Un misterioso diario del fallecido Raúl Reyes, número dos de las FARC, ha venido a engrosar el archivo sobre las turbulentas relaciones del equipo de Rafael Correa con la guerrilla colombiana. Pero así como la autenticidad de los ordenadores confiscados a Reyes ha sido certificada por Interpol, el supuesto diario, a la espera de los exámenes grafológicos, despierta serias dudas en Colombia.
Ha sido el Gobierno de Quito el que ha hecho público el documento, sin decir de dónde lo ha sacado. El manuscrito comienza a mediados de 2007 y termina en febrero de 2008, un mes antes del bombardeo que acabó con la vida de Reyes en su campamento en Ecuador.
"Confiar en Correa fue un suicidio", reza el texto. "Todos los aportes en dinero para la campaña no sirvieron para un carajo". El diario, curiosamente, saca a la palestra los nombres de los colaboradores de Correa que ya están quemados por los ordenadores de Reyes. Así, Gustavo Larrea, José Ignacio Chauvín o el general Jorge Brito "se mueven con los carteles mexicanos de la droga" y "colaboran con la CIA". "Entregarme será su mayor negocio", dice Reyes, que asegura que su "final está cerca".
Larrea, furioso, ha tachado el diario de "patraña". Es cierto que el texto no encaja ni con el estilo ni con el contenido de los mensajes que Reyes enviaba por esas fechas a sus camaradas, y que han sido autentificados. Nunca el jefe guerrillero duda de Larrea o de Brito, ni mucho menos da muestras de inquietud por su vida, entre otras cosas porque cada vez que se presentaban situaciones de riesgo, se movilizaba rápidamente. Nada cuadra, pero no deja de ser interesante la reacción del Gobierno de Ecuador.
"De ser auténtico", el diario demuestra que "la vinculación [con las FARC] era muy localizada a dos o tres personajes relacionados con el Gobierno" y "que el presidente de la República desconocía de cualquier tipo de contacto que se estuviese haciendo a sus espaldas", ha dicho Javier Ponce, el ministro de Defensa. ¿Será la puerta a una salida diplomática al conflicto con Colombia? (El Pías de España)
Ha sido el Gobierno de Quito el que ha hecho público el documento, sin decir de dónde lo ha sacado. El manuscrito comienza a mediados de 2007 y termina en febrero de 2008, un mes antes del bombardeo que acabó con la vida de Reyes en su campamento en Ecuador.
"Confiar en Correa fue un suicidio", reza el texto. "Todos los aportes en dinero para la campaña no sirvieron para un carajo". El diario, curiosamente, saca a la palestra los nombres de los colaboradores de Correa que ya están quemados por los ordenadores de Reyes. Así, Gustavo Larrea, José Ignacio Chauvín o el general Jorge Brito "se mueven con los carteles mexicanos de la droga" y "colaboran con la CIA". "Entregarme será su mayor negocio", dice Reyes, que asegura que su "final está cerca".
Larrea, furioso, ha tachado el diario de "patraña". Es cierto que el texto no encaja ni con el estilo ni con el contenido de los mensajes que Reyes enviaba por esas fechas a sus camaradas, y que han sido autentificados. Nunca el jefe guerrillero duda de Larrea o de Brito, ni mucho menos da muestras de inquietud por su vida, entre otras cosas porque cada vez que se presentaban situaciones de riesgo, se movilizaba rápidamente. Nada cuadra, pero no deja de ser interesante la reacción del Gobierno de Ecuador.
"De ser auténtico", el diario demuestra que "la vinculación [con las FARC] era muy localizada a dos o tres personajes relacionados con el Gobierno" y "que el presidente de la República desconocía de cualquier tipo de contacto que se estuviese haciendo a sus espaldas", ha dicho Javier Ponce, el ministro de Defensa. ¿Será la puerta a una salida diplomática al conflicto con Colombia? (El Pías de España)