miércoles, 20 de enero de 2010

Más tropas de EE.UU. en Haití


Helicópteros militares de Estados Unidos aterrizaron ayer en los restos del palacio presidencial de Haití para dejar tropas y provisiones, mientras que una enorme operación internacional de rescate ganaba impulso.

Los helicópteros dejaron tropas estadounidenses que luego se desplazaron para proteger el principal hospital de Puerto Príncipe, donde miles de pacientes heridos seriamente necesitan atención médica.

El arribo atrajo a cientos de damnificados que acampan en un parque frente al palacio presidencial, quienes pidieron comida a los uniformados. Otros consideraron el desembarco una pérdida de soberanía.

“Es una ocupación. El palacio es el país, representa nuestro poder, es nuestro orgullo”, critica Feodor Desanges.

Más de 11.000 efectivos militares de EE.UU. estaban desplegados en el país, en barcos o en camino, incluyendo unos 2.200 marines con equipo pesado para despejar escombros, ayuda médica y helicópteros.

En Venezuela, la Asamblea Nacional rechazó la supuesta ocupación militar de EE.UU., en respaldo a la denuncia en ese sentido hecha por el presidente Hugo Chávez.

Hasta ayer, unas 75.000 víctimas del terremoto de 7,0 grados ocurrido hace una semana en Haití habían sido enterradas. La cifra total de víctimas se estima entre 100.000 y 200.00.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó sumar 2.000 tropas y 1.500 policías a los 9.000 miembros de los cuerpos de paz que están en Haití.

Cientos de saqueadores hurgaban en las tiendas destrozadas de Puerto Príncipe y se llevaban lo que encontraban, además de enfrascarse en peleas.

La situación de seguridad, según la ONU, no había afectado la distribución de 270.000 raciones de alimentos.

Alrededor de 52 equipos de rescate de todo el mundo continuaban trabajando en una carrera contra el tiempo para tratar de salvar a gente con vida de los escombros de los edificios colapsados. Hasta ayer, unas 90 personas fueron rescatadas.

Equipos médicos que trabajaban en hospitales de campaña advirtieron sobre la amenaza inmediata del tétanos y la gangrena, así como por el contagio de sarampión, meningitis y otras infecciones.