BEIRUT. Un Boeing 737 de la compañía Ethiopian Airlines con 90 personas a bordo se estrelló ayer frente a las costas del Líbano, poco después de haber despegado del aeropuerto de Beirut con destino a Addis Abeba (capital de Etiopía) probablemente a causa de una violenta tempestad, según el ministro libanés de Defensa, Elias Murr.
Las condiciones meteorológicas son muy malas desde hace 10 días en la zona, azotada por tempestades y fuertes precipitaciones. El aparato se vino a pique a unas 2,5 millas náuticas de Nameh, que se halla a 12 km al sur de Beirut, de donde había despegado a las 00:30.
Poco después de la tragedia, las autoridades ya habían descartado la hipótesis de un atentado.
Hasta la tarde de ayer se recuperaron 24 cuerpos, según el informe de un responsable de los servicios de seguridad.
Un socorrista contó que muchos cuerpos estaban desmembrados. Maletas y otras pertenencias de los pasajeros eran traídas por el oleaje hacia las costas.
Murr informó que las búsquedas proseguían con la esperanza de hallar sobrevivientes y las cajas negras.
Testigos contaron haber visto una bola de fuego hundiéndose en el mar.
Un responsable del ministerio de Defensa reportó que el avión se partió en cuatro pedazos antes de caer e indicó que los investigadores trataban de determinar si fue alcanzado por un rayo.
Entre los pasajeros había 54 libaneses (incluyendo dos niños y tres personas con doble nacionalidad británica, rusa y canadiense), así como 23 etíopes, una francesa (esposa del embajador de Francia en Beirut), un británico, un iraquí, un sirio, un turco y una persona de nacionalidad desconocida. (AFP)
Las condiciones meteorológicas son muy malas desde hace 10 días en la zona, azotada por tempestades y fuertes precipitaciones. El aparato se vino a pique a unas 2,5 millas náuticas de Nameh, que se halla a 12 km al sur de Beirut, de donde había despegado a las 00:30.
Poco después de la tragedia, las autoridades ya habían descartado la hipótesis de un atentado.
Hasta la tarde de ayer se recuperaron 24 cuerpos, según el informe de un responsable de los servicios de seguridad.
Un socorrista contó que muchos cuerpos estaban desmembrados. Maletas y otras pertenencias de los pasajeros eran traídas por el oleaje hacia las costas.
Murr informó que las búsquedas proseguían con la esperanza de hallar sobrevivientes y las cajas negras.
Testigos contaron haber visto una bola de fuego hundiéndose en el mar.
Un responsable del ministerio de Defensa reportó que el avión se partió en cuatro pedazos antes de caer e indicó que los investigadores trataban de determinar si fue alcanzado por un rayo.
Entre los pasajeros había 54 libaneses (incluyendo dos niños y tres personas con doble nacionalidad británica, rusa y canadiense), así como 23 etíopes, una francesa (esposa del embajador de Francia en Beirut), un británico, un iraquí, un sirio, un turco y una persona de nacionalidad desconocida. (AFP)