuatoriana con la conducción del Presidente Rafael Correa se está afianzando”, subrayó. Al insistir que eso es muy bueno, no solo para Ecuador y aún más para América Latina.
Destacó que el proceso de cambio que se desarrolla en el país forma parte de una corriente en la que están inmersos diferentes países de la región.
Esa política busca dejar atrás aquellas viejas recetas neoliberales basadas en el Consenso de Washington “y hoy tenemos políticas que apuntan al crecimiento y a la distribución concomitante”, sostuvo.
El Segundo Mandatario uruguayo aseguró que en su país el gobierno del presidente Tavaré Vásquez ha podido demostrar que se puede crecer y distribuir la riqueza a la vez. Al recordar que el paradigma neoliberal era: “primero hay que crecer y después de eso, por un sistema de derrame, aquellos que tienen más capacidad de ahorro van a distribuir hacia abajo”.
Nin Noboa enfatizó que eso en general nunca sucedía, tanto es así, que un país tan homogéneo como Uruguay llegó, a principios del año 2000 después de una gran crisis, a un estado de pobreza muy alto para lo que era la condición de vida de esa nación.
Precisó que, si bien existen matices que responden a la idiosincrasia de cada pueblo, la región está viviendo un proceso de cambio que tiene el objetivo de instaurar en sus sociedades un nuevo estado de bienestar que se base en la equidad que no es lo mismo que la igualdad.
Durante la entrevista puntualizó que “hay que ir hacia la equidad, ese es el desafío que tenemos los gobiernos. Ver qué posibilidades tiene una niña de una familia que nazca en el medio rural de ser una ingeniera, médica, abogada, gerenta de una compañía o dueña de su propia empresa, para eso hay que trabajar, sobre todo, en los procesos educativos”, subrayó.
Al ser consultado sobre el golpe militar que removió del poder al presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya, el mandatario señaló que su país siempre ha tenido una vocación democrática basada en un sentido institucional muy fuerte, por ello llamó a respetar los procesos democráticos puesto que “no puede haber ninguna actitud mesiánica que en nombre de algunos, pocos o muchos, diga que el proceso que llevó adelante un país no es válido y que por lo tanto encuentran razones aparentemente suficientes como para interrumpir ese proceso”.
Subrayó que su gobierno repudia ese tipo de actitudes y –dijo- que es el pueblo hondureño el que tiene decir si el presidente Zelaya es bueno, regular o malo y no quienes asumen una representación que no la tiene.