Madrid. EFE. La Audiencia Nacional española ha condenado a 1.040 años de cárcel a los tres miembros de ETA autores del atentado en el aeropuerto de Madrid-Barajas el 30 de diciembre de 2006, en el que murieron dos ecuatorianos.
En una sentencia notificada hoy, este tribunal impone además a los tres terroristas -Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián- indemnizar con 500.000 euros (unos 620.000 dólares) a la familia de Carlos Alonso Palate y con 700.000 euros (870.000 dólares) a la de Diego Armando Estacio.
La Sala, que ha establecido esta misma cantidad para uno de los heridos, ha impuesto en total indemnizaciones por daños personales y materiales que superan los 2,5 millones de euros (aproximadamente 3,1 millones de dólares).
El tribunal ha condenado a Portu, Sarasola y San Sebastián como autores de dos delitos de asesinato terrorista, 48 de asesinato terrorista en grado de tentativa -y no 52 como reclamaba el Ministerio Público- y uno de estragos terroristas.
El 30 de diciembre de 2006 la banda terrorista ETA colocó una furgoneta-bomba en el aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.
Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio murieron sepultados bajo los escombros de uno de los módulos del aparcamiento de esa terminal del aeropuerto, donde habían ido a recoger a familiares y amigos que llegaban de Ecuador.
Su muerte se produjo tras año y medio sin atentados mortales de ETA y supuso el final de facto de la tregua que la organización había anunciado nueve meses antes.
En una sentencia notificada hoy, este tribunal impone además a los tres terroristas -Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián- indemnizar con 500.000 euros (unos 620.000 dólares) a la familia de Carlos Alonso Palate y con 700.000 euros (870.000 dólares) a la de Diego Armando Estacio.
La Sala, que ha establecido esta misma cantidad para uno de los heridos, ha impuesto en total indemnizaciones por daños personales y materiales que superan los 2,5 millones de euros (aproximadamente 3,1 millones de dólares).
El tribunal ha condenado a Portu, Sarasola y San Sebastián como autores de dos delitos de asesinato terrorista, 48 de asesinato terrorista en grado de tentativa -y no 52 como reclamaba el Ministerio Público- y uno de estragos terroristas.
El 30 de diciembre de 2006 la banda terrorista ETA colocó una furgoneta-bomba en el aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.
Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio murieron sepultados bajo los escombros de uno de los módulos del aparcamiento de esa terminal del aeropuerto, donde habían ido a recoger a familiares y amigos que llegaban de Ecuador.
Su muerte se produjo tras año y medio sin atentados mortales de ETA y supuso el final de facto de la tregua que la organización había anunciado nueve meses antes.