Los equipos serán instalados en las provincias limítrofes de Esmeraldas y Sucumbíos (norte) y fueron prestados por un fabricante chino mientras realiza la entrega de cuatro de esos aparatos comprados por Quito, explicó el oficial.
“Los dos de préstamo ya están aquí, empiezan a operar en 15 días. Con estos vamos a ubicar los sitios donde irían los que compramos”, dijo Bohórquez a periodistas, señalando que los nuevos dispositivos llegarán en un año.
“Igualmente vamos a hacer una interconexión de manera que la señal de los radares se vea en el Comando Conjunto en Quito y en el cuarto de operaciones de Guayaquil”, indicó el mando militar.
Bohórquez anunció a fines de octubre que la FAE planea lanzar un zepelín en la frontera de 720 kilómetros con Colombia, dentro de un “proyecto de plataforma de gran altura” para contrarrestar las actividades del narcotráfico y grupos ilegales colombianos.
Ecuador inició un ambicioso plan para modernizar a las Fuerzas Armadas y aumentar la vigilancia en esa zona, luego de un bombardeo de Colombia contra la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano, el 1 de marzo de 2008, que mató a 25 personas y mantuvo rotas las relaciones hasta el 13 de noviembre.
“Los dos de préstamo ya están aquí, empiezan a operar en 15 días. Con estos vamos a ubicar los sitios donde irían los que compramos”, dijo Bohórquez a periodistas, señalando que los nuevos dispositivos llegarán en un año.
“Igualmente vamos a hacer una interconexión de manera que la señal de los radares se vea en el Comando Conjunto en Quito y en el cuarto de operaciones de Guayaquil”, indicó el mando militar.
Bohórquez anunció a fines de octubre que la FAE planea lanzar un zepelín en la frontera de 720 kilómetros con Colombia, dentro de un “proyecto de plataforma de gran altura” para contrarrestar las actividades del narcotráfico y grupos ilegales colombianos.
Ecuador inició un ambicioso plan para modernizar a las Fuerzas Armadas y aumentar la vigilancia en esa zona, luego de un bombardeo de Colombia contra la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano, el 1 de marzo de 2008, que mató a 25 personas y mantuvo rotas las relaciones hasta el 13 de noviembre.