Los ministros de Exteriores y de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reúnen mañana en Quito para abordar entre otros la preocupación que existe en la región por el acuerdo militar entre Colombia y EE.UU. y la tensión entre Chile y Perú por las denuncias de un presunto espionaje.
La cita suramericana responde a lo pactado en la cumbre presidencial de los doce países miembros que se celebró el pasado 28 de agosto en Bariloche (Argentina), en referencia al diseño de Medidas de Fomento de la Confianza y la Seguridad, según recordó esta semana la cancillería ecuatoriana.
El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, como presidente pro témpore de la Unasur expresó recientemente su voluntad "de reunir a los Estados miembros para encontrar las vías de solución a las diferencias y el fortalecimiento de los compromisos de paz, seguridad y armonía".
Uno de los temas centrales de la reunión en Quito será precisamente la crisis colombo-venezolana, que se empeoró después de que Colombia anunció firmó el pasado 30 de octubre un acuerdo militar con EE.UU., por el que tropas estadounidenses podrán acceder hasta siete bases colombianas.
El convenio militar, que ha generado preocupación entre varios países de la región, llevó a que el presidente venezolano, Hugo Chávez, congelara las relaciones con Colombia en agosto pasado, quien considera que el acuerdo es una amenaza para la seguridad regional.
Hoy el ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, dejó entrever que no asistirá a la cita para escuchar "insultos", ante la posibilidad de recibir recriminaciones por el pacto militar con EE.UU.
Además, la denuncia del Gobierno venezolano de que los servicios secretos de Colombia habrían ejecutado operaciones de espionaje contra su país, Ecuador y Cuba, ha aumentado el ambiente de tensión con Bogotá que, por su parte, ha expresado su preocupación por las compras militares de sus vecinos.
Por otro lado, Perú y Chile mantienen un clima de tensión por un supuesto espionaje, tras la denuncia de Lima de que el suboficial de la Fuerza Aérea Peruana Víctor Ariza, quien presuntamente vendió secretos militares en los últimos cuatro años.
Ambos países, asimismo, afrontan un conflicto limítrofe marítimo que se ventila en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde Perú presentó una demanda contra Chile, sobre la soberanía de 35.000 kilómetros cuadrados.
Justamente, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Mariano Fernández, se encuentra en Londres para reunirse con los abogados que defenderán la posición de su país en La Haya y por ello el canciller, aparentemente, no acudirá a la cita de Quito.
En el tapete de la Unasur, también estará el reclamo de Ecuador por el ataque de militares colombianos, el 1 de marzo de 2008, contra un punto de la selva amazónica ecuatoriana, donde la guerrilla de las FARC había instalado un campamento clandestino.
Esa operación fue considerada por Ecuador como una violación a su soberanía y rompió su relación diplomática con Colombia. Tras veinte meses de separación, ambos países intentan recomponer sus lazos y ya han designado a sus respectivos encargados de negocios.
No obstante, el Gobierno de Quito ha insistido en que las causas "sensibles" que motivaron la ruptura de las relaciones con Colombia aún no han sido resueltas, aunque confía en que los nexos se restablezcan para beneficio de ambos pueblos.
Ecuador también está empeñado en cumplir el mandato que se emitió en agosto pasado en Bariloche, para garantizar que Suramérica sea una zona de Paz, cuando los mandatarios ordenaron a sus cancilleres y ministros de Defensa elaborar una política de seguridad y defensa comunitaria, además de un intercambio de información militar.
En ese contexto, Perú fue el primero en presentar una propuesta para la región, que incluye la creación de un cuerpo de seguridad regional y la reducción del 3 por ciento en el gasto militar y del 15 por ciento en la compra de armas.
También Chile anunció su propia propuesta "complementaria" para la política de Defensa de la Unasur, que implica consensuar una declaración de seguridad común y la creación de una fuerza combinada de defensa suramericana.
