El gerente general (e) de Petroecuador, Marco Calvopiña, declaró ayer la emergencia para la refinería Amazonas, en Shushufindi (Sucumbíos). Con esa figura legal se acudirá a la contratación directa.
La emergencia se dio diez días después de la explosión ocurrida en el horno de la unidad I de la planta que procesaba unos 10 mil barriles de petróleo para obtener los combustibles que abastecían a la Amazonía.
Petroecuador informó que con la emergencia se facilitará la contratación directa de la rehabilitación de los equipos afectados, entre ellos el gabinete, el desprendimiento del refractario, algunos soportes de tubos internos removidos y otros que impiden su operación normal.
Seguros Colonial, aseguradora de la infraestructura petrolera, correrá con los gastos, según Petroecuador, que deberá pagar el respectivo deducible.
La unidad I de la refinería retornará a sus operaciones en un plazo de 60 días, mientras la unidad II y la planta de gas trabajan con normalidad, de acuerdo con el gerente.
Por el daño en la refinería de Shushufindi trepará el monto de las importaciones de combustibles, y no será la única planta que entre a reparación; la de Esmeraldas, la más importante del país, deberá cambiar equipos y como consecuencia habrá más importación de combustibles, reconoció Wilson Pástor, ministro de Recursos Naturales no Renovables.
Para este año se estima un egreso de $ 4.693,50 millones en la compra de 44,7 millones de barriles de derivados, a un precio promedio de $ 105 cada barril. El año pasado, el país gastó alrededor de $ 3.500 millones en importaciones de combustibles.
En el 2010, sin embargo, las importaciones petroleras fueron las que más crecieron, tanto que el propio Gobierno se preocupó por esos rubros, pues a causa del fuerte estiaje (las generadoras eléctricas consumen diésel) y la repotenciación de la refinería las compras crecieron, dijo Katiuska King, ministra coordinadora de Política Económica.
A pesar de esas cifras, Pástor aseguró que la balanza comercial petrolera resultará favorable para el Estado, pues le quedarán $ 4.042 millones.
La emergencia se dio diez días después de la explosión ocurrida en el horno de la unidad I de la planta que procesaba unos 10 mil barriles de petróleo para obtener los combustibles que abastecían a la Amazonía.
Petroecuador informó que con la emergencia se facilitará la contratación directa de la rehabilitación de los equipos afectados, entre ellos el gabinete, el desprendimiento del refractario, algunos soportes de tubos internos removidos y otros que impiden su operación normal.
Seguros Colonial, aseguradora de la infraestructura petrolera, correrá con los gastos, según Petroecuador, que deberá pagar el respectivo deducible.
La unidad I de la refinería retornará a sus operaciones en un plazo de 60 días, mientras la unidad II y la planta de gas trabajan con normalidad, de acuerdo con el gerente.
Por el daño en la refinería de Shushufindi trepará el monto de las importaciones de combustibles, y no será la única planta que entre a reparación; la de Esmeraldas, la más importante del país, deberá cambiar equipos y como consecuencia habrá más importación de combustibles, reconoció Wilson Pástor, ministro de Recursos Naturales no Renovables.
Para este año se estima un egreso de $ 4.693,50 millones en la compra de 44,7 millones de barriles de derivados, a un precio promedio de $ 105 cada barril. El año pasado, el país gastó alrededor de $ 3.500 millones en importaciones de combustibles.
En el 2010, sin embargo, las importaciones petroleras fueron las que más crecieron, tanto que el propio Gobierno se preocupó por esos rubros, pues a causa del fuerte estiaje (las generadoras eléctricas consumen diésel) y la repotenciación de la refinería las compras crecieron, dijo Katiuska King, ministra coordinadora de Política Económica.
A pesar de esas cifras, Pástor aseguró que la balanza comercial petrolera resultará favorable para el Estado, pues le quedarán $ 4.042 millones.