lunes, 30 de noviembre de 2009

Presidentes iberoamericanos debaten espinosa crisis de Honduras

Los Jefes de Estado y Gobierno de Iberoamérica intentaban el lunes acercar sus polarizadas posiciones sobre Honduras, tras las controvertidas elecciones ganadas por el derechista Porfirio Lobo, en la primer jornada de trabajo de la cumbre en Estoril, 25 km al oeste de Lisboa.

Los líderes de 22 países de América Latina, de España, Portugal y Andorra, discutieron esta mañana a puerta cerrada una declaración sobre Honduras, pero estaban divididos entre una mayoría -encabezada por Brasil y Venezuela- que no reconoce los comicios del domingo y países -como Perú, Costa Rica y Panamá- que las avalan como salida a la crisis.

El presidente de Brasil, Luiz Incio Lula da Silva, expresó a sus colegas que su gobierno no reconoce las elecciones "como un intento de blanqueamiento de un golpe de Estado", dijo a la prensa su asesor Marco Aurelio Garcia, quien añadió que "por ahora hay que esperar" y "discutir con la comunidad internacional".

"Es necesario llegar a un gran acuerdo nacional (en Honduras) que debería contar con un gran consenso latinoamericano, centroamericano y europeo", pues la situación "tiene ahora otros protagonistas", dijo el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una reunión con los centroamericanos.

El domingo, en la inauguración de la Cumbre, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, expuso una posición que podría servir de base para un consenso: que el ganador de los comicios dé muestras, antes de su toma de posesión el 27 de enero, de que formará un gobierno de unidad con la participación del despuesto presidente Manuel Zelaya, al que deben "devolverse sus poderes constitucionales".

Al declararse ganador, Lobo, al que datos parciales le atribuyen 55,9% de los votos escrutados frente a 38,6% de su rival, Elvin Santos, prometió "un gobierno de unidad nacional" y "reconciliación". "No es tiempo ya de más divisiones", manifestó.

Pero la tarea de encontrar una salida a la crisis hondureña no será sencilla, pues Zelaya, depuesto en el golpe de Estado del 28 de junio y refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde el 28 de septiembre, calificó las elecciones de "una mentira".

La canciller de Zelaya, Patricia Rodas, afirmó que en Estoril se verá quiénes siguen a Washington, al tiempo que subrayó que busca una declaración de rechazo a las elecciones.

"Sabremos qué países apoyan a Washington. Se busca una declaración de condena al golpe de Estado, de rechazo al proceso electoral espurio y militarizado, a la situación en que está confinado el presidente", dijo Rodas.

Ocho presidentes latinoamericanos -los de Venezuela, Cuba, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Honduras- no asisten a la cumbre aduciendo diferentes motivos, pero algunas ausencias reflejan las tensiones que vive la región.

A la cita asiste el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien informó de que el 4 de diciembre el Consejo Permanente analizará en Washington las elecciones y lo que decida el Congreso de ese país el 2 de diciembre sobre el pedido de restitución de Zelaya.

Otras elecciones que por el contrario obtuvieron una reacción unánime de beneplácito fue el triunfo en Uruguay, el domingo, del ex guerrillero y senador del oficialista Frente Amplio (izquierda) José Mujica.

Las presidentas Michelle Bachelet y Cristina Kirchner de Chile y Argentina le felicitaron anoche mismo en una llamada telefónica desde la cena inaugural de la cumbre.

Brasil, por su parte, recibió la victoria de Mujica "con mucho gusto" porque es "un gran amigo" con el que esperan fortalecer el Mercosur, declaró el asesor internacional de Lula, Marco Aurelio Garcia.

Mujica "es un gran amigo de Brasil, es un gran amigo del presidente Lula, amigo nuestro", celebró.

La cumbre concluirá el martes con la aprobación de la Declaración de Estoril, que lanzará el proyecto "Iberoamérica Innova", promovido por Brasil, España y Portugal, para impulsar proyectos de innovación en el sector empresarial.(AFP).