Los consumidores ecuatorianos han frenado su impulso por comprar usando sus tarjetas de crédito.
Algunos tarjetahabientes confiesan que las han devuelto o que se quedaron con no más de dos de esos documentos. Otros dicen que las dejaron de usar para no tener que lidiar con intereses más altos.
“Tengo cuatro meses sin hacer ningún tipo de compras con mi tarjeta. Empecé a ser más conservador con mis deudas”, expresa Fabricio, un empleado que tiene un trabajo estable de ocho años y un sueldo cercano a los 1.000 dólares.
“La gente está más cauta para endeudarse con tarjetas de crédito”, sostiene Eduardo Coronel, gerente general de Bankard, de Banco Bolivariano.
Pero hay otra razón que explica la desaceleración del consumo con tarjeta: “la subida del desempleo”, resalta el ejecutivo titular de Bankard.
De acuerdo con la Superintendencia de Bancos, el saldo de la deuda con tarjetas de crédito ascendió a 2.419 millones de dólares, entre enero y julio de este año. Al mismo lapso del período anterior, el monto se ubicó en $ 2.336 millones, lo que revela un crecimiento de 3,52%, cuando en los períodos precedentes el ritmo de expansión fue superior.
El consumo por tarjetahabiente ha caído en un 20%, pero ha sido compensado con el nuevo número de personas que adquirieron el documento en lo que va del año, dice Coronel.
En el caso de la familia Burgos-Caicedo, dejaron de pagar su consumo en los supermercados con el plástico. Ahora organizamos nuestras cuentas y cancelamos los gastos de alimentación, solo con lo que ganamos mensualmente. “Ya dejamos de cargar más deudas a la tarjeta de crédito”, expresa Lorena Caicedo.
Los expertos financieros consideran correcta esa nueva forma de gasto de la familia Caicedo. Para ellos, los gastos de comida, los de consumo de electricidad, agua o teléfono, por ser corrientes, no deben cargarse a la tarjeta, sino que deben ser financiados con el sueldo mensual.
Diners continúa siendo la tarjeta líder del mercado. El saldo con este documento asciende a 986 millones de dólares, al cierre de junio de este año. Le sigue el endeudamiento con Visa, con un monto de 656 millones de dólares y MasterCard con 394 millones de dólares. American Express tiene una cartera de 193 millones y Cuotafácil de 125 millones de dólares. Con Creditosí, del BancoTerritorial, fue de 60 millones de dólares.
Algunos tarjetahabientes confiesan que las han devuelto o que se quedaron con no más de dos de esos documentos. Otros dicen que las dejaron de usar para no tener que lidiar con intereses más altos.
“Tengo cuatro meses sin hacer ningún tipo de compras con mi tarjeta. Empecé a ser más conservador con mis deudas”, expresa Fabricio, un empleado que tiene un trabajo estable de ocho años y un sueldo cercano a los 1.000 dólares.
“La gente está más cauta para endeudarse con tarjetas de crédito”, sostiene Eduardo Coronel, gerente general de Bankard, de Banco Bolivariano.
Pero hay otra razón que explica la desaceleración del consumo con tarjeta: “la subida del desempleo”, resalta el ejecutivo titular de Bankard.
De acuerdo con la Superintendencia de Bancos, el saldo de la deuda con tarjetas de crédito ascendió a 2.419 millones de dólares, entre enero y julio de este año. Al mismo lapso del período anterior, el monto se ubicó en $ 2.336 millones, lo que revela un crecimiento de 3,52%, cuando en los períodos precedentes el ritmo de expansión fue superior.
El consumo por tarjetahabiente ha caído en un 20%, pero ha sido compensado con el nuevo número de personas que adquirieron el documento en lo que va del año, dice Coronel.
En el caso de la familia Burgos-Caicedo, dejaron de pagar su consumo en los supermercados con el plástico. Ahora organizamos nuestras cuentas y cancelamos los gastos de alimentación, solo con lo que ganamos mensualmente. “Ya dejamos de cargar más deudas a la tarjeta de crédito”, expresa Lorena Caicedo.
Los expertos financieros consideran correcta esa nueva forma de gasto de la familia Caicedo. Para ellos, los gastos de comida, los de consumo de electricidad, agua o teléfono, por ser corrientes, no deben cargarse a la tarjeta, sino que deben ser financiados con el sueldo mensual.
Diners continúa siendo la tarjeta líder del mercado. El saldo con este documento asciende a 986 millones de dólares, al cierre de junio de este año. Le sigue el endeudamiento con Visa, con un monto de 656 millones de dólares y MasterCard con 394 millones de dólares. American Express tiene una cartera de 193 millones y Cuotafácil de 125 millones de dólares. Con Creditosí, del BancoTerritorial, fue de 60 millones de dólares.