A la cita de Quito, se prevé que asistan los jefes o delegados de Exteriores y Defensa de los doce miembros de la Unasur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
La cita suramericana responde a lo pactado en la cumbre presidencial de los doce países miembros que se celebró el pasado 28 de agosto en Bariloche (Argentina), en referencia al diseño de Medidas de Fomento de la Confianza y la Seguridad, según recordó esta semana la cancillería ecuatoriana.
El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, como presidente pro témpore de la Unasur expresó recientemente su voluntad "de reunir a los Estados miembros para encontrar las vías de solución a las diferencias y el fortalecimiento de los compromisos de paz, seguridad y armonía".
Uno de los temas centrales de la reunión en Quito será precisamente la crisis colombo-venezolana, que se empeoró después de que Colombia anunció firmó el pasado 30 de octubre un acuerdo militar con EE.UU., por el que tropas estadounidenses podrán acceder hasta siete bases colombianas.
El convenio militar, que ha generado preocupación entre varios países de la región, llevó a que el presidente venezolano, Hugo Chávez, congelara las relaciones con Colombia en agosto pasado, quien considera que el acuerdo es una amenaza para la seguridad regional.
Hoy el ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, dejó entrever que no asistirá a la cita para escuchar "insultos", ante la posibilidad de recibir recriminaciones por el pacto militar con EE.UU.
Además, la denuncia del Gobierno venezolano de que los servicios secretos de Colombia habrían ejecutado operaciones de espionaje contra su país, Ecuador y Cuba, ha aumentado el ambiente de tensión con Bogotá que, por su parte, ha expresado su preocupación por las compras militares de sus vecinos.
Por otro lado, Perú y Chile mantienen un clima de tensión por un supuesto espionaje, tras la denuncia de Lima de que el suboficial de la Fuerza Aérea Peruana Víctor Ariza, quien presuntamente vendió secretos militares en los últimos cuatro años.
Ambos países, asimismo, afrontan un conflicto limítrofe marítimo que se ventila en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde Perú presentó una demanda contra Chile, sobre la soberanía de 35.000 kilómetros cuadrados.
Justamente, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Mariano Fernández, se encuentra en Londres para reunirse con los abogados que defenderán la posición de su país en La Haya y por ello el canciller, aparentemente, no acudirá a la cita de Quito.
En el tapete de la Unasur, también estará el reclamo de Ecuador por el ataque de militares colombianos, el 1 de marzo de 2008, contra un punto de la selva amazónica ecuatoriana, donde la guerrilla de las FARC había instalado un campamento clandestino.
Esa operación fue considerada por Ecuador como una violación a su soberanía y rompió su relación diplomática con Colombia. Tras veinte meses de separación, ambos países intentan recomponer sus lazos y ya han designado a sus respectivos encargados de negocios.
No obstante, el Gobierno de Quito ha insistido en que las causas "sensibles" que motivaron la ruptura de las relaciones con Colombia aún no han sido resueltas, aunque confía en que los nexos se restablezcan para beneficio de ambos pueblos.
Ecuador también está empeñado en cumplir el mandato que se emitió en agosto pasado en Bariloche, para garantizar que Suramérica sea una zona de Paz, cuando los mandatarios ordenaron a sus cancilleres y ministros de Defensa elaborar una política de seguridad y defensa comunitaria, además de un intercambio de información militar.
En ese contexto, Perú fue el primero en presentar una propuesta para la región, que incluye la creación de un cuerpo de seguridad regional y la reducción del 3 por ciento en el gasto militar y del 15 por ciento en la compra de armas.
También Chile anunció su propia propuesta "complementaria" para la política de Defensa de la Unasur, que implica consensuar una declaración de seguridad común y la creación de una fuerza combinada de defensa suramericana.
A la cita de Quito, se prevé que asistan los jefes o delegados de Exteriores y Defensa de los doce miembros de la Unasur: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.