sábado, 1 de mayo de 2010

Petróleo llega a Luisiana


El derrame de petróleo en el norte del Golfo de México del pasado 20 de abril, con una extensión del tamaño de Jamaica (10 991 km²), llegó ayer a la costa de Luisiana en los EEUU. El crudo habría llegado a una isla del delta del Mississippi, según la cadena inglesa BBC.

Los estados de Mississippi, Alabama y Florida están también amenazados por el derrame que avanza hacia sus costas.

El gobernador de Florida, Charlie Crist, declaró ayer el "estado de emergencia" en este estado del sureste de los EEUU ante el avance de la mancha de petróleo que se espera llegue a sus costas pasado mañana.

Crist firmó la declaración de emergencia para los condados de Escambia, Santa Rosa, Okaloosa, Walton, Bay y del Golfo, en el sector noroeste de Florida, que son los más expuestos al derrame.

Con la emergencia, Florida puede recibir ayuda del Gobierno Federal para hacer frente a una eventual catástrofe natural.

Según los expertos, este podría convertirse en el peor desastre ecológico de los Estados Unidos, ya que el Golfo de México es un ecosistema de gran diversidad medioambiental que cuenta con más de 400 especies de fauna y flora y es, además, una zona de la que depende una gran parte de la producción de mariscos del país.

Las autoridades dicen que el crudo más denso aún se encuentra a unos ocho kilómetros de la costa. Sin embargo, algunos residentes de áreas costeras en Luisiana manifestaron que ya se podía oler el petróleo.

Varios habitantes del área han expresado su preocupación por los pantanos de la zona, que demoraron en recuperarse tras el impacto del huracán Katrina; otros mostraron su inquietud por el impacto en la economía local, señala cadena inglesa BBC.

Por su lado, el presidente de los EEUU, Barack Obama, anunció el despliegue de todos los recursos disponibles para ayudar a contener el derrame. La Marina fue enviada para tratar de prevenir un inminente desastre ecológico.

El jueves pasado, se declaró también una temporada de emergencia de pesca de camarones para permitir que los pescadores lleven su producto a tierra antes de que se contamine con petróleo.

Además, el Gobierno prohibió ayer las perforaciones petroleras en nuevas áreas de la costa estadounidense hasta que concluyan las investigaciones sobre la causa del derrame de la plataforma de extracción petrolera Deepwater Horizon, operada por British Petroleum (BP).

Según los observadores, esta decisión significa un cambio de postura respecto a la decisión de Obama de habilitar franjas de la costa para la perforación en busca de crudo.

Hasta el jueves pasado, la Casa Blanca había defendido los planes del mandatario a pesar de las presiones de grupos ambientalistas y políticos demócratas que insistían en repensar esta política tras el desastre en el Golfo de México.

Desde el derrame, unos 5 000 barriles de crudo se vierten diariamente en las aguas del Golfo, luego de la explosión y el posterior hundimiento de la plataforma de extracción petrolera BP. Once trabajadores siguen desaparecidos. (AFP)