El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, descartó ayer que pueda aplicar el mecanismo de "muerte cruzada", de disolver la Asamblea Nacional legislativa y convocar a elecciones presidenciales anticipadas, para resolver algunas diferencias políticas con el Parlamento, de mayoría oficialista.
"No he pensado en hacerlo, es una trampa que nos quiere poner la derecha, porque con la muerte cruzada se disuelve la Asamblea, pero se llama a elecciones presidenciales anticipadas", afirmó Correa en declaraciones recogidas por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.
El mandatario se refirió al comentario de algunos asambleístas de oposición, que en los últimos días han mencionado a la "muerte cruzada" como una opción del Gobierno para presionar al Legislativo en la promulgación de leyes.
Esas opiniones surgieron, sobre todo, en el marco de los acalorados debates sobre la Ley de Recursos Hídricos, a la que se oponen grupos indígenas que, con protestas, exigieron la inclusión de varias observaciones al proyecto legal.
La también llamada ley de aguas ha sido criticada, asimismo, por grupos de derecha que cuestionan otros proyectos legales como el de Comunicación.
El jefe del Estado reconoció como un "logro de la democracia" que en la Asamblea se hayan aprobado leyes en consenso, incluso con el apoyo de grupos parlamentarios de oposición, sin que ello haya representado, según él, "claudicar en los principios".
Según Correa, por hacerle daño al Gobierno, ciertos grupos de derecha, e incluso algunos ex aliados suyos, "no se dan cuenta si las posturas son correctas o incorrectas", sino que reaccionan para intentar desestabilizar al Ejecutivo. (EFE)
"No he pensado en hacerlo, es una trampa que nos quiere poner la derecha, porque con la muerte cruzada se disuelve la Asamblea, pero se llama a elecciones presidenciales anticipadas", afirmó Correa en declaraciones recogidas por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.
El mandatario se refirió al comentario de algunos asambleístas de oposición, que en los últimos días han mencionado a la "muerte cruzada" como una opción del Gobierno para presionar al Legislativo en la promulgación de leyes.
Esas opiniones surgieron, sobre todo, en el marco de los acalorados debates sobre la Ley de Recursos Hídricos, a la que se oponen grupos indígenas que, con protestas, exigieron la inclusión de varias observaciones al proyecto legal.
La también llamada ley de aguas ha sido criticada, asimismo, por grupos de derecha que cuestionan otros proyectos legales como el de Comunicación.
El jefe del Estado reconoció como un "logro de la democracia" que en la Asamblea se hayan aprobado leyes en consenso, incluso con el apoyo de grupos parlamentarios de oposición, sin que ello haya representado, según él, "claudicar en los principios".
Según Correa, por hacerle daño al Gobierno, ciertos grupos de derecha, e incluso algunos ex aliados suyos, "no se dan cuenta si las posturas son correctas o incorrectas", sino que reaccionan para intentar desestabilizar al Ejecutivo. (EFE)