miércoles, 15 de julio de 2009

Pugna por futura ley de Educación Superior

El catedrático y ex director provincial de Educación, César Burgos Flor, recibió en la frente, cerca de su ojo izquierdo, el impacto de una de las bombas lacrimógenas que lanzaba la Policía Nacional, cuando intentaba dispersar una masiva marcha universitaria que se dirigía al edificio del Ministerio del Litoral.

Con un poco más de suerte corrió la subdecana de Ciencias Administrativas, Digna Yávar, quien sin embargo vio cómo una de las bombas impactaba en la pierna derecha de una catedrática que la acompañaba.

También Jorge Enríquez Páez, rector de la universidad particular Alfredo Pérez Guerrero, de Quito, quien en cambio no se salvó de aspirar el humo asfixiante de los artefactos, debió retirarse de la caminata.

Ellos participaban ayer de la movilización convocada por la Universidad de Guayaquil, “en defensa de la autonomía universitaria”. La marcha reunió a cientos de estudiantes, maestros, directivos y trabajadores de la institución; además de delegaciones y representantes de una decena de universidades públicas y privadas del país.

La movilización se inició a las 10:00 desde la ciudadela universitaria. Los manifestantes, liderados por sus rectores y dirigentes gremiales, tenían el objetivo de dialogar con el presidente Rafael Correa, quien suele despachar los martes en el Ministerio del Litoral.

El cuerpo de la manifestación cubrió al menos diez cuadras de largo de la Avenida del Periodista, frente a la ciudadela Kennedy; y luego de la avenida Francisco de Orellana. Esta última estuvo cerrada hasta el mediodía, debido a los incidentes que se produjeron desde las 10:40, cuando empezó el lanzamiento de las bombas.

Los incidentes
Elementos de la Fuerza Pública se colocaron frente a los manifestantes para impedirles el avance hacia el edificio. Pero tras los inevitables roces y lo numeroso de la movilización, los uniformados recurrieron al gas lacrimógeno. Tras la sorpresa y una estampida estudiantil inicial, especialmente de maestras y alumnas, los manifestantes se reagruparon.

Estudiantes y maestros de la Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí (Espam), de la Universidad Península de Santa Elena (UPSE), y de la Universidad Técnica de Machala, junto con los de la Universidad de Guayaquil y en especial de los integrantes de la FEUE, respondieron con piedras a la acción policial.

El grupo de rectores insistió en proseguir hacia el edificio, lo que finalmente consiguieron, aunque no en el número que esperaban. Fueron recibidos por Diego de la Torre, asesor del presidente Correa, y el gobernador del Guayas, Francisco Jiménez.

El diálogo duró aproximadamente 20 minutos, pero al final de la cita, Carlos Cedeño, rector de la Universidad de Guayaquil, expresó su insatisfacción por los resultados: les ofrecieron transmitir las inquietudes de los representantes universitarios al presidente Correa.

Según Cedeño, los funcionarios también les indicaron que Correa no los podía atender porque no estaba en Guayaquil. Y lamentó que esto hubiera sucedido, pese a los reiterados pedidos de audiencia.

Con la salida de Cedeño y otros rectores y dirigentes, se retiraron los manifestantes que habían permanecido en los bajos del Ministerio del Litoral y se reabrió la avenida Orellana.

Pero Correa sí estuvo en Guayaquil y en el Ministerio. En la tarde, el Mandatario observó los trabajos de construcción del nuevo hospital del IESS. “Ustedes vieron, fueron testigos que utilizaron argumentos contundentes, ¿verdad?: palos, piedras, etcétera; yo no creo que ese debe ser el debate que deben tener”, dijo sobre la marcha.