MADRID. La crisis económica en la que está inmersa España ha llevado a que cada vez sea "más importante" el número de inmigrantes que solicitan regresar a sus países, al tiempo que se reduce la oferta para contratar a trabajadores inmigrantes en origen.
"Cada día son más las personas que se acogen a uno u otro programa" previstos por las autoridades españolas para facilitar el regreso a sus países de los inmigrantes que quieran hacerlo, afirmó la secretaria de Estado española de Inmigración, Consuelo Rumí, durante una inauguración en Guadalajara (centro).
Rumí se refería así al programa de Retorno Voluntario para los inmigrantes que han trabajado en España y que se encuentran en situación de desempleo, y al programa de Retorno Social, destinado a facilitar el regreso de personas en situación de vulnerabilidad y sin recursos.
"Vamos a continuar porque creemos que es facilitar lo que en un momento determinado quisieron hacer y no pudieron", señaló Rumí, cuando España se encuentra en recesión desde hace más de un año.
Según fuentes del ministerio de Trabajo español, desde que hace un año entró en vigor el Plan de Retorno Voluntario se han registrado 8 464 solicitudes para acogerse a él, lejos de las 80 000 solicitudes que el gobierno español calculaba que se producirían.
El Plan de Retorno Voluntario para desempleados se puso en marcha en noviembre de 2008 y beneficia entre otros a ciudadanos de 10 países iberoamericanos: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Los solicitantes deben estar inscritos como demandantes de empleo y el plan consiste en que reciben por adelantado en dos veces el total del subsidio de desempleo, que normalmente es mensual: el 40% en España y el resto, al regresar al país de origen.
En septiembre pasado, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, señaló que "hay unos 500 000 inmigrantes en paro, que representan un 28% del paro" total en España, que cuenta con una población de 46,6 millones de personas, de los que un 12% son inmigrantes.
El plan de Retorno Social está dirigido a inmigrantes que quieren volver a su país "al encontrarse en situación de precariedad o en riesgo de exclusión social".
En este caso, las autoridades españolas facilitan un billete de avión, así como una ayuda de viaje de $73 por cada miembro de la unidad familiar" y $586 por persona hasta un máximo de $2 346 por unidad familiar para la "reintegración en el país de origen".
Según una portavoz de la Secretaría de Estado de Inmigración, en lo que va de año han solicitado este tipo de regreso "casi 3 000 personas" frente a las 1 821 solicitudes que se produjeron en 2008 y las 1 184 de 2007.
La secretaria de Estado de Inmigración también señaló que la oferta para contratar trabajadores de forma regular en sus países de origen será "muy baja" en comparación con otros años, aunque prefirió no hacer precisiones.
"Habrá algunas peticiones muy bajas pero algunas habrá, porque evidentemente, las personas que están en desempleo y proceden de la agricultura o la construcción no pueden cubrir la demanda que hay, por ejemplo, en Murcia (sudeste), con el sector de la Sanidad", afirmó.
En 2009 el contingente de trabajadores contratados en origen fue de 901, frente a los 1 008 del año anterior y los 27 034 empleos que se solicitaron en el extranjero en 2007.(AFP)
"Cada día son más las personas que se acogen a uno u otro programa" previstos por las autoridades españolas para facilitar el regreso a sus países de los inmigrantes que quieran hacerlo, afirmó la secretaria de Estado española de Inmigración, Consuelo Rumí, durante una inauguración en Guadalajara (centro).
Rumí se refería así al programa de Retorno Voluntario para los inmigrantes que han trabajado en España y que se encuentran en situación de desempleo, y al programa de Retorno Social, destinado a facilitar el regreso de personas en situación de vulnerabilidad y sin recursos.
"Vamos a continuar porque creemos que es facilitar lo que en un momento determinado quisieron hacer y no pudieron", señaló Rumí, cuando España se encuentra en recesión desde hace más de un año.
Según fuentes del ministerio de Trabajo español, desde que hace un año entró en vigor el Plan de Retorno Voluntario se han registrado 8 464 solicitudes para acogerse a él, lejos de las 80 000 solicitudes que el gobierno español calculaba que se producirían.
El Plan de Retorno Voluntario para desempleados se puso en marcha en noviembre de 2008 y beneficia entre otros a ciudadanos de 10 países iberoamericanos: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Los solicitantes deben estar inscritos como demandantes de empleo y el plan consiste en que reciben por adelantado en dos veces el total del subsidio de desempleo, que normalmente es mensual: el 40% en España y el resto, al regresar al país de origen.
En septiembre pasado, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, señaló que "hay unos 500 000 inmigrantes en paro, que representan un 28% del paro" total en España, que cuenta con una población de 46,6 millones de personas, de los que un 12% son inmigrantes.
El plan de Retorno Social está dirigido a inmigrantes que quieren volver a su país "al encontrarse en situación de precariedad o en riesgo de exclusión social".
En este caso, las autoridades españolas facilitan un billete de avión, así como una ayuda de viaje de $73 por cada miembro de la unidad familiar" y $586 por persona hasta un máximo de $2 346 por unidad familiar para la "reintegración en el país de origen".
Según una portavoz de la Secretaría de Estado de Inmigración, en lo que va de año han solicitado este tipo de regreso "casi 3 000 personas" frente a las 1 821 solicitudes que se produjeron en 2008 y las 1 184 de 2007.
La secretaria de Estado de Inmigración también señaló que la oferta para contratar trabajadores de forma regular en sus países de origen será "muy baja" en comparación con otros años, aunque prefirió no hacer precisiones.
"Habrá algunas peticiones muy bajas pero algunas habrá, porque evidentemente, las personas que están en desempleo y proceden de la agricultura o la construcción no pueden cubrir la demanda que hay, por ejemplo, en Murcia (sudeste), con el sector de la Sanidad", afirmó.
En 2009 el contingente de trabajadores contratados en origen fue de 901, frente a los 1 008 del año anterior y los 27 034 empleos que se solicitaron en el extranjero en 2007.(AFP)