jueves, 26 de noviembre de 2009

Correa sería enjuiciado por injurias

El dirigente del Movimiento Polo Democrático, Fernando Villavicencio, no está dispuesto a soportar más agravios del presidente de la República, Rafael Correa. Por ello pidió una confesión judicial como diligencia previa para querellarse penalmente con el Primer Mandatario, por injurias calumniosas.

Villavicencio, quien ha hecho una serie de denuncias de supuestos casos de corrupción en Petroecuador, se presentó en la Corte Nacional de Justicia.

En ese estamento solicitó la mencionada diligencia, en la que el Presidente deberá contestar 12 preguntas que hacen referencia a sus enlaces radiales de los sábados, en los cuales habría dicho de todo a este dirigente sindical.

El dirigente del Movimiento Polo Democrático asegura que Correa le ha tildado de “care tuco”, “sinvergüenza” y le ha culpado que se ha llevado un millón de dólares de Petroecuador.

En cuanto a esto último, Villavicencio dijo que eso es absolutamente falso. Aclaró que el juicio que siguió a Petroecuador fue para buscar su reingreso y que jamás recibió centavo alguno de indemnización.

Precisiones
Villavicencio cuestionó que en lugar de sancionar los graves casos de corrupción, Correa, abusando del poder que ostenta y en evidente retaliación política, ha vertido denuestos, ofensas a la dignidad e injurias que afectan su reputación y la de su familia.

“El presidente Correa, como primer ciudadano de la Patria, debería convertirse en el icono del respeto a los demás, en ejemplo de buenas costumbres y de una nueva ética. Pero, todo lo contrario, se ha dedicado a calumniar a todos quienes discrepamos con su pensamiento y práctica política”, agregó Villavicencio, quien pidió al Primer Mandatario que precise las acusaciones en su contra.

Llamado a la acción
El dirigente del Movimiento Polo Democrático, Fernando Villavicencio, hizo un llamado a todos los que han sido calumniados e insultados por el presidente Rafael Correa.

Invitó a los ofendidos a perder el miedo, a defenderse con la verdad, a recuperar la voz, porque, según dijo, “el silencio de los pueblos es el alimento de los déspotas”.