El gobierno de facto hondureño y el presidente depuesto, Manuel Zelaya, rechazaron las últimas propuestas del presidente de Costa Rica Óscar Arias, presentadas ayer en San José, y que insistían en la vuelta del segundo al poder.
Zelaya dijo que la nueva propuesta de acuerdo “ha fracasado prácticamente”.
“Llegamos a acceder en todo lo que se nos pedía, a aceptar todo tipo de condiciones con tal de exhibir al régimen golpista”, dijo Zelaya en relación con las negociaciones que han sostenido en San José sus representantes y una delegación del gobierno de facto de Roberto Michelleti.
Pero “ellos, en forma totalmente arbitraria, se han decidido a negar toda posibilidad de acuerdo”, sostuvo.
Según Zelaya, los representantes del gobierno de Micheletti “han traicionado a Arias, a la Organización de Estados Americanos, a la Organización de Naciones Unidas, a todos los presidentes”.
Por su parte, el líder del gobierno de facto, Roberto Micheletti, dijo que espera en Honduras a la delegación que envió a San José para comentar las propuestas definitivas, aunque su canciller ya avanzó que “el retorno de Zelaya como presidente, imposible”.
Arias definió su nueva hoja de ruta como “razonable, equilibrada, balanceada” y constaba de doce puntos, entre ellos un calendario que preveía el regreso de Zelaya para el 24 de julio.
Una novedad del plan Arias era que prevaleciera la situación anterior al golpe de Estado, lo que implicaba que Micheletti hubiera vuelto a ocupar su sillón de presidente del Congreso Nacional.
Al mismo tiempo se imponían a Zelaya olvidarse a reformar la Constitución para lograr su reelección.
En cuanto a los planes de Zelaya, este aseguró que hoy intentará cruzar a Honduras.
Mientras tanto, en Tegucigalpa, unos 400 partidarios de Zelaya marcharon exigiendo el retorno del mandatario. Simultáneamente, miles de simpatizantes del Gobierno de facto se reunieron en el centro de la ciudad en la llamada manifestación “por la paz”.
Zelaya dijo que la nueva propuesta de acuerdo “ha fracasado prácticamente”.
“Llegamos a acceder en todo lo que se nos pedía, a aceptar todo tipo de condiciones con tal de exhibir al régimen golpista”, dijo Zelaya en relación con las negociaciones que han sostenido en San José sus representantes y una delegación del gobierno de facto de Roberto Michelleti.
Pero “ellos, en forma totalmente arbitraria, se han decidido a negar toda posibilidad de acuerdo”, sostuvo.
Según Zelaya, los representantes del gobierno de Micheletti “han traicionado a Arias, a la Organización de Estados Americanos, a la Organización de Naciones Unidas, a todos los presidentes”.
Por su parte, el líder del gobierno de facto, Roberto Micheletti, dijo que espera en Honduras a la delegación que envió a San José para comentar las propuestas definitivas, aunque su canciller ya avanzó que “el retorno de Zelaya como presidente, imposible”.
Arias definió su nueva hoja de ruta como “razonable, equilibrada, balanceada” y constaba de doce puntos, entre ellos un calendario que preveía el regreso de Zelaya para el 24 de julio.
Una novedad del plan Arias era que prevaleciera la situación anterior al golpe de Estado, lo que implicaba que Micheletti hubiera vuelto a ocupar su sillón de presidente del Congreso Nacional.
Al mismo tiempo se imponían a Zelaya olvidarse a reformar la Constitución para lograr su reelección.
En cuanto a los planes de Zelaya, este aseguró que hoy intentará cruzar a Honduras.
Mientras tanto, en Tegucigalpa, unos 400 partidarios de Zelaya marcharon exigiendo el retorno del mandatario. Simultáneamente, miles de simpatizantes del Gobierno de facto se reunieron en el centro de la ciudad en la llamada manifestación “por la paz”.