viernes, 24 de julio de 2009

Corte no admite caso Chevron vs. Ecuador

La Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York desestimó el pasado lunes los reclamos presentados por Chevron en contra del Estado ecuatoriano y Petroecuador, poniendo fin a los esfuerzos de la petrolera para llevar el caso a una sede arbitral en los Estados Unidos, según informó la Procuraduría General del Estado a través de un comunicado.

La petrolera estadounidense abrió el caso en New York, para que Ecuador indemnice los gastos de defensa y responsabilidad que se podrían presentar en el juicio ambiental que el país tiene en contra de la petrolera en la Corte Superior de Lago Agrio.

Diego García, procurador del Estado, manifestó estar satisfecho "al observar que no solo se ha demostrado en repetidas ocasiones la falsedad de las acusaciones de Chevron, sino que también han sido los jueces del propio país de Chevron los que han rechazado sus pretensiones y han adoptado la posición de la República en todo momento", dijo el funcionario.

De su parte, la multinacional petrolera envió un comunicado, ayer, en el que menciona estar complacida por la orden que emitió la Corte y señaló que con la desestimación del caso: "ahora podemos presentar todos los ejemplos de mala conducta de Petroecuador y del Gobierno ecuatoriano relacionados al caso en Ecuador", dice el comunicado.

A criterio de la empresa, existen nuevas demandas que ya no podían añadirse al caso que se abrió en la corte de New York.

El comunicado concluye mencionando que "Chevron continuará en su intento por recurrir a diversas medidas legales a fin de lograr que Petroecuador y el Gobierno del Ecuador asuman la responsabilidad por sus obligaciones contractuales".

Chevron y su subsidiaria Texaco Petroleum Company enfrentan un millonario proceso legal ante la justicia ecuatoriana.

El litigio entre las partes fue iniciado por pobladores amazónicos, quienes piden una indemnización de $27 000 millones por daños ambientales. Según las denuncias, la actividad petrolera provocó daños en más de 500 mil hectáreas de la región y una proliferación de enfermedades como el cáncer.