Raúl Reyes tenía planes para cambiar a la guerrilla más antigua del mundo. El camino lo visualizaba difícil, con un costo demasiado alto para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Reyes el segundo comandante de las FARC y uno de los principales voceros, poco antes de morir en el asalto del ejército colombiano a la base de Angostura en territorio ecuatoriano el 1 de marzo 2008, escribió varias reflexiones sobre la organización, su futuro y del gobierno de Rafael Correa, que supuestamente están en el diario que difundió la cancillería ecuatoriana, hace pocos días y que han sido largamente analizados por la opinión pública nacional e internacional.
De acuerdo a los escritos encontrados en las bases guerrilleras, el líder rebelde sentía mucha indignación porque miraba como se estaba desarticulando el mando político, pues muchos de los comandantes no eran otra cosa que empresarios ‘narcos’ que han comprado el uniforme, el grado dispuestos a no rendir cuentas a nadie.
“Cómo indigna escuchar a los jóvenes y a las muchachas, llamarse entre sí camaradas y al dirigirse a sus camaradas como: Patrón, es el absurdo total; desde fuera la gente cree que el rango de Comandante se lo gana en el combate, pero en la realidad ese se lo gana el que pasa la cuota trimestral”, dice parte de su aparente bitácora.
Otra expresión de la debilidad de las FARC era el tratamiento a los secuestrados y la escasa obediencia de las tropas. “He insistido que los prisioneros sean bien atendidos…ninguna orden fue obedecida, los responsables de los prisioneros actúan como secuestradores comunes defendiendo el negocio personal. Esto confirma mis peores sospechas. Los guardianes esperan un cuantioso rescate”.
Un síntoma adicional y clave eran las comunicaciones que estaban cada vez peores, “la cadena de mando hace tiempo que no funciona, estoy aislado y solo”.
En medio de ese escenario conflictivo, Reyes soñaba con regenerar la organización, uno de los pasos era saber con cuanto cuenta la organización para desarrollar inversión para autosostenerse dejando la producción de droga.
“La inversión en minería de oro es una excelente idea, mucho más cuando la crisis de la economía mundial hace que el dólar, el euro y otras divisas pierdan valor. Sí contamos con un flujo de oro físico, nuestros problemas serán menores, los podremos manejar mejor y la independencia de la droga estará más cerca”.
Reyes miraba dos líneas de acción: la liberación de los prisioneros generará una válvula de escape, mejorará la imagen de las FARC y, en segundo lugar iniciar el camino para salir del negocio de la droga que causa dispersión de los objetivos guerrilleros. Una de las ideas que apuntalaría su sueño era empezar a ser autosuficientes en algunas líneas del armamento, para eso solo debía contactarse con gente de la ex Yugoslavia, comprando fábricas pequeñas para producir fusiles y munición.
Según el diario, los amigos de Correa (Larrea, Brito y Chauvín) que buscaban entre otras cosas la liberación de los prisioneros, con ese hecho se fortalecería al gobierno ecuatoriano y que sin duda ese triunfo sería aprovechado también por Reyes para una reorganización político y militar.
Al mismo tiempo esa oportunidad de cambio era la mayor amenaza, pues los comandantes narcos y las personas ligadas al ‘negocio’ no iban a permitir que la producción termine fácilmente porque ellos podrían ser sus perores enemigos.
En otro tramo el diario se refiere a que “si Chávez llegase a conocer el verdadero estado de subordinación de la dirección política a las exigencias de los negocios no querría volver a escuchar nada de las FARC…Cuanta razón tuvo Fidel en ordenar el fusilamiento…Los narcos son como el cáncer, invaden todo el organismo y lo matan.
El guerrillero pensaba recoger sus escritos en un libro. “Porque el libro me permitirá salvar algo mucho más importante que la vida, eso es mi conciencia, mi posición frente a la historia”. www.cambio.com.co
Reyes el segundo comandante de las FARC y uno de los principales voceros, poco antes de morir en el asalto del ejército colombiano a la base de Angostura en territorio ecuatoriano el 1 de marzo 2008, escribió varias reflexiones sobre la organización, su futuro y del gobierno de Rafael Correa, que supuestamente están en el diario que difundió la cancillería ecuatoriana, hace pocos días y que han sido largamente analizados por la opinión pública nacional e internacional.
De acuerdo a los escritos encontrados en las bases guerrilleras, el líder rebelde sentía mucha indignación porque miraba como se estaba desarticulando el mando político, pues muchos de los comandantes no eran otra cosa que empresarios ‘narcos’ que han comprado el uniforme, el grado dispuestos a no rendir cuentas a nadie.
“Cómo indigna escuchar a los jóvenes y a las muchachas, llamarse entre sí camaradas y al dirigirse a sus camaradas como: Patrón, es el absurdo total; desde fuera la gente cree que el rango de Comandante se lo gana en el combate, pero en la realidad ese se lo gana el que pasa la cuota trimestral”, dice parte de su aparente bitácora.
Otra expresión de la debilidad de las FARC era el tratamiento a los secuestrados y la escasa obediencia de las tropas. “He insistido que los prisioneros sean bien atendidos…ninguna orden fue obedecida, los responsables de los prisioneros actúan como secuestradores comunes defendiendo el negocio personal. Esto confirma mis peores sospechas. Los guardianes esperan un cuantioso rescate”.
Un síntoma adicional y clave eran las comunicaciones que estaban cada vez peores, “la cadena de mando hace tiempo que no funciona, estoy aislado y solo”.
En medio de ese escenario conflictivo, Reyes soñaba con regenerar la organización, uno de los pasos era saber con cuanto cuenta la organización para desarrollar inversión para autosostenerse dejando la producción de droga.
“La inversión en minería de oro es una excelente idea, mucho más cuando la crisis de la economía mundial hace que el dólar, el euro y otras divisas pierdan valor. Sí contamos con un flujo de oro físico, nuestros problemas serán menores, los podremos manejar mejor y la independencia de la droga estará más cerca”.
Reyes miraba dos líneas de acción: la liberación de los prisioneros generará una válvula de escape, mejorará la imagen de las FARC y, en segundo lugar iniciar el camino para salir del negocio de la droga que causa dispersión de los objetivos guerrilleros. Una de las ideas que apuntalaría su sueño era empezar a ser autosuficientes en algunas líneas del armamento, para eso solo debía contactarse con gente de la ex Yugoslavia, comprando fábricas pequeñas para producir fusiles y munición.
Según el diario, los amigos de Correa (Larrea, Brito y Chauvín) que buscaban entre otras cosas la liberación de los prisioneros, con ese hecho se fortalecería al gobierno ecuatoriano y que sin duda ese triunfo sería aprovechado también por Reyes para una reorganización político y militar.
Al mismo tiempo esa oportunidad de cambio era la mayor amenaza, pues los comandantes narcos y las personas ligadas al ‘negocio’ no iban a permitir que la producción termine fácilmente porque ellos podrían ser sus perores enemigos.
En otro tramo el diario se refiere a que “si Chávez llegase a conocer el verdadero estado de subordinación de la dirección política a las exigencias de los negocios no querría volver a escuchar nada de las FARC…Cuanta razón tuvo Fidel en ordenar el fusilamiento…Los narcos son como el cáncer, invaden todo el organismo y lo matan.
El guerrillero pensaba recoger sus escritos en un libro. “Porque el libro me permitirá salvar algo mucho más importante que la vida, eso es mi conciencia, mi posición frente a la historia”. www.cambio.com.co