El sábado 18 de julio del 2009, la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos, AEDEP, publicó un comunicado titulado Parar agresiones. El Gobierno Nacional en su legítimo derecho a la defensa, responde lo siguiente: Primera Respuesta del Gobierno Nacional al comunicado de la AEDEP, emitido el sábado 18 de julio del 2009.Los Ciudadanos del Ecuador a la AEDEP, Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos.
PARAR LAS AGRESIONES
El Ecuador es un país sui géneris, es uno de los muy pocos lugares del mundo donde los medios de comunicación nacieron privados, y con ello nos privaron de la otra óptica de la comunicación, esa donde prevalece el bien común sobre el particular, esa que respeta a los ciudadanos, esa que busca el desarrollo integral de los individuos…de nuestros niños; y nos impusieron una óptica mercantilista, sesgada, interesada, condicionada a la renta esperada por cada titular, por cada foto, por cada tema, por cada enfoque.
Y nos hicieron creer que la verdad era la que surgía del papel que se imprimía cada noche en esas grandes empresas de comunicación y que la libertad de expresión era la palabra de aquel comunicador que cada mañana nos hablaba desde esa caja de imagen en blanco y negro y ahora en color.
Y así fueron creando el mito y con ello el poder. Lo que se decía o dejaba de decir en ese papel o en esa caja de imágenes podía ser la diferencia entre la honra y la deshonra de un ser humano, entre el éxito o la quiebra de una empresa, entre la continuidad o la ruptura de la democracia. Así fueron creando la dependencia y el terror, así fueron dominando, manipulando, chantajeando, así fueron gobernando, sin legitimidad, de fuerza, de hecho, de facto…y así los individuos nos fuimos acostumbrando, les fuimos temiendo.
Hoy estamos despertando de esa catarsis mediática, hoy estamos levantando la mirada y entendiendo que tenemos derechos, que la libertad de expresión también es nuestra así, no tengamos una empresa de comunicación; estamos comprendiendo que alguien por el hecho de estar detrás de un micrófono o de una computadora y poder decir lo que quiere a miles y a veces a millones de personas a la vez, no está sobre el bien y el mal. Ellos no son la justicia ni los justicieros, ellos sólo tienen papel y transmisores y eso, no es un mérito, es sólo dinero.
Ahora estamos abriendo los ojos: Nadie les entregó el poder a ciertas empresas de comunicación…ellos lo arrebataron, aprovechándose de la buena fe y hasta inocencia de buena parte de nosotros. Ahora estamos comprendiendo que es toda una industria bien montada que crea realidades a conveniencia…que manipula, que miente, que ofende, que genera violencia.
A esas empresas les queremos decir: Ya basta! Paren las agresiones! Mentir, manipular, decir verdades a medias, crear escenarios, inducir a error de interpretación, burlarse de la buena fe de la gente, es la más vil de las expresiones de corrupción.
PARAR LAS AGRESIONES
El Ecuador es un país sui géneris, es uno de los muy pocos lugares del mundo donde los medios de comunicación nacieron privados, y con ello nos privaron de la otra óptica de la comunicación, esa donde prevalece el bien común sobre el particular, esa que respeta a los ciudadanos, esa que busca el desarrollo integral de los individuos…de nuestros niños; y nos impusieron una óptica mercantilista, sesgada, interesada, condicionada a la renta esperada por cada titular, por cada foto, por cada tema, por cada enfoque.
Y nos hicieron creer que la verdad era la que surgía del papel que se imprimía cada noche en esas grandes empresas de comunicación y que la libertad de expresión era la palabra de aquel comunicador que cada mañana nos hablaba desde esa caja de imagen en blanco y negro y ahora en color.
Y así fueron creando el mito y con ello el poder. Lo que se decía o dejaba de decir en ese papel o en esa caja de imágenes podía ser la diferencia entre la honra y la deshonra de un ser humano, entre el éxito o la quiebra de una empresa, entre la continuidad o la ruptura de la democracia. Así fueron creando la dependencia y el terror, así fueron dominando, manipulando, chantajeando, así fueron gobernando, sin legitimidad, de fuerza, de hecho, de facto…y así los individuos nos fuimos acostumbrando, les fuimos temiendo.
Hoy estamos despertando de esa catarsis mediática, hoy estamos levantando la mirada y entendiendo que tenemos derechos, que la libertad de expresión también es nuestra así, no tengamos una empresa de comunicación; estamos comprendiendo que alguien por el hecho de estar detrás de un micrófono o de una computadora y poder decir lo que quiere a miles y a veces a millones de personas a la vez, no está sobre el bien y el mal. Ellos no son la justicia ni los justicieros, ellos sólo tienen papel y transmisores y eso, no es un mérito, es sólo dinero.
Ahora estamos abriendo los ojos: Nadie les entregó el poder a ciertas empresas de comunicación…ellos lo arrebataron, aprovechándose de la buena fe y hasta inocencia de buena parte de nosotros. Ahora estamos comprendiendo que es toda una industria bien montada que crea realidades a conveniencia…que manipula, que miente, que ofende, que genera violencia.
A esas empresas les queremos decir: Ya basta! Paren las agresiones! Mentir, manipular, decir verdades a medias, crear escenarios, inducir a error de interpretación, burlarse de la buena fe de la gente, es la más vil de las expresiones de corrupción.
