Ni un bono, ni una redistribución de las utilidades, aceptarán los representantes de las asociaciones de trabajadores del país, que rechazan la propuesta oficial de crear un pago variable de 320 dólares (salario digno).
Los directivos de la clase obrera se reunieron ayer en Quito y dejaron en claro que no negociarán las utilidades, ni los décimos, ni la jubilación patronal.
Lo que sí exigirán al Gobierno es que cumpla con la oferta de subir el sueldo básico a 320 dólares (pero no a través de un bono), a partir del primero de enero de 2010.
Estas postulaciones las hicieron conocer luego de que el pasado martes, los ministros Nathalie Cely, coordinadora de la Producción y Richard Espinosa, de Relaciones Laborales, aclararon que la propuesta de ‘salario digno’ no significará el aumento del sueldo básico a 320 dólares.
En aquella ocasión, los secretarios de Estado explicaron que la oferta equivaldría a un bono productivo y que uno de los mecanismos para aplicarlo sería la redistribución de las utilidades. Eso sí, aseguraron que la medida deberá pasar por una reforma al Código Laboral y dijeron que ambas remuneraciones no eran lo mismo.
“Le tomamos la palabra al Presidente de que iba a aumentar el sueldo a 320 dólares, pero no aceptamos que se afecte a otros derechos de los trabajadores”, sostuvo Nelson Erazo, presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), al referirse a la redistribución de las utilidades entre los empleados que ganen por debajo de los 320 dólares.
Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), dijo que acudir a las utilidades significaría quitarle los recursos a los mismos trabajadores. Además exhortó al Gobierno a que el incremento salarial no se base en el número de personas de un hogar que perciban ingresos. “El salario es del trabajador no de la familia”, concluyó.
Eduardo Valdez, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl), afirmó que no aceptarán dicho ‘bono’ sino sólo el ofrecimiento del presidente Rafael Correa.
Además, llamaron a Espinosa y a Cely, voceros de los empresarios. Y dijeron que no entendían por qué Correa dice una cosa y los ministros lo contradicen.
Los trabajadores dicen que solo aceptarán el incremento del sueldo básico, de 218 dólares a 320 dólares.
La consigna es alcanzar el costo de la canasta básica, que está sobre los 500 dólares, hasta 2012.
Si el Gobierno no acepta las peticiones de los trabajadores, los dirigentes aseguraron que tomarán medidas de hecho desde enero.
La propuesta del gobierno es crear un sueldo variable de 320 dólares para los trabajadores que ganan por debajo de ese monto.
Así, sería algo parecido a un bono productivo que se generaría de las utilidades de las empresas.
La idea es que los empresarios no declaren utilidades hasta que sus trabajadores alcancen ese monto y si hay un excedente se lo distribuya al resto de empleados.
102 dólares es lo que los trabajadores exigen que se incremente para el próximo año.
Los directivos de la clase obrera se reunieron ayer en Quito y dejaron en claro que no negociarán las utilidades, ni los décimos, ni la jubilación patronal.
Lo que sí exigirán al Gobierno es que cumpla con la oferta de subir el sueldo básico a 320 dólares (pero no a través de un bono), a partir del primero de enero de 2010.
Estas postulaciones las hicieron conocer luego de que el pasado martes, los ministros Nathalie Cely, coordinadora de la Producción y Richard Espinosa, de Relaciones Laborales, aclararon que la propuesta de ‘salario digno’ no significará el aumento del sueldo básico a 320 dólares.
En aquella ocasión, los secretarios de Estado explicaron que la oferta equivaldría a un bono productivo y que uno de los mecanismos para aplicarlo sería la redistribución de las utilidades. Eso sí, aseguraron que la medida deberá pasar por una reforma al Código Laboral y dijeron que ambas remuneraciones no eran lo mismo.
“Le tomamos la palabra al Presidente de que iba a aumentar el sueldo a 320 dólares, pero no aceptamos que se afecte a otros derechos de los trabajadores”, sostuvo Nelson Erazo, presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), al referirse a la redistribución de las utilidades entre los empleados que ganen por debajo de los 320 dólares.
Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), dijo que acudir a las utilidades significaría quitarle los recursos a los mismos trabajadores. Además exhortó al Gobierno a que el incremento salarial no se base en el número de personas de un hogar que perciban ingresos. “El salario es del trabajador no de la familia”, concluyó.
Eduardo Valdez, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl), afirmó que no aceptarán dicho ‘bono’ sino sólo el ofrecimiento del presidente Rafael Correa.
Además, llamaron a Espinosa y a Cely, voceros de los empresarios. Y dijeron que no entendían por qué Correa dice una cosa y los ministros lo contradicen.
Los trabajadores dicen que solo aceptarán el incremento del sueldo básico, de 218 dólares a 320 dólares.
La consigna es alcanzar el costo de la canasta básica, que está sobre los 500 dólares, hasta 2012.
Si el Gobierno no acepta las peticiones de los trabajadores, los dirigentes aseguraron que tomarán medidas de hecho desde enero.
La propuesta del gobierno es crear un sueldo variable de 320 dólares para los trabajadores que ganan por debajo de ese monto.
Así, sería algo parecido a un bono productivo que se generaría de las utilidades de las empresas.
La idea es que los empresarios no declaren utilidades hasta que sus trabajadores alcancen ese monto y si hay un excedente se lo distribuya al resto de empleados.
102 dólares es lo que los trabajadores exigen que se incremente para el próximo año